La dilatación de tu pupila puede revelar si padeces afantasía, la extraña condición que impide visualizar imágenes mentales

Pupila dilatada

Getty Images

Imagínate ser absolutamente incapaz de contar ovejas, rememorar el rostro de tu hijo, pensar en una playa resplandeciente rodeada de un mar azul turquesa o no poder evocar a los protagonistas de tu serie favorita. 

Existe un pequeño porcentaje de la población que no es capaz de pensar en imágenes. Entre un 2% y 2,5% sufre afantasía, también conocida como "ausencia del ojo mental". Estudios previos como el publicado en la revista Scientific Reports apuntan a que además de no poder visualizar imágenes, tienen una habilidad reducida para recordar el pasado, soñar o imaginar el futuro. 

Hasta la fecha, diagnosticar esta condición únicamente era posible a través de las experiencias autoinformadas de quienes la padecen, pero las cosas están a punto de cambiar. Una nueva investigación ha destapado un nuevo método para detectar la afantasía, a través de la dilatación de la pupila.

Publicado en la revista eLife y llevado a cabo por investigadores australianos, el estudio encontró una manera de diagnosticar la afantasía según la dilatación de la pupila, cuyo tamaño no cambia solo por la exposición a la luz, sino también según determinadas tareas cognitivas.

Se pidió a 42 personas con habilidad de imaginación visual regular autoinformada, y a 18 personas con afantasía autoinformada que vieran imágenes con formas claras y oscuras sobre un fondo gris. Ambos grupos respondieron con respuestas regulares de dilatación de pupila a los 2 tipos de imagen. 

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El siguiente paso fue solicitar a los sujetos que imaginasen las mismas imágenes con los ojos abiertos. Curiosamente, encontraron que las pupilas de las personas con imaginación visual regular se contraían y expandían, mientras que las pupilas de las personas con afantasía no experimentaron ningún cambio significativo de tamaño.

"Cuanto más fuerte y más vívida sea esa imagen, mayor será la respuesta de la luz de la pupila", afirman los autores del artículo. Uno de sus principales hallazgos era que los individuos con más imaginación tenían una mayor dilatación de las pupilas. 

"Como grupo, no hay evidencia de esta respuesta pupilar en individuos sin imágenes mentales", señalan al respecto de la afantasía. 

Como interpretación, los científicos sugieren que lasregiones del cerebro que interpretan la información visual procesan las imágenes imaginarias de la misma manera que los datos visuales reales. Así, cuánto más potente o vívida sea una imagen mental, más perceptiva resulta la misma. 

La visualización cumple funciones muy importantes para el cerebro: desde fijar la memoria a corto y largo plazo a aprender un idioma pensando en letras y símbolos o evocar recuerdos para orientarse en otra ciudad o país.

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