La revolución de la IA, según dos estrellas de Wall Street: de la burbuja en bolsa a la carnicería del mercado laboral que se avecina

William Edwards
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La tecnología lleva alterando el mercado laboral desde hace cientos de años, como demuestran estos luditas británicos del siglo XIX retratados destruyendo las máquinas de las fábricas.
La tecnología lleva alterando el mercado laboral desde hace cientos de años, como demuestran estos luditas británicos del siglo XIX retratados destruyendo las máquinas de las fábricas.

API/Gamma-Rapho vía Getty Images

  • Tanto David Rosenberg como Rob Arnott auguran grandes trastornos en el mercado laboral. 
  • Según ellos, las acciones relacionadas con la IA también están sobredimensionadas en el actual contexto de euforia.
  • Rosenberg establece paralelismos con la era de las puntocom. Arnott compara el furor actual con la fiebre por las acciones del sector de los coches en 2021.

Quizá el mayor temor que rodea a la inteligencia artificial es que nos quite el trabajo

Según dos grandes nombres de Wall Street, ese temor tiene fundamento.

Business Insider ha pedido a varios economistas y estrategas de primera línea que opinen sobre la IA para saber cómo creen que reconfigurará la economía y los mercados. Las opiniones van desde lo que la IA supondrá para la reducción de la jornada laboral hasta el nivel de innovación que alcanzará en comparación con avances tecnológicos anteriores. 

El famoso economista David Rosenberg y la auténtica estrella de la inversión cuantitativa Rob Arnott coinciden en dos grandes cuestiones: la IA provocará, en efecto, una alteración radical del mercado laboral, y el actual furor inversor impulsado por la IA está generando una burbuja bursátil. 

Carnicería —y renacimiento— del mercado laboral

En lo que respecta al mercado laboral, Arnott afirma que no se trata tanto de la tecnología en sí como de quién puede utilizarla en su beneficio. En cualquier caso, desaparecerán "millones" de puestos de trabajo. 

"No se perderán puestos de trabajo por la IA. Millones de puestos de trabajo se perderán a manos de aquellos que sí sepan cómo utilizar la IA", afirma Arnott, fundador de Research Affiliates, en un correo electrónico. "La gente puede ver la IA como un riesgo o una oportunidad. Para todos nosotros, es ambas cosas. Preocuparse por si es buena o mala, un riesgo o una oportunidad, es una completa pérdida de tiempo, ya que su rápida evolución —de formas que ni nosotros ni nuestros reguladores podemos imaginar— es inevitable".

Rob Arnott dice que la IA evolucionará rápidamente y revolucionará el mercado laboral.
Rob Arnott dice que la IA evolucionará rápidamente y revolucionará el mercado laboral.

Tim Boyle/Bloomberg vía Getty Images

Pero la IA también provocará la creación de nuevos puestos de trabajo, asegura, citando lo que ocurrió tras innovaciones anteriores como Internet, los ordenadores, el gas y la energía solar, y los automóviles. 

"Todas las disrupciones importantes desde el inicio de la revolución industrial han costado puestos de trabajo a millones de personas. Y han generado millones de puestos de trabajo. Y han hecho avanzar a la humanidad inexorablemente, únicamente ralentizadas por los luditas de cada generación", afirma.  "Podemos decir con seguridad que más del 95% de los empleos de hace 200 años ya no existen. Y no se echan de menos, aunque millones de personas hayan visto interrumpido su medio de vida en el proceso".

Rosenberg, antiguo economista jefe para Norteamérica de Merrill Lynch y fundador de Rosenberg Research, también prevé cambios a gran escala. Pero tiene una opinión algo más pesimista sobre la creación de nuevos empleos paralela a la de Internet -al menos a corto plazo- y afirma que la IA podría provocar un aumento del desempleo. 

