Claudia de la Riva: "Estaba destinada a emprender, es algo genético; soy mucho más feliz y productiva trabajando para mí que para otros"

Claudia de la Riva, emprendedora en serie
  • Claudia de la Riva es una emprendedora catalana fundadora de varios proyectos. Comenzó con Ocre, después fundó Nannyfy y actualmente se encuentra al frente de Apolo Kids junto a Carles Pons. 
  • "Emprender es un cúmulo de sensaciones explosivas, algunas excepcionales y otras muy malas. Esa adrenalina, el aprendizaje inyectado en vena y la satisfacción que genera hacen que no puedas salir de la rueda".
  • Esta entrevista forma parte del espacio que Business Insider España dedica a los emprendedores en serie.

Es la mediana de 3 hermanos, nació en Barcelona un 24 de octubre de 1988, tiene dos hijas y actualmente es la CEO y cofundadora en Apolo Kids. También le queda tiempo para hacer deporte, invertir en empresas emergentes y crear contenido en redes sociales. 

Pero sobre todo, Claudia de la Riva es una emprendedora en serie, aunque no siempre lo supo

Según la catalana, todo empezó cuando terminó la carrera de Psicología en la Universidad Ramon Lull, Blanquerna de Barcelona. Lo hizo en el tiempo estimado, sus 4 años más las correspondientes prácticas. Siempre le habían llamado la atención las personas, por eso intentó buscar un trabajo que encajara con eso. 

"Al principio te crees que todo va a ser muy fácil. Sales de la universidad creyéndote la reina del mundo y te chocas de frente con la realidad: la falta de oportunidades, los rechazos y los noes".

Caer y levantarse

Sabe que podría haber sido rechazada hasta 200 veces y, aun así, lo seguiría intentando. Perseverar hasta el final parece ser lo suyo y tiene mérito, porque al final lo consiguió: entró a formar parte en un proyecto que había iniciado el ex director mundial de Indra y que consistía en reclutar perfiles tecnológicos para grandes consultoras de IT. 

"En ese trabajo aprendí, conseguí coger rutinas y empecé a organizarme. Sin embargo, creo que siempre he estado destinada a emprender, es algo genético. Me di cuenta de que soy mucho más feliz y más productiva trabajando para mí que para otros".

Comenzó su primer proyecto por cuenta propia, se llamó OCRE, era una boutique de RR. HH. para ayudar, específicamente, a startups. Su objetivo era hacer el proceso más accesible, más económico y más ágil. Duró alrededor de 2 años y, según cuenta, ayudó a muchas startups conocidas del sector, como Colvin o Badi. 

Una nueva idea llegó junto a la maternidad, ya que su embarazo fue la génesis de su segunda empresa: “Empecé a dedicarle menos tiempo a OCRE y empezó a bajar la facturación. Decidí cerrar y vender para poder centrarme en lo que me apetecía, volver a emprender"

Creó Nannyfy, un marketplace de niñeras de confianza para un periodo recurrente o puntual. Aquí su historia es de sobra conocida, ya que, con la pandemia, la startup se transformó y se convirtió en una de las más populares del panorama emprendedor nacional. 

"Facturábamos bien, nos reinventamos en tiempos de COVID, fuimos iterando soluciones que estuvieran adaptadas a la situación social y a sus necesidades. Sin embargo, en 2021 estuvimos a punto de cerrar, de llevar la compañía a concurso por un problema con un inversor, pero finalmente conseguimos levantarla”, resume la emprendedora. 

Luego llegó la fusión y absorción de Nannyfy, por Lernin Games SL, para finalmente convertirse en Apolo Kids como ya publicó en su día Business Insider España

Fue una época oscura, pero acabó dando a luz a su tercera historia y emprendimiento: una app inclusiva de juegos neurocognitivos en la que los niños pueden aprender mientras juegan. 

De la Riva centra ahora todos sus esfuerzos en esta aventura junto a otro emprendedor en serie, Carles Pons. Ambos ayudan al aprendizaje en familias, colegios de educación especial y neurotípicos. 

La formación, diferencial pero no determinante 

La catalana, después de haberse dedicado al mundo de los RRHH afirma haber extraído muchas enseñanzas de ese periodo. Por ejemplo, que la formación es algo diferencial pero no determinante.

A la hora de contratar, siempre intenta ir más allá y no valorar solamente educación y experiencia. Existen otras cualidades. "Quiero ver cómo razona, cómo piensa, la lógica que aplica y las ganas de aprender que tiene; el hambre que tiene por el proyecto y la capacidad de iterar y adaptarse a nuevas situaciones”. No le gusta la gente que trabaja por inercia.

Destaca que si algo ha influido en su personalidad a lo largo de los años, ha sido su familia: "Mis padres siempre nos han inculcado unos valores muy claros, nos han enseñado a ser buenas personas de corazón y alma. A disfrutar de la vida y aprovechar mucho cada instante".

El emprendedor en serie, un activo que hay que proteger

Claudia de la Riva tiene claro que el emprendimiento, especialmente en serie, es beneficioso para el país. Asegura que aunque 9 de cada 10 startups mueran, en su camino han generado trabajo, soluciones tangibles y han movido la economía nacional. 

No es poco. 

"Por no hablar de la que triunfa, de la que queda con vida, esa generará incontables oportunidades de distintas índoles para todos", subraya.

Apunta también que hay mucho talento español y es necesario explotarlo: "Hay mucha incultura por parte de quienes nos gestionan, a los emprendedores no se nos dan facilidades, al contrario, nos dificultan hacer crecer el proyecto o iniciarlo".

Por ello, argumenta que si el país no protege al emprendedor en serie, la gente con ideas, empresarios y futuras riquezas emigrarán a dónde se les cuide. 

Con todo en contra, ella emprende y lo intenta una y otra vez. "Sí, el impulso que se experimenta es difícil de explicar. Es un cúmulo de sensaciones explosivas, algunas excepcionales y otras muy malas".

"Esa adrenalina, el aprendizaje inyectado en vena y la satisfacción que genera hacen que no puedas salir de la rueda", sentencia.

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