Sí, deberías tener hijos, ¡incluso a pesar del cambio climático!

Un lector pregunta a 'The Ethicist' del New York Times si es egoísta y moralmente incorrecto tener hijos hoy en día porque el mundo se está yendo al garete por culpa del cambio climático.

'The Ethicist' (Kwame Anthony Appiah) ofrece una larga y reflexiva respuesta a esta pregunta que se reduce a: "Sí".

¡Y Kwame tiene razón!

El bombardeo actual, 24 horas al día y 7 días a la semana, de titulares horribles y alarmantes -incluidos muchos generados por Business Insider y el New York Times- puede crear la impresión de que la vida es hoy de algún modo peor o más peligrosa o más incierta que nunca. Y que, por tanto, sería ruin, egoísta o irresponsable que los futuros padres trajeran hijos al mundo.

Pues no. La vida es un regalo espectacular y astronómicamente improbable, no importa dónde ni cuándo ocurra.

Pero lo más importante es que, a pesar del cambio climático y otros factores, el mundo no está peor que nunca. De hecho, en la mayoría de las medidas que afectan a la calidad de la vida humana ( por no decir animal o vegetal) -esperanza de vida, ingresos, salud, muerte por violencia, medicina, conciencia social y justicia, por nombrar algunas- cada vez es mejor.

Si quieres un repaso exhaustivo, el profesor de la Universidad de Harvard Steven Pinker expone muchas de estas tendencias en un libro de 2018 titulado "The Better Angels of our Nature" ("Los ángeles que llevamos dentro", en su edición en español). Pero para una demostración visual inmediata, el siguiente gráfico es un buen ejemplo.

En los últimos 200 años, el porcentaje de humanos que viven en la pobreza extrema ha disminuido del 76% al 10%.

Hay docenas de otros datos alentadores como éste.

Sí, el 10% de los seres humanos que viven en la pobreza extrema siguen siendo demasiados. Y nuestro mundo se está calentando. Y muchos de nosotros seguimos padeciendo, matándonos y muriendo demasiado pronto de forma trágica. Todavía hay demasiadas enfermedades y afecciones que nos paralizan e incapacitan. Nuestros sistemas educativo y judicial necesitan mejoras. Nuestras sociedades siguen plagadas de injusticias y desigualdades. Los océanos están llenos de plástico. Las selvas tropicales y los animales están siendo diezmados. Sigue habiendo guerras. Y así sucesivamente.

En resumen, seguimos teniendo muchos problemas acuciantes que debemos resolver.

Pero siempre los hemos tenido. Y siempre los tendremos.

En los años sesenta, cuando mis padres decidieron valientemente traerme al mundo, el temor que dominaba la conversación era la destrucción nuclear (posiblemente peor que el cambio climático). Sigue siendo un riesgo, por supuesto. Afortunadamente, hemos conseguido evitarla durante el último medio siglo. Esperemos que podamos seguir haciéndolo.

Y, por supuesto, en aquellos días, los cigarrillos, el alcohol, los coches, los aviones, los medicamentos y otros productos nos mataban y mutilaban, destruían nuestras vidas y destrozaban el medio ambiente, y nuestros procesos de fabricación eran mucho menos seguros que los actuales. (¡Cuando yo era niño, se consideraba una actitud totalmente responsable meter a los niños en el coche sin cinturones de seguridad ni sillas de seguridad!).

Y, sí, en los 57 años que he tenido la suerte de vivir, muchos de mis compañeros han muerto demasiado jóvenes, incluso algunos a los que —sin tener la culpa— la vida les resultaba demasiado difícil. Y, como la mayoría de las familias, la mía ha vivido momentos difíciles y tragedias.

Pero estoy agradecido a mis padres por haber superado sus miedos y haberme traído al mundo.

Y no conozco a nadie que piense de otro modo.

Así que, sí, futuros padres preocupados, no dudéis en tener hijos. La vida es un regalo. Con el tiempo, si viven lo suficiente, vuestros hijos os estarán agradecidos por habérsela dado.

Además, si te planteas una pregunta como ésta, significa que te preocupas, y lo más probable es que transmitas esa consideración y sentido de la responsabilidad a tus hijos.

Y necesitamos más gente como tú en el mundo.