"Internet suscitó temores similares hace varias décadas y, en realidad, acabó creando millones de puestos de trabajo, aunque es poco probable que el camino que tome la IA sea tan halagüeño", afirma Rosenberg en un correo electrónico. "El tipo de tecnología de IA de la que hablamos hoy tiene unas características de desplazamiento laboral mucho más acusadas, porque estamos hablando de que una generación de analistas de cualquier profesión, por ejemplo, será totalmente sustituida. Y el ahorro de costes será increíble".

Y añade: "Las implicaciones de la IA generativa en el mercado laboral serán de conmoción y de creciente incertidumbre laboral".

El secreto de la IA

Cuidado con la burbuja de la IA

Para Arnott, la IA será sin duda positiva para las cuentas de resultados. Pero, dada la especulación desenfrenada que rodea a los principales valores del mercado, las futuras subidas ya están descontadas. 

También afirma que es demasiado pronto para saber quiénes serán los ganadores, y compara la locura actual con la especulación en torno a las acciones relacionadas con los vehículos eléctricos de hace un par de años, que acabó con muchos disgustos, incluso para Tesla, la estrella de los vehículos eléctricos, que llegó a caer un 72%. 

"La IA es un clásico 'Big Market Delusion', un término acuñado por Brad Cornell y Aswath Damodaran [traducible al español como "una falsa de ilusión de gran mercado"]. Se avecina un gran mercado, con grandes empresarios compitiendo por hacerse con una buena posición. Al principio, se suele pensar que todos van a triunfar, aunque compitan entre sí y muchos fracasen. Identificamos los vehículos eléctricos como un BMD en 2021. Dos años más tarde, todos habían tenido un rendimiento inferior sin excepciones, y la magnitud de dicho rendimiento estaba en un orden de clasificación casi perfecto según su relación precio/ventas inicial cuando escribimos el documento de 2021".

"En resumen, la IA cambiará el mundo, materialmente en la próxima década, radicalmente en los próximos 20 años, y más allá de cualquier cosa que podamos imaginar en 50 años. Pero eso ya se ve reflejado en los precios, y es posible que los actores dominantes ni siquiera existan todavía".

El comportamiento de las empresas y los inversores es sorprendentemente similar al de la burbuja de las puntocom, afirma David Rosenberg.
El comportamiento de las empresas y los inversores es sorprendentemente similar al de la burbuja de las puntocom, afirma David Rosenberg.

Gluskin Sheff

Rosenberg también se muestra de acuerdo con la idea de que la IA será positiva para las cuentas de resultados. Pero también cree que los inversores están demasiado ansiosos por seguir subiendo los precios, y establece comparaciones con la burbuja de las puntocom de los noventa, que estalló en el año 2000. 

"Los avances en la tecnología de IA, y sus efectos en cadena sobre la rentabilidad y la productividad, constituyen una tesis de inversión legítima. Pero la ampliación de la inversión de Microsoft en ChatGPT en enero ha desencadenado una "carrera armamentística", en la que los competidores de gran capitalización no han tardado en anunciar sus propios planes", sostiene Rosenberg.

 Como resultado, las empresas se están aprovechando ahora del apetito de los inversores por las noticias sobre cómo los equipos de gestión están utilizando (o planean utilizar) la tecnología, creando un entorno que recuerda a la locura de las puntocom en el año 2000. Es difícil pasar por alto la sensación de "burbuja" en la escalada de precios que comenzó a principios de año, primero con Microsoft y ahora con Nvidia, Google y otros.

"El tipo de comportamiento empresarial que estamos presenciando hoy es inquietantemente similar al que se produjo en el punto álgido de la burbuja de las puntocom, con una empresa tras otra satisfaciendo el apetito de los inversores por noticias sobre cómo planea incorporar internet a su negocio (o impulsando las acciones sólo porque añadieron '.com' al nombre)", prosigue. Así que, aunque creo en los beneficios a largo plazo de la IA, desde el punto de vista del inversor el entorno actual está adquiriendo una especie de 'fiebre'".

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