El error que la mayoría de españoles cometen al diversificar sus inversiones: poner todos los huevos en la misma cesta

Lobo de Wall Street

¿Qué hace que una cartera de inversión sea sólida? Uno de los atributos más repetidos es lograr una buena diversificación de activos. Diversificar no es más que la aplicación del clásico dicho de no poner todos los huevos en una misma cesta. En otras palabras, no apostarlo todo a una sola carta o comprar una sola acción.

Visto así diversificar tu cartera de inversión puede parecer hasta fácil. Sin embargo, la realidad es algo diferente. “La mayoría de españoles comete un mismo error al diversificar sus inversiones”, explica José Manuel García Rolán, Independent Private Banker en Andbank. Y además lo hacen sin ser conscientes de ello.

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El caso más repetido es “el de ahorradores que tienen su depósito en España, invierten en acciones del Ibex y, en el mejor de los casos tienen bonos de España”, indica Rolán. A simple vista se puede llegar a pensar que sus ahorros están bien diversificados. A fin de cuentas, está invertido en activos a corto plazo (el depósito) y tanto en activos de renta variable (acciones) como de renta fija (bonos).

El problema, como señala García Rolán es que “en realidad, estamos diversificando por clase de activo pero a la vez estamos concentrando riesgos por país. Mañana la situación económica o política se deteriora, aumenta la prima de riesgo país, y toda nuestra cartera se ve afectada negativamente”.

Cómo diversificar una cartera de inversión

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El caso anterior es solo un ejemplo de cómo las personas tienden a fijarse en lo que conocen y en lo que tienen más cerca al invertir. Esto hace que sus carteras no estén bien diversificadas en términos geográficos.

Y es que existe más de una forma de diversificar tus inversiones. García Rolán relata por lo menos cinco fórmulas con las que debes hacerlo. Son las siguientes:

  • Diversificar usando diferentes clases activos. Esto pasa por combinar renta variable y renta fija junto con activos del mercado monetario e incluso inversión inmobiliaria o crowdlending. La fórmula clásica por asignar un porcentaje de la cartera a renta variable y otro a renta fija e ir cambiando este porcentaje según los objetivos e incluso según tu edad. Como norma general, más renta fija implicará más volatilidad y riesgo, pero será más adecuada para inversiones a largo plazo.
  • Diversificar invirtiendo en varias áreas geográficas. Ya hemos visto un ejemplo de la importancia de no concentrar la inversión en un país. Este consejo se puede ampliar a regiones enteras como la Unión Europea o Estados Unidos. Por eso mismo hay estrategias específicas para comprar el mundo entero con un único producto.
  • Diversificar invirtiendo en diferentes sectores. Una buena diversificación de la cartera combinará distintos sectores económicos y les otorgará un peso específico en función del punto del ciclo económico en el que nos encontremos. Invertir en empresas de más de un sector también ayuda a reducir riesgos. En caso de una mala noticia que afecte a un sector, la cartera no sufrirá tanto.
  • Diversificar con distintas clases de títulos. Esto pasa por “combinar productos con diferentes niveles de riesgo, horizontes de inversión, rentabilidad y liquidez o tipo de gestión, en otras cosas”.

También se puede diversificar combinando estilos de inversión (inversión value con inversión pasiva o con fondos guiados por analistas técnicos).

Estudia la correlación de tu cartera

La diversificación es una de las claves para una buena distribución de activos o asset allocation de la cartera de inversión. Esta distribución de activos es la que marcará en buena medida la rentabilidad de tus inversiones y su volatilidad.

Una forma de minimizar estos impactos es estudiar la correlación entre los activos de tu cartera. La correlación es un término estadístico que hace referencia a la relación lineal entre dos o más activos. Cuando dos activos están correlacionados de forma positiva, su comportamiento será similar ante los mismos estímulos. En otras palabras, cuando uno suba el otro también lo hará y viceversa.

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A modo de ejemplo, la bolsa europea y la estadounidense están altamente correlacionadas. Si el mercado estadounidense sube, el europeo lo reflejará en su siguiente sesión. Una cartera con activos altamente correlacionados será muy volátil porque todas las inversiones se comportarán de forma similar. Por el contrario, con correlaciones negativas su volatilidad será menor.

Un coeficiente de correlación adecuado para una cartera bien diversificada no debería superar el 0,5 según el coeficiente de correlación de Pearson, que oscila entre el 1 y el -1.

Al final, la clave para una buena diversificación de tus inversiones pasa por combinar activos de diferentes clases y sectores. Así estarás cubierto ante eventuales imprevistos.

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