El resurgir de Nannyfy y Kokoro Kids: se fusionan y apuestan por el aprendizaje inclusivo en Apolo Kids

¿Por qué Apolo? 

"Supimos al instante que ese era el nombre, nadie sabe por qué pero a todos nos gustó", explica en primicia Claudia de la Riva, fundadora de Nannyfy, en una entrevista a Business Insider España. 

"Buscábamos tener una marca potente, que represente talento e inspiración", añade. 

Así nació Apolo Kids, de la fusión de Kokoro Kids y Nannyfy, una plataforma de aprendizaje personalizado e inclusivo que acompaña a los niños desde los 2 hasta los 15 años, y que aspira a revolucionar el enfoque desde el que se aborda la educación de los colectivos con necesidades especiales. 

La emprendedora catalana sentencia que "la educación del colegio no es suficiente". "Ahora entendemos que cada niño tiene unas necesidades distintas, necesita unos recursos distintos, y ahí es donde estamos entrando nosotros para ser un complemento educativo después del cole y en el cole”. 

En este nuevo resurgir, de la Riva asume el cargo de CEO, mientras que Carles Pons, fundador de Kokoro Kids, ocupa el puesto de CPO. Además, los equipos de las dos empresas llevaban ya meses trabajando juntos antes de formalizar esta fusión. "Nos fuimos a vivir juntos antes de casarnos, y lo hemos hecho bien”, apunta de la Riva entre risas. 

Según subraya, con Kokoro Kids y su fundador, Carles Pons, hubo buena sintonía desde el primer minuto. Pons es un emprendedor en serie, conocido porque una de sus startups, Exelweiss Entertainment, germen de la exitosa Akamon Entertainment (2011), fue una de las primeras grandes ventas en 2015 –por un valor de 25 millones de euros–. 

“Siempre vimos las sinergias, especialmente porque Carles tiene un perfil mucho más tecnológico, más de producto, y yo soy más de branding y marketing”, aclara la emprendedora, que habla con emoción de los éxitos de su nuevo cofundador y compañero.

Mejorías de un 65% en menos de un mes

“Entre el 25 y el 28% de la población son niños neurodivergentes que necesitan o requieren de educación especial", señala.

Apolo Kids ofrece una aplicación cognitiva que ayuda a niños de 2 a 7 años, creando juegos donde con aproximadamente 17 niveles. "Ahora mismo tenemos alrededor de 300 juegos y diferentes categorías, lectoescritura, letras, números, programación, arte, ciencias, emociones". 

Uno de los puntos fuertes de esta solución es que consigue detectar y evaluar las capacidades del niño, a medida que le ofrecen los contenidos. 

“Nunca preguntamos la edad, sino que hemos incorporado un test de nivel donde podemos medir el nivel o la capacidad del usuario dentro de cada categoría”. De esta forma, se adaptan, así la atención es completamente personalizada independientemente de la edad o del curso. 

“En el sector de la educación especial nos quieren porque ven un desarrollo, una evolución de alrededor del 65% en menos de un mes. Es decir, el niño que el primer día está utilizando Kokoro Kids, por ejemplo, en lectoescritura, aprende a escribir la C y la A. En 30 días sabrá hacer entre siete y diez y diez letras". 

Esto, que puede parecer sencillo, no lo es. Y es algo que en un colegio de educación especial, si nos tienen recursos o estructura suficiente, es muy difícil que pase.

“Los profesores necesitan este tipo de producto” 

En Apolo Kids tienen tan claro el éxito que supone la implementación de su herramienta en los colegios que, próximamente, los avances de 12 niños serán analizados por la Universidad de Valencia de forma científica, midiendo más de 200 variables distintas. 

Según destaca Claudia de la Riva: “los profesores necesitan este tipo de producto, no tenemos competencia, hay un gran tamaño de mercado y hay una necesidad aún mayor. Queremos poder ayudar a familias y a colegios de este tipo”. 

