El homicidio y el asesinato son dos términos que se usan a menudo de manera intercambiable, pero en realidad tienen diferencias significativas, especialmente a nivel legal, puesto que están castigadas con diferentes penas.

Resulta obvio que ambos implican una muerte, sin embargo, hay muchos matices. Se utiliza homicidio para hablar de la muerte de una persona a manos de otra. En términos legales, el homicidio puede ser justificado o no justificado. 

Un homicidio justificado se produce cuando la muerte de una persona es el resultado de una acción legal, como en el caso de la legítima defensa. Por otro lado, un homicidio no justificado es cuando la muerte de una persona es ilegal y no tiene justificación a nivel jurídico.

Tipos de homicidio

En España el Código Penal diferencia entre varios tipos de homicidio: doloso (intencionado, como el asesinato) e imprudente. Dentro de cada categoría se tienen en cuenta circunstancias agravantes.

Homicidio imprudente

En este caso, el autor del crimen causa la muerte de una persona sin que exista voluntad de ello ni premeditación. Se trata de una acción que tiene consecuencias negativas y que sucede cuando alguien infringe las obligaciones de prevención, evitabilidad y cuidado.

Dentro de esta categoría se encuentra el homicidio por imprudencia grave, que se refiere a cuando la muerte se da a consecuencia de una imprudencia. No hay la intención de matar y no se dan los cuidados mínimos necesarios para evitar la muerte.

El Código Penal recoge estos supuestos en casos, por ejemplo, en los que se usa vehículos a motor, armas de fuego o a consecuencia de alguna imprudencia profesional.

Asesinato

El asesinato, por otro lado, se refiere a la muerte siempre intencional de una persona con premeditación y alevosía. 

Esto quiere decir que el asesinato es un tipo de homicidio que no está justificado y es de los más graves, ya que se lleva a cabo con una intención maliciosa y planificación previa. La premeditación y la alevosía son los elementos clave que distinguen el asesinato del homicidio simple.

Para que un homicidio sea considerado un asesinato, debe cumplir con los siguientes criterios:

• Intención: el asesino debe tener la intención de matar a la víctima.
• Premeditación: debe haber planificado la muerte de la víctima con anticipación.
• Alevosía: debe haber actuado con malicia y desprecio por la vida de la víctima.

Condenas

En la mayoría de los casos, el asesinato es un delito mucho más grave que el homicidio. Por ello, el castigo por un delito de asesinato suele ser mucho más severo, ya que se considera un acto premeditado y malicioso que muestra un mayor grado de culpabilidad.

Las legislaciones penales a nivel internacional consideran el asesinato como un crimen de lesa humanidad. En España, este delito está regulado en el artículo 139 del Código Penal, que dice que será castigado con la pena de prisión de 15 a 25 años, como reo de asesinato, el que mate a otro concurriendo ciertas circunstancias. 

Estas son la alevosía, por precio, recompensa o promesa, con ensañamiento, aumentando deliberada e inhumanamente el dolor del ofendido o para facilitar la comisión de otro delito o para evitar que se descubra.

Igualmente, cuando en un asesinato concurran más de una de las circunstancias mencionadas anteriormente, se impondrá la pena en su mitad superior.

En homicidio las penas son diferentes. En el caso de un homicidio doloso se castiga con prisión de 10 a 15 años, pudiendo ser más si la víctima es menor de 16 años o es especialmente vulnerable por edad, enfermedad o discapacidad. 

También si el homicidio ocurrió después de un delito contra la libertad sexual hacia la víctima o si el autor es miembro de un grupo u organización criminal.

¿Prescriben este tipo de delitos?

Según el artículo 131 del Código Penal, los delitos prescriben a los 20 años cuando la pena máxima señalada al delito sea de 15 o más años. 

Sin embargo, el mismo artículo especifica que los delitos de genocidio y los delitos contra las personas y bienes protegidos en caso de conflicto armado no prescribirán en ningún caso (salvo los castigados en el artículo 614). Tampoco prescribirán los delitos de terrorismo si causan la muerte de alguien.

Con lo cual, sí, este tipo de delitos prescriben a los 20 años.

Con todo, aunque el homicidio y el asesinato se refieren ambos a la muerte de una persona a manos de otra, el asesinato implica una intención y planificación, mientras que el homicidio puede ser justificado o no justificado, por ello tienen penas muy distintas.