El comercio electrónico vuelve en España a niveles prepandemia, según el último barómetro europeo de Geopost y Seur

Comercio electrónico

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  • Tras un año de repunte, el comercio electrónico retrocede en 2022 al 70%, por debajo del 71% que registró en 2019, antes de la pandemia, según el último informe de Seur y Geopost.
  • También han retrocedido las compras de los compradores online habituales y los pedidos que llegan a cada cliente por mes, aunque la cifra del total del consumo resiste algo el golpe.

En muchos ámbitos, la pandemia comienza a ser ya un lejano recuerdo, un mal sueño. Esto se deja notar sobre todo en el consumo, donde un tiempo con valores inusuales está dando paso ya a las cifras de siempre. La pandemia que tanto nos iba a cambiar no nos cambió tanto, y la nueva normalidad se parece mucho a la antigua.

Buena muestra de ello la está dando el comercio electrónico. El porcentaje de compradores online ha vuelto en 2022 al 70%, una cifra que anda incluso por debajo del 71% que registró el sector en 2019, antes de la pandemia, y que desde luego está muy por debajo del 77% de 2021.

Al menos esto es lo que refleja el último barómetro europeo de comercio electrónico elaborado por Seur y Geopost, que hace una radiografía del estado de ecommerce en el viejo continente.

En España, la conclusión es clara: tras un periodo de repunte forzado por la pandemia y por ciertas costumbres adquiridas durante esos meses, el público vuelve a optar en mayor o menor medida a la tienda física. 

Como resultado, el porcentaje del consumo total que representa el comercio electrónico totaliza un del 14,4%, menos que el 15,5% de 2021, aunque por encima todavía del 12,6% que suponía en 2019. 

De igual manera, el número de pedidos de media recibidos por mes vuelve a los 4,6 en 2022, exactamente la misma cifra de 2019. Se trata de un descenso de un punto con respecto a los 5,6 de 2021.

Los compradores online habituales es decir, los que compran al menos una categoría de productos online al mes, representan un 40% del total de consumidores tras haber supuesto un 35% en 2019 y un 44% del total en 2021. Hoy, el comercio online representa un 82% de todas sus compras, mientras que en 2021 suponían un 85%. 

La cifra aún anda algo por encima del 78% que representaban en 2019, lo que significa que el comercio electrónico mantiene algo de terreno entre los ya convencidos.

El comprador online español, menos sensible a los precios que el europeo

A diferencia de los e-shoppers europeos, más sensibles a los precios, este año los españoles son menos sensibles a los descuentos: el precio no desempeña un papel decisivo en sus compras, si bien es un factor que tienen en cuenta.

En concreto, más de la mitad considera que comprar por Internet les ayuda a ahorrar dinero (frente a dos tercios de los e-shoppers de la UE). Así, la compra online se percibe sencillamente como una forma más cómoda de comprar que eventualmente permite ahorrar dinero, pero que sobre todo lo que permite ahorrar es tiempo.

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A ello cabe sumar otro fenómeno: las redes sociales. El 70% de los e-shoppers habituales compra a través de ellas principalmente porque hacerlo les sirve para encontrar información, inspiración o valoraciones de los productos por los que están interesados.

Se trata de una tendencia general. Mientras que el 70% de los compradores online habituales comparten sus opiniones en Internet tras haber realizado una compra online, la importancia de recomendar a familiares o amigos en las redes sociales disminuye en 2022 la friolera de 10 puntos porcentuales. La confianza depositada en un sitio web también es un factor menos relevante que el año pasado tras descender.

En la otra cara de la moneda, los compradores online menos habituales están menos satisfechos con esta modalidad de compra. Solo el 75% afirma que su última experiencia de entrega fue sencilla, lo que supone un descenso de 5 puntos con respecto al 80% de 2021.

"Tras el boom de la pandemia, el e-commerce ha entrado en una fase más selectiva, con un cambio de enfoque de lo no esencial a lo esencial", ha explicado sobre estos resultados Jean-Claude Sonet, vicepresidente ejecutivo de Marketing, Comunicación y Sostenibilidad de Geopost.

Y ha ahondado: "Los e-shoppers siguen valorando las múltiples ventajas de comprar alimentos online; en particular, la comodidad y el tiempo que se ahorran. Sin embargo, las expectativas de los consumidores están aumentando en todas las categorías, incluidos los alimentos y productos frescos".

En especial, ha explicado Sonet, se exigen productos frescos y una entrega rápida. "En el contexto de una expansión continua del comercio electrónico, la categoría de alimentos y productos frescos tiene un enorme potencial y los servicios de entrega flexibles e innovadores desempeñan un papel fundamental".

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