El cuerpo no produce ni almacena por sí solo vitamina C, con lo que necesitas obtenerla de alimentos. Afortunadamente, hay muchos y debes de incluirlos en tu dieta diaria, no solo para el correcto funcionamiento de tu organismo, sino para prevenir dolencias como el resfriado. Pero si piensas que no hay mayor fuente de vitamina C que un zumo de naranja, debes de saber que hay un fruto que supera en 20 veces la dosis. 

El fruto que es una "bomba" de vitamina C

Se llama acerola (no confundir con otra planta llamada acerolo) y es un fruto de la Malpighia glabra, un arbusto de entre tres y cinco metros de altura, y que proviene de América Central. Es un fruto carnoso que como ves tiene una apariencia muy similar a las cerezas. De hecho, se la conoce también como "La cereza de Barbados", por su origen antillano. 

Seguramente no habías oído hablar de él, pero la que creías "reina" de la vitamina C, la naranja, queda muy lejos de la capacidad de la acerola. Contiene hasta 20 veces más cantidad que la famosa fruta que forma parte de nuestra cesta diaria. Dicha vitamina en modo natural es además un 48% más biodisponible que la de síntesis y con un poder antioxidante 2,6 veces mayor, con lo que siempre hay que procurar vitaminarse con alimentos naturales y no suplementos. No solo es menos efectivo sino innecesario. 

Múltiples beneficios, pero ¿un inconveniente?

Su alta concentración de vitamina C hace que sea muy beneficioso para tu organismo y necesites de paso menos cantidad de producto para obtener los mismos resultados. Pero además, notarás como se reduce tu fatiga (ideal, sobre todo si trabajas mucho o haces mucho deporte), contribuye a un funcionamiento óptimo de tu sistema inmunológico e interviene en la formación de colágeno y en la síntesis de neurotransmisores. Un alimento por tanto perfecto para tus articulaciones, piel, vasos sanguíneos y sistema nervioso. 

¿Pero hay un inconveniente? Pues depende de tus gustos, o mejor dicho de tu gusto como sentido, ya que la acerola tiene un sabor ácido, aunque no excesivo. A favor tiene que su sabor general es agradable y sabroso, con lo que realmente hay cero excusas para no tomarlo. 

Si estás en estos grupos, con más razón para tomarlo

Si tienes problemas cardiovasculares, eres diabético tipo II o sufres anemia, debes de incluir la acerola en tu dieta: 

En el primer caso, se debe a su protección cardiovascular debido a su efecto antioxidante y su protección de los vasos sanguíneos, manteniendo su elasticidad e impide la oxidación de las placas de ateroma, siendo recomendable su consumo en personas hipertensas o con colesterol alto.

En el segundo caso, igualmente por su poder antioxidante, protegiendo a los vasos sanguíneos de la oxidación por el exceso de azúcar, sumado a la presencia de polifenoles que absorben los azúcares de las comidas, favoreciendo que la glucemia después de las mismas sea menor.

Por último para la anemia, ya que favorece la absorción de hierro, siendo muy recomendable para personas que sufran de anemia.

También disminuye el avance de enfermedades degenerativas neuronales como la demencia o Alzheimer, una vez más por su poder altamente antioxidante. 

Cómo y cuándo tomarla

El contenido de vitamina C en la acerola depende del clima, la maduración y la estación del año. Sin embargo, debes de saber que los mayores niveles vitamínicos de este fruto los alcanza cuando está verde y bajan en su maduración, al contrario de lo que se podría pensar. Por tanto, es más beneficioso tomarlo antes de que madure del todo; y como toda fruta o fruto, lo mejor es comerlo crudo, al natural. Además, la acerola contiene vitamina A y otros antioxidantes como carotenoides, taninos y fenoles.