Por qué España podría convertirse en un paraíso para las renovables antes de lo que pensamos, según un catedrático de la visionaria Singularity University

El CEO de Factor Energía, Emilio Rousaud y el catedrático de la Singularity University, Ramez Naam en la jornada Factores de Futuro
El CEO de Factor Energía, Emilio Rousaud y el catedrático de la Singularity University, Ramez Naam en la jornada Factores de Futuro
  • Las energías renovables serán más rentables que las de combustibles fósiles en 2030 casi en cualquier parte del mundo según el catedrático de la Singularity University, Ramen Naam. 
  • El experto incide en la gran oportunidad que alberga España para convertirse en una potencia en el sector de la energía verde y vaticina que el momento de inflexión frente a la energía tradicional se producirá cerca del 2020. 
  • En este momento la recuperación de la inversión oscila entre dos y siete años para una instalación que durará 30 años, complementó el CEO de Factor Energía, Emilio Rousaud, rompiendo una lanza a favor del autoconsumo.
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Las energías renovables ganan terreno y cuota de mercado y, más pronto que tarde, serán, a fin, más rentables que las que dependen de combustibles fósiles. Concretamente esto sucederá en 2040, según defiende el catedrático de la Singularity University, Ramen Naam. El experto ha analizado esta transición hacia la energía limpia en el seno de la jornada Factores de Futuro, y establece tres fases en su progresión. La primera de ellas era el momento en el que dependía de las políticas de promoción de renovables ya que se trataba de una tecnología que en sus primeros estadíos tuvo unos costes muy elevados. 

La segunda fase era la competitiva, ese periodo en la que las renovables se han ido abaratando. Y la tercera fase, que ya sí, se corresponde con el momento actual: la fase disruptiva. Esa en la que es más barato construir plantas de energía solar y eólica que otros tipos de energías tradicionales. 

Una de las principales predicciones en las que pivota el argumento de este experto es que en 2020 serían más baratas las renovables que los combustibles fósiles. Y el primer indicio ya está ahí: hace un mes, en el estado de Indiana (EEUU), era ya más rentable construir nuevas plantas solares o eólicas que seguir operando las actuales de carbón. “Hablamos de renovables sin subsidios en un estado que no es particularmente óptimo para estas instalaciones”, resaltó el catedrático de la Singularity University. 

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En España, vaticina Naam, este punto de inflexión se producirá cerca del 2020 y en 2030 casi en cualquier parte del resto del mundo. “España tiene uno de los mejores ambientes para la producción de energía eólica y solar y uno de los precios de gas natural más caros. El escenario es especialmente óptimo”, hizo hincapié Naam. 

La misma idea secundó el CEO de Factor Energía, que también intervino en el evento: “España tiene una oportunidad muy clara. Disponemos de la materia prima para producir energía solar y eólica. En este momento la recuperación de la inversión oscila entre dos y siete años para una instalación que durará 30 años”.

Si la evolución de la tecnología era, en un primer momento, el lastre para las energías renovables ya no sólo es que este lapso se haya superado con holgura sino que su precio, en paralelo, se ha reducido drásticamente. Tanto es así que el coste de una célula fotovoltaica se ha desplomado desde los 77 dólares de 1997, a los 0,22 céntimos actuales. “Este desplome de los precios no lo ha experimentado ninguna tecnología hasta ahora, ni siquiera las carreteras”, señaló Naam.

En lo que respecta a la eólica, su precio  se reducirá a la mitad en os próximos veinte años y, en paralelo, la potencia instalada se multiplicará por cinco en los próximos diez años.

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El experto analizó la situación de países con grandes poblaciones, como India y China, en donde el aumento de la demanda energética ha derivado en un alza de las energías renovables y el despliegue de redes de distribución de energía. 

Cuando en la India la energía solar ya vale lo mismo que la producida por carbón, China construye una red extensa de distribución que abastezca las principales ciudades chinas, ubicadas al este, con  energía renovable producida al oeste del país, donde se encuentran las mejores zonas del país para la producción de energía verde.

La red de distribución china tendrá, de hecho, una extensión equivalente a unir Sevilla con Copenhague y el ejemplo le sirve a este catedrático de la Singularity University de excusa para abogar por una Europa conectada energéticamente en donde el norte produzca energía eólica y el sur fotovoltaica.  “El problema es meramente regulatorio”, dejó caer Naam.

El potencial verde de España 

Naam que matizó, “el precio de construir una planta solar en algunas partes del mundo es aún más barato que producir energía de forma tradicional”. Una visión que complementó Rousaud que pretende  acabar con el mito de que la energía renovable es cara: “En España todavía decimos que nuestro petróleo es el turismo. El sol puede ser nuestro petróleo”. 

Los dos ponentes coincidieron en que los subsidios a las renovables ni tienen buena reputación, ni son ya necesarios. “En España necesitamos una apuesta decidida por estas energías”, sostuvo Rousaud, “Somos un país con un buen régimen de viento y una radiación solar excepcional”. Así es como Factor Energía se ha lanzado en una estrategia que aboga por el autoconsumo en los hogares.

Lo mismo ocurre con los precios de la energía eólica y es que no sólo es que se haya abaratado su producción en las granjas eólicas terrestres sino que también las marinas han reducido el precio drásticamente. Un factor que es crucial precisamente porque es en el mar en donde se alcanzan las velocidades del viento más altas y la producción energética es mayor. En los últimos siete años el precio de producción de energía eólica offshore (marina) se redujo a la tercera parte.  

Y así se completa el círculo de las renovables expuesto por el profesor de la Singularity University: los precios caen, hay una oportunidad en el mercado y aumenta la demanda, lo que completa el círculo propiciando un descenso de los precios. “La energía solar continuará creciendo en los próximos veinte años y su capacidad se multiplicará por 1000”, aseveró Naam. “La energía solar es casi imparable, y seguirá aumentando incluso en las zonas de menos radiación que están situadas en el norte de Europa. Su precio seguirá bajando a medida que la tecnología escale y bajará hasta un céntimo en 2026”, pronosticó el experto. 

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