Cómo distinguir una simple falta de memoria de un signo de demencia

Seguro que como todos has experimentado momentos de olvido, ya sea extraviando el celular, las llaves del auto, u olvidando el nombre de una persona que acabamos de conocer. Estas experiencias, aunque frustrantes, son comunes y suelen formar parte del proceso natural del envejecimiento. ¿Significan un posible signo de demencia futura o un simple fallo? 

Es crucial comprender la diferencia entre una simple falta de memoria y los signos de condiciones más serias como la demencia o la enfermedad de Alzheimer, para revisión y prevenir con mucho tiempo de antelación, clave en este tipo de dolencias. Toma nota de cómo distinguir entre estos dos aspectos y cuándo es importante buscar asesoramiento médico.

Pérdida de memoria y envejecimiento

A medida que envejeces, experimentas una serie de cambios en tu capacidad cognitiva, incluida una leve pérdida de memoria. Olvidar ocasionalmente nombres o tener que hacer listas para recordar tareas son ejemplos típicos de este proceso. Estos pequeños olvidos, aunque molestos, no afectan significativamente tu capacidad para llevar una vida independiente y productiva. 

La clave está en que estos olvidos son manejables y no interfieren con tus actividades diarias, permitiéndote trabajar y mantener una vida social activa.

Pérdida de memoria y demencia

La demencia, a diferencia de la simple pérdida de memoria asociada con el envejecimiento, se refiere a un grupo de síntomas que afectan la memoria, el pensamiento y las habilidades sociales lo suficiente como para interferir con la vida diaria. 

No se trata de una enfermedad específica, sino de un término general que abarca varias enfermedades y condiciones, incluida la enfermedad de Alzheimer.

Los signos de la demencia pueden incluir:

• Repetir las mismas preguntas varias veces.
• Olvidar palabras comunes durante una conversación.
• Mezclar palabras o utilizar una incorrectamente.
• Tardar más tiempo en completar tareas diarias.
• Colocar objetos en lugares inapropiados.
• Perderse en lugares conocidos.
• Experimentar cambios de humor o de comportamiento sin razón aparente.

Estos síntomas suelen comenzar de manera gradual y se van agravando con el tiempo, afectando significativamente la capacidad de una persona para funcionar en su día a día.

Deterioro cognitivo leve

El deterioro cognitivo leve se encuentra en un punto intermedio entre el envejecimiento normal y los síntomas más serios de la demencia. Se caracteriza por una disminución notable en las habilidades de pensamiento que, aunque más pronunciada que lo esperado para la edad, no es lo suficientemente grave como para interferir con las actividades diarias. 

Aunque algunas personas con deterioro cognitivo leve eventualmente desarrollan demencia, no todas lo hacen, y algunas incluso pueden experimentar una estabilización o mejora en sus habilidades cognitivas.

Causas reversibles de la pérdida de memoria

No todos los casos de pérdida de memoria están relacionados con el envejecimiento o la demencia. Existen varias condiciones tratables que pueden causar síntomas similares:

• Medicamentos: algunos fármacos o combinaciones de estos pueden afectar la memoria.
• Un trauma o lesión en la cabeza. Incluso una lesión leve puede impactar en la memoria.
• Trastornos emocionales: el estrés, la ansiedad y la depresión pueden provocar olvidos y confusión.
• Trastornos del sueño: problemas como la apnea del sueño pueden afectar la cognición.
• Alcoholismo: el consumo excesivo de alcohol puede deteriorar la memoria.
• Deficiencia de vitamina B12: esta vitamina es esencial para el funcionamiento del cerebro y la memoria.
• Hipotiroidismo.

Los estudios científicos al respecto

La diferencia entre la falta de memoria habitual y los signos de demencia es un tema de gran interés en la comunidad científica, con numerosos estudios enfocados en identificar marcadores claros que distingan uno del otro. 

Hay estudios como este sobre los efectos cardiovasculares de los ácidos grasos omega-3 y su impacto en las enfermedades cardiovasculares, que sugiere que el consumo incrementado de estos nutrientes, provenientes de pescado o suplementos de aceite de pescado, puede reducir las tasas de mortalidad por todas las causas, muerte cardíaca y súbita, posiblemente derrame cerebral. El estudio subraya la importancia de una dieta saludable en la prevención de enfermedades que pueden impactar la función cognitiva.

Cuándo consultar al médico

Si tú o alguien cercano experimenta problemas de memoria o cambios en el pensamiento que preocupan, es crucial consultar a un profesional de la salud. Un diagnóstico temprano es fundamental para identificar posibles causas reversibles de la pérdida de memoria y, en casos de demencia, para comenzar un tratamiento que pueda ayudar a manejar los síntomas y mejorar la calidad de vida.

Un estudio al respecto

Este se centra en la detección temprana de la demencia. Evalúa el impacto de diferentes estrategias de detección en la identificación de la demencia en poblaciones ancianas y sugiere que monitorear a personas con deterioro cognitivo leve debido a su mayor riesgo de desarrollar demencia es un enfoque clave en la gestión de la salud cognitiva.

Aceptar cambios en la memoria puede ser difícil de digerir y fácil de negar, pero es importante abordar estos problemas sin demora. Un diagnóstico temprano ofrece la oportunidad de tratar condiciones reversibles, planificar el futuro y, en casos de demencia, acceder a recursos y apoyo disponibles. Identificar la causa subyacente de la pérdida de memoria permite tomar decisiones informadas sobre el cuidado y el tratamiento.

Sobre todo, ten en cuenta que mientras que cierto grado de olvido puede ser parte natural del envejecimiento, cambios significativos en la memoria y el pensamiento pueden ser señales de alerta que no debes ignorar y actuar rápidamente para que te realicen pruebas y chequeos.