Dejé Stanford para crear un asistente de inteligencia artificial: la IA generativa ayuda a mi nueva empresa a competir con los grandes del mercado

La fundadora de NOX, Molly Cantillon, cree que la IA generativa está cambiando quién puede crear nuevos productos.
La fundadora de NOX, Molly Cantillon, cree que la IA generativa está cambiando quién puede crear nuevos productos.

Molly Cantillon

Lakshmi Varanasi,

| Traducido por: 
  • Molly Cantillon, ex estudiante de Stanford, de 20 años, fundó NOX, un asistente de IA personalizado.
  • Cantillon cree que la IA generativa ha derribado las barreras sobre quién puede revolucionar la industria.

Este artículo se basa en una conversación con Molly Cantillon, una exalumna de Stanford y fundadora de NOX, un asistente personalizado de IA.

De la misma manera que las personas sostuvieron iPhones en sus manos por primera vez hace 17 años, esta generación nunca olvidará la primera vez que usaron ChatGPT: fue como magia de verdad.

Ha roto la barrera tecnológica de Silicon Valley al reunir a personas de diferentes culturas, ocupaciones y niveles de ingresos con un optimismo renovado sobre el futuro. No puedes entrar a una cafetería sin ver cómo se ilumina la pantalla de alguien.

Vi ChatGPT como un prólogo de algo más profundo: un asistente personal sofisticado que me entendía mejor de lo que yo me entendía a mí misma.

Las personas anhelan tener a alguien a quien puedan consultar antes de tomar decisiones importantes, alguien que responda cuando lo soliciten, los oriente desde lejos y complete las tareas de manera proactiva, considerando detalles importantes y olvidados. Es el tipo de compañero con el que Hollywood y la ciencia ficción siempre han fantaseado, pero que no había sido posible antes de la revolución de la IA generativa.

NOX, el asistente personal de IA que construí, fue creado para llenar ese vacío.

Estoy construyendo NOX para ayudar a personas como yo a mantenerse cuerdas

Inicialmente, construí NOX como una solución de hardware en junio de 2023. Lo imaginé como un dispositivo de grabación en la muñeca que actuaría como un segundo cerebro al capturar y recordar cada detalle de mis interacciones diarias. Almacenaría todas mis conversaciones memorables, elementos de acción e incluso los pequeños detalles que había notado sobre un amigo.

Después de ese verano, regresé a Stanford con una caja de relojes con esa solución, los distribuí entre mis amigos y esperé a oír sus comentarios.

Recibía mensajes de texto a lo largo del día que decían que su reloj se estaba sobrecalentando o acababa de morir. Mientras solucionaba el problema, me di cuenta de que el verdadero valor del producto no estaba solo en recopilar datos sobre su entorno, sino en su capacidad para ejecutar tareas de forma proactiva en nombre del usuario.

Con la ayuda de los modelos y herramientas de OpenAI, convertí NOX en una solución de software pura que hace exactamente eso. Integra cada flujo de información y estímulos que encuentra una persona, los interpreta, resurge los detalles más importantes y, lo más importante, toma medidas.

Si necesitas un Uber para tu próxima cita del calendario, NOX te reservará un viaje. Cuando te despiertes por la mañana, te hará un resumen de las reuniones que has planificado para ese día. Puedes pedirle a NOX que te cancele una si tienes un conflicto. También llamará a personas en tu nombre, programará citas, enviará mensajes de texto a tus amigos con actualizaciones sobre tu vida, establecerá metas y te ayudará a realizar un seguimiento de ellas. Cuantos más recuerdos y conexiones acumula NOX sobre alguien, más puede refinar su comprensión y proporcionar información personalizada.

Tenemos más de 500 usuarios en la plataforma, incluidos atletas de primer nivel como el tenista profesional Reilly Opelka, y una lista de espera de más de 10.000.

Somos nosotros contra los Goliats

Dejé Stanford en diciembre para trabajar a tiempo completo. Recaudé el dinero que necesitaba una semana después y desde entonces me han llegado cheques de destacados inversores y del fondo inicial de OpenAI. También reuní a los hackathoners más brillantes del mundo siguiendo sitios como Github, ProductHunt y Devpost (un saludo a nuestro ingeniero fundador, Aayush Pokharel). Los convencí de vivir conmigo en colchones hinchables en Palo Alto.

Mi vida ha sido algo inestable durante todo este proceso, mientras intento ponerme al día con compromisos, cientos de correos electrónicos y reuniones constantes. En cierto sentido, estoy construyendo NOX para ayudar a personas como yo a mantenerse cuerdas. Refleja mis intentos de equilibrar mi impulso obsesivo con una felicidad genuina: hackear hasta las 3 am y levantarme para correr 6 kilómetros a las 8 am.

Algunos podrían decir que somos una panda de donnadies que abandonaron la universidad y que persiguen una joya de la corona: un asistente de IA personalizado. Somos nosotros contra los Goliat. ¿Cómo podríamos alterar una industria y superar a las grandes corporaciones?

Pero la IA generativa ha facilitado la creación rápida de algo valioso. Las reglas se están reescribiendo a un ritmo vertiginoso, por lo que la ventaja se ha desplazado hacia los recién llegados. Después de años de soñar con construir algo grande, el campo de juego empieza a parecer estar nivelado por primera vez.

No estamos haciendo grandes promesas sobre el futuro. Simplemente, estamos enfocados en construir algo increíblemente genial y aceptar las imperfecciones.

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