Cómo conservar el cava o el champagne una vez abierto para no perder las burbujas

Nada más habitual que dar la bienvenida al Año Nuevo que brindando con una buena copa de cava o champagne. 

Si bien para muchos estas bebidas resultan similares, lo cierto es que no lo son. Más allá de la diferencia notoria del precio, el cava y el champagne difieren en aspectos como el tipo de uva, suelo o clima necesario.

Pero sí guardan similitudes en algo: las burbujas, una característica clave de los espumosos.

Existen distintos métodos para su creación, pero el llamado tradicional o champenoise  confiere una mejor calidad de las burbujas y la complejidad del vino, aseguran los expertos.

Conlleva someter al vino a una segunda fermentación en botella. Antes de empezar, se le añade una mezcla de azúcar y levaduras que crearan CO₂, el cual no se pierde en el ambiente y se integra con el líquido.

Por tanto, las burbujas definen al cava y el champagne, por lo que acabar con ellas le quita toda la gracia a estos productos. Algo que suele pasar cuando te dejas una botella de espumoso abierta.

Cómo guardar una botella espumoso una vez abierta

Ya que este tipo de vinos pierde propiedades muy rápidamente. Por lo que mejor, intentar no dejarla abierta.

Si vas a abrirte una botella de cava para hacer un brindis y poco más, quizá te interesa comprar un tamaño de botella más pequeño, por ejemplo benjamines. Perfecta para dos.

Asimismo es importante tener en cuenta que, como remarcan desde Freixenet, el cava sale al mercado en su momento óptimo de consumo, por lo que deberías consumirlo en un periodo no muy largo de tiempo. Una botella de cava puede conservar sus propiedades hasta un año después de haberlo comprado. Por lo que nada de guardar en la despensa más tiempo.

Esto es importante, ya que cuanto mejor esté conservado el vino, más fácil será después mantenerlo en buen estado.

Otro aspecto a saber es que no debes guardarlo en la puerta de la nevera al enfriarlo. No es recomendable porque la botella tiene que soportar movimiento constantemente, lo que puede alterar el líquido.

Una vez descorchada, debes también  mantenerla en frío, ayudándote de una cubitera, mientras se bebe, para asegurar su conservación. 

Si no te las terminas, cómo se guarda el cava o champagne una vez abierto. Como es obvio con un tapón que favorezca el cierre al vacío. De lo que se trata es de evitar el contacto del líquido con el aire para que no se oxide ni se escape el gas.

Puedes tener la tentación de recurrir a meter una cucharilla de café. Desafortunadamente, este método milagroso es solo un mito, invalidado en 1995 por el equipo físico-químico del Centro Interprofesional de Vinos de Champagne. Tras analizar botellas tapadas con este método tras 24 horas,  48 y 72 horas todas ellas mostraron pérdida de burbuja.

Entonces, ¿cómo se guarda una botella de espumoso ya abierta? Debes protegerlo de la luz y en un lugar fresco poco sujeto a variaciones de temperatura. Y taparlo con un tapón especial (fácilmente de encontrar en tiendas) que permite conservarlo durante varias horas de manera hermética.

Un truco que proponen desde Vivanco es pasar el contenido a otra botella más pequeña y apretar el corcho de forma firme para que quede cerrado. Y desde Directo al Paladar sugieren usar plástico film bien prieto con una goma elástica. No es la panacea, pero será mejor que nada.