El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Thedros Adhanom Ghebreyesus, indicó el lunes que demasiados países han descuidado sus servicios básicos de salud en el pasado, por lo que todos los gobiernos de todo el mundo deberían lanzarse a invertir en sanidad para protegerse contra futuras pandemias.
Ghebreyesus advirtió el lunes que "esta no será la última pandemia" y que los países deben inyectar dinero en sus servicios sanitarios para prevenir, detectar y responder a las enfermedades.
"La salud pública es la base de la estabilidad social, económica y política", señaló en una conferencia de prensa. Si bien los países han hecho enormes avances en la medicina en los últimos años, "demasiados han descuidado sus sistemas básicos de salud pública, que son los cimientos para responder a las enfermedades infecciosas y los brotes epidémicos".
Un informe de la OMS de 2019 mostró que el gasto público en salud había crecido en los últimos 20 años, pero que la tasa de crecimiento se redujo durante la década de 2010. De esta forma, las inyecciones en sanidad crecieron un 4,9% anual entre 2000 y 2010, pero sólo un 3,4% entre 2010 y 2017, de media.
El gasto público representa alrededor del 60% del gasto mundial en salud y creció a un 4,3% anual entre 2000 y 2017. Aun así, este crecimiento ha ido decelerando incluso más en los últimos años, desde el 4,9% anual en 2000-2010 al 3,4% en 2010-2017.
Las últimas estadísticas de la OMS publicadas el lunes muestran casi 27 millones de casos de COVID-19 y más de 900.000 muertes en todo el mundo, principalmente en Estados Unidos. De acuerdo a las fuentes oficiales, más de 18,1 millones de personas se han recuperado del virus, según la Universidad John Hopkins.
El sudeste asiático reportó 600.000 nuevos casos de coronavirus en la última semana, convirtiéndose en la región con el mayor número de casos totales, según la OMS. El ministerio de salud de la India informó el lunes sobre 90.802 casos, elevando el total del país a 4,2 millones. Ahora tiene el segundo número más alto de casos en el mundo, sólo por detrás de Estados Unidos y por delante de Brasil.
Los casos en las Américas aumentaron un 1% y las muertes cayeron un 4% durante la semana pasada, según la OMS, pero añadió que la región todavía representaba casi la mitad de todos los nuevos casos.