Muchas personas no son capaces de ver las diferentes versiones de la película It, ni de leer el libro de Stephen King en los que se basa la adaptación cinematográfica. El tétrico payaso Pennywise, su maquillaje y su globo rojo dejan a muchos paralizados y temblorosos: la fobia a los payasos existe, y de hecho, hay un término para designarla: el fenómeno se llama coulrofobia.

Estudios como este hablan de que el pavor a estos personajes circenses está presente en numerosas culturas diferentes, y no solo en la nuestra. Hasta la fecha, no había literatura académica específica que hubiese explorado el origen del terror a los payasos. 

Una nueva investigación explicada en la revista científica The Conversation se ha propuesto desentrañar las raíces de esta fobia y la psicología detrás del pavor que provocan los payasos. Además, el estudio también pretendía saber en qué porcentaje es común y conocer la gravedad del miedo.  

Se diseñó un cuestionario psicométrico para evaluar la prevalencia y la gravedad de la coulrofobia. El Cuestionario sobre el Miedo a los Payasos fue cumplimentado por una muestra internacional de 987 personas con edades comprendidas entre los 18 y los 77 años.

¿Cuáles fueron los resultados? Más de la mitad de los encuestados (53,5%) afirmaron reconocieron temer a los payasos en cierto modo, mientras que el 5% afirmó experimentar "miedo extremo" ante estos personajes, inspirados en bufones o arlequines.

Los payasos dan más miedo que la sangre, las alturas o los espacios cerrados

Analizando la proporción de personas que tienen fobia a los payasos, el porcentaje es ligeramente superior al de otras muchas fobias comunes, como los animales (3,8%), la sangre/las inyecciones/las lesiones (3,0%), las alturas (2,8%), el agua estancada o los fenómenos meteorológicos (2,3%), los espacios cerrados (2,2%) y volar (1,3%).

Por género, las mujeres experimentan más la fobia a los payasos que los hombres, aunque no está clara la razón de esta diferencia. Y un dato curioso: al igual que otros miedos, el miedo a los payasos disminuye con la edad.

8 explicaciones posibles del miedo a los payasos, y la ganadora definitiva

El siguiente paso fue que el 53,5% de los encuestados que tenían miedo a los payasos cubriese un cuestionario sobre las 8 posibles explicaciones del temor: 

1. Una sensación inquietante o perturbadora debida al maquillaje de los payasos, que les hace parecer poco humanos. Una respuesta similar se observa a veces con muñecos o maniquíes.
2. Los rasgos faciales exagerados de los payasos transmiten una sensación directa de amenaza.
3. El maquillaje de payaso oculta las señales emocionales y crea incertidumbre.
4. El color del maquillaje de los payasos nos recuerda la muerte, una infección o una herida de sangre, y evoca repugnancia o evitación.
5. El comportamiento impredecible de los payasos nos incomoda.
6. El miedo a los payasos se ha transmitido o aprendido de otros miembros de la familia.
7. Representaciones negativas de los payasos en la cultura popular.
8. Una experiencia personal aterradora con un payaso.

La última explicación obtuvo el nivel de acuerdo más bajo, y, por el contrario, las representaciones populares negativas en el cine o en la literatura obtuvieron mucho peso, lo que es una posible explicación de ese miedo.

Pero la cultura pop no basta: incluso hay gente con temor a Ronald McDonald, y el payaso de la cadena de comida basura no está diseñado para causar inquietud. 

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¿Cuáles fueron entonces las principales razones detrás de esta extendida fobia? Las señales emocionales ocultas: el maquillaje esconde sus expresiones faciales y, por tanto, oculta también sus verdaderas intenciones. No es posible ver si sonríen, están tristes o fruncen el ceño: la máscara de la pintura impide detectar lo que piensas y por ende, causa nerviosismo en su receptor. 

La investigación no ha terminado: los principales autores del artículo quieren averiguar si las caras pintadas de animales provocan el mismo efecto, o existe un fenómeno todavía más particular en el maquillaje facial de los payasos que las ha convertido en criaturas espeluznantes para muchas personas.