“Queremos crecer, pero a paso firme”

El equipo de Apolo Kids, crece, pero como señalan, lo hacen "a paso firme”.  Actualmente son 13 trabajadores y 4 freelance. Su objetivo es multiplicar por 3 su volumen de negocio antes de que acabe el ejercicio; esperan crecimientos aún mayores en 2024,  año en el que entrarán con fuerza en los colegios de España y el extranjero. 

De aquí a final de año, Apolo Kids se centrará en seguir una hoja de ruta centrada en lograr acuerdos con hasta 50 colegios. Sus objetivos a corto y medio plazo pasan por aumentar la retención de los usuarios, así como por continuar incorporando nuevos contenidos que potencien la aplicación durante los próximos meses.

“Auguramos que este 2024 vamos a crecer mucho más porque porque ya no vamos solo con el ticket mensual de suscripción, sino que los colegios comprarán la solución integral de formación y de aplicación para poder ayudar a los niños en sus clases”

En cuanto al número de usuarios, ahora están en 45.000 mensuales. “Queremos superar los 80.000. Tenemos alrededor de 150.000 usuarios registrados  en nuestra aplicación, y para final de año calculamos rozar los 250.000”. 

Un proyecto sustentado en grandes apoyos

La fusión llega tras la reciente elección de Kokoro Kids, junto a otras nueve startups, para formar parte del programa “Play for All” de la Fundación Lego, que en diciembre de 2022 otorgó a la plataforma una subvención de más de 550.000 euros.

Con el apoyo de la Fundación Lego, Apolo Kids busca fomentar un método de aprendizaje que funcione como una herramienta de educación inclusiva para menores con necesidades especiales, sobre todo, niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y con el Trastorno del Espectro Autista (TEA).

En los últimos meses, Apolo Kids también ha sido elegida  como una de las seis startups en fase de crecimiento en el Programa Anjal Z Techstars Founder Catalyst para expandir sus servicios a Abu Dhabi. El proyecto está dotado con una subvención de alrededor de 200.000 euros. 

Code.org y Vicens Vives también se encuentran entre los socios estratégicos de la firma con el objetivo de ofrecer a todos los niños contenidos educativos certificados y de calidad. Apolo Kids también colabora estrechamente con AuTICmo para adaptar la formación de la app a niños con TEA y unir fuerzas en la oferta a colegios y centros educativos.

Además, la fusión cuenta con el respaldo de los inversores de ambas firmas, entre los que se incluyen Wayra, K Fund, Bankinter y Jota2Group.

El resurgir de Nannify

El 2021 fue un año difícil para Claudia de la Riva y su startup, Nannify. La emprendedora se encontró en medio de una mediática crisis después de que tuviera que congelar la nómina a su equipo por no haber recibido la inyección de liquidez que le prometía desde hace meses uno de sus potenciales inversores. 

Finalmente el inversor resultó ser lo que podría llamarse un psicópata laboral: “Confié en él y me la jugó. Al tiempo me entere por conocidos que se lo había hecho a tres o cuatro emprendedores más”.

“Esos momentos que viví en 2021 no fueron fáciles, pero sucedió así". La startupera supo sobreponerse a un contexto que pintaba oscuro y salió del hoyo levantando una nueva ronda de 900.000 euros con la que pudo pagar las deudas a los exempleados.

Cuenta que es importante expresar que en una startup existen momentos de subidas y bajadas, que cuando estás arriba todo es muy fácil, pero que cuando bajas, también hay que saberlo gestionar.

"Ahora me preguntan y siempre digo que estoy en un momento maravilloso, disfrutando con un equipo brutal y con un proyecto que impacta de forma directa y muy positiva en la educación y en la sociedad". 

"Si no hubiese pasado lo que pasé, ahora mismo no estaría donde estoy y donde estamos: Arrancando Apolo Kids junto al equipo de Kokoro y a Carles Pons". 

"Yo creo que los caminos de la vida te van guiando un poco, para bien o para mal, pero siempre haciéndote más fuerte", concluye firmemente convencida la catalana.