Despidos en periodo de prueba que se disparan un 700% y contratos de menos de 45 días, el peor dato desde 2006

Hecha la ley, hecha la trampa. La reforma laboral está teniendo un efecto positivo en el número de contratos indefinidos que se firman en España. El problema es que muchas empresas podrían haber empezado a utilizarlos como si fueran temporales, a través del periodo de prueba.

Los despidos de empleados indefinidos en periodo de prueba se han multiplicado en 2022. Si el año pasado apenas se dieron 328 casos de media en septiembre, ahora la cifra se ha disparado hasta superar las 2.641 bajas a la Seguridad Social. Un incremento del 703%.

Eso significa que el número de bajas de indefinidos por no superar el periodo de prueba se ha multiplicado por 7 en el último año, según los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, recogidos en el III Observatorio trimestral del mercado de trabajo, publicado por Grupo Adecco, junto al Instituto Cuatrecasas de Estrategia Legal de RRHH.

La reforma laboral, que entró en vigor a principios de este año, puso coto a la temporalidad, al eliminar los contratos por obra o servicio y limitar los contratos temporales. Desde entonces, las empresas tienen que ver si cumplen los requisitos para firmar un contrato temporal y, si no, deben firmar indefinidos o fijos-discontinuos.

Así te afectan los cambios de la reforma laboral como trabajador o empresa

Para sortear la nueva casuística, algunas empresas están optando por una estrategia fraudulenta: firmar contratos indefinidos, pero extinguirlos cuando ha pasado el periodo de prueba. 

Fue el sindicato USO el que dio la voz de alarma. "El periodo de prueba dura, en función de los puestos, entre 2 y 6 meses. Por lo tanto, es el artificio perfecto para hacer contratos basuracon cara de indefinidos", denunció el secretario general del sindicato, Joaquín Pérez. 

Desde el año pasado, los despidos en periodo de prueba han pasado de suponer un 0,15% del total de contrataciones indefinidas a un 0,34%, casi el doble.

Dentro del periodo de prueba, los empresarios pueden extinguir la relación laboral con el trabajador sin causa que justifique su fin y sin indemnización, según se recoge en el artículo 14.3 del Estatuto de los Trabajadores. A diferencia del despido, en este caso el trabajador solo tiene derecho a recibir liquidación y finiquito, con lo que resulta mucho más barato para la empresa.

"Esto demuestra otra de las cojeras de la reforma laboral", dijo entonces Pérez, y criticó que "no puede llamarse reforma si no entra a recuperar los derechos perdidos en cuanto a los despidos. De nada sirve un contrato indefinido si sale tan barato despedir", en referencia a los datos de julio, donde los despidos durante el periodo de prueba alcanzaron su máximo, multiplicándose por 9 con respecto a 2021.

Desde el Gobierno, sin embargo, defienden que el 98,8% de los contratos superan el periodo de prueba y que, desde que entró en vigor la reforma, la tasa de temporalidad se ha reducido hasta mínimos históricos. En septiembre, de hecho, el número de contratos temporales se desplomó un 51,2%.

La duración de los contratos es de 45 días, la más baja desde 2006

Mientras tanto, la duración media de los contratos ha ido cayendo hasta situarse en 2022 en 45 días. No se veía un dato tan malo desde el tercer trimestre de 2006.

Se trata de una cifra que contrasta con el aumento de indefinidos: el número de contratos indefinidos se disparó un 373% en octubre respecto al mismo mes del año pasado y ya supera los 620.200. Y, sin embargo, los contratos cada vez duran menos.

En septiembre, el 33,5% de los contratos firmados duraron un mes o menos, y el 19,3%, una semana o menos. Al comparar los datos para el tercer trimestre de 2022, la duración media es de 45 días, la cifra más baja desde el tercer trimestre del año 2006.

"La flexibilidad necesaria para hacer frente a los desafíos del mercado laboral debe de dejar de ser para las personas una espada de Damocles, sinónimo de precariedad, inestabilidad e incertidumbre para convertirse en lo contrario, esto es, un elemento de seguridad y de progreso en la medida en que una mayor capacidad de adaptación de las personas redunde en una mayor estabilidad en la empresa", señala Guillermo Tena, director del Instituto Cuatrecasas.