La nueva energía limpia e inagotable que proporciona el mar y que Francia ya está probando

Francia, a pesar de ser uno de los países con mayor presencia de la energía nuclear en su mix energético, sigue apostando por energías renovables, pero no cualquiera, sino aquellas que, como la nuclear, no estén al albur de la meteorología y horarios, como el caso de la solar y la eólica. Por eso ha apostado por una energía limpia, inagotable y continua en el mar que está desarrollando. 

Energías renovables hay muchas, aunque todas basadas en el aprovechamiento de la actividad natural, ya sea el sol, el viento, el calor de la tierra y la fuerza del mar. Estas dos últimas atraen especialmente a los que buscan precisamente una energía inagotable y continua. Aunque sean inagotables, la luz solar y el viento son cambiantes e imprevisibles, sobre todo la segunda, por lo que se incentiva la investigación en las que son continuas, como el calor de la tierra y las mareas y corrientes del mar.   

Una opción más lógica y eficiente

Sobre todo para grandes poblaciones, que requieren de mucha energía, continuada y adaptada a picos de demanda. Para ello hay que almacenar mucha energía, y sobre todo generarla de forma continua, sin preocuparse por factores externos. Si hay algo continuo es el movimiento del mar, ya sean con las mareas o en este con las corrientes bajo el agua. 

Francia está apostando por ello con la colocación a baja profundidad, por ahora, de turbinas de palas cortas que asemejan a esas hélices de barcos pero puestas al revés y con palas rectas, prototipos creados por la empresa Sabella. Es un proyecto francés, pero que ya tuvo un intento en España, como señala JF Calero en un vídeo dedicado al respecto, en su canal de YouTube El cascarón de nuez. 

Cómo funciona este sistema

La instalación es aparatosa, puesto que requiere de ingeniería avanzada, con el uso de barcos especializados y buzos para ir colocando las turbinas en el fondo marino y con esas palas orientadas hidrodinámicamente recoger toda esa energía, que será mayor a más profundidad, donde hay corrientes marinas más poderosas. 

Por ahora las pruebas son a muy baja profundidad, hasta 55 metros, sumergida frente a la costa de Ouessant, en un grupo de islas entre Francia e Inglaterra. Se quiere ir bajando cada vez más, porque el tema de ingeniería de las turbinas está resuelto tras horas y horas de trabajo, actualmente con el prototipo D10 de 500 kilovatios de potencia. Ya ha conseguido proporcionar el 25% de toda la electricidad a una de las islas y la mitad con dos turbinas. 

Como ves, la energía marina no se limita a las mareas, sino que se extiende a las corrientes submarinas. Empresas innovadoras como la francesa Sabella están desarrollando tecnologías para capturar esta energía constante y predecible, transformándola en electricidad sostenible y fiable, continua, que se pueda almacenar para picos de demanda, y sin preocuparse de incidencias climáticas o meteorológicas. 

Una máquina certificada y lista para el futuro

El año pasado, Sabella anunció en un comunicado de prensa la certificación, realizada con respecto a la norma IEC (que establece las reglas aplicables a los equipos de producción eléctrica), que "permite confirmar el rendimiento de producción de la turbina en función de las diferentes velocidades actuales encontradas en el sitio de Fromveur".

Esta turbina D10, con los hitos señalados antes de generación de electricidad, lleva dando servicio desde abril de 2022, cubriendo el "49% del consumo eléctrico de la isla, demostrando así la realidad del planteamiento descarbonización iniciada por la isla de Ouessant".