Quiénes son los ganadores y perdedores de la quiebra de Silicon Valley Bank

En tiempos de crisis en Wall Street, cabe preguntarse: ¿quién gana y quién pierde?

Dependiendo de la posición de cada uno, la desafortunada o afortunada realidad del mundo financiero es que es un juego de suma cero. Cuando una persona pierde, otra suele ganar. 

Lo que nos lleva a la caída de Silicon Valley Bank, que fue intervenido el viernes pasado por los reguladores de Estados Unidos. Aunque las autoridades del país han encontrado nuevas vías para proteger a todos los depositantes por encima del límite permitido, el pánico por los efectos de la quiebra se ha seguido extendiendo días después del cierre.

Aquí tienes un resumen de quién gana y quien pierde con la caída de Silicon Valley Bank.

Ganadores

JPMorgan: Es muy probable que los grandes bancos vean crecer su base de depósitos a medida que los clientes de los bancos regionales retiren su dinero por temor a que su entidad sea la siguiente en vivir una estampida como la de SVB. 

El mayor banco del país por activos está en condiciones de captar la mayor parte de la nueva cuota de mercado, lo que supone otra victoria para su CEO Jamie Dimon.

Vendedores en corto: Si apostaste fuerte contra SVB o Signature Bank, estás en una buena posición. Lo mismo para cualquier posición corta que haya ido directamente contra otros bancos regionales.

Fintechs que ofrecen servicios de tesorería y cuentas corporativas: SVB bancarizó a casi la mitad de las startups tecnológicas de EEUU. Esto implica que hay muchas empresas que están buscando ayuda para gestionar su efectivo. Y aunque los grandes bancos, como ya se ha mencionado, serán sin duda un punto de aterrizaje, también lo serán las fintech que ofrezcan servicios similares. 

Al parecer, Brex ya ha recibido miles de millones de dólares en depósitos de clientes del SVB. 

La senadora Elizabeth Warren: La senadora de Massachusetts (EEUU) es una de las voces más críticas con Wall Street y con la falta de regulación del sector. El fracaso de SVB será visto como una confirmación de lo que ha estado predicando. De hecho, ya ha salido en una columna de opinión en The New York Times en la que critica el rescate.

Gestores de crédito independientes: Los llamados bancos en la sombra podrían llenar el vacío que ha dejado SVB, ofreciéndose a conceder préstamos a las nuevas empresas tecnológicas. Es el último impulso para un sector que había crecido hasta alcanzar los 1,2 billones de dólares a finales de 2022.

Los traders de Wall Street que compraron los depósitos de los clientes de SBV por unos céntimos de dólar: ¿Se ha hecho alguna vez dinero más fácil? Apenas se había escrito la necrológica de SVB, algunas empresas se ofrecieron a comprar los depósitos no asegurados de sus clientes por tan sólo 55 céntimos de dólar —aunque la suerte duró poco con la intervención de los reguladores—. 

Empresas tecnológicas que no recurrieron a SVB ni a Signature Bank: ¡El personal intermedio y administrativo tiene que estar encantado! Qué victoria para los que trabajan entre bastidores. Es duro ver que gran parte del sector sufre, pero estoy seguro de que los responsables de tesorería y gestión de riesgos de las empresas que evitan la competencia lo están celebrando.

Cualquiera que tuviera malas noticias que compartir durante el fin de semana: Podrían haber anunciado MUCHAS cosas malas este fin de semana sin que nadie se diera cuenta. ¿Una ronda a la baja? ¿Despidos? ¿Demandas? Nada iba a parar el tren de noticias de SVB.

Perdedores

Accionistas de bancos: El anuncio del rescate de los reguladores estadounidenses del domingo por la noche dejó una cosa clara: los accionistas de SVB están solos. El resto del mercado ha tomado nota, y las acciones de otros bancos regionales se han desplomado este lunes.

Inversores de capital riesgo: Dejemos a un lado la discusión de si las sociedades de capital riesgo merecen o no parte de la culpa por provocar una estampida bancaria en SVB. La quiebra y el posterior rescate han captado la atención del público en general. Los reguladores dejaron claro que los contribuyentes no tendrán que asumir ninguna pérdida, pero este matiz puede pasar desapercibido. 

Por el contrario, algunos simplemente verán a una comunidad que ha evitado durante mucho tiempo una mayor regulación siendo rescatada por el Gobierno. Es fácil ver cómo se pinta a los fondos de capital riesgo como el nuevo fantasma de las finanzas.

Startups: La fugaz preocupación de las startups por hacer frente a las nóminas esta semana parece haberse evitado en gran medida. Pero una cosa es recuperar todo el efectivo. Otra es no saber dónde ponerlo. SVB era un aliado clave de las empresas tecnológicas, que ofrecía servicios y estructuraba operaciones que la mayoría de los bancos no harían. ¿Quién llenará ese vacío para el sector?

Los bancos regionales: El rescate de SVB debía garantizar la seguridad de los depósitos bancarios y disipar los temores de nuevas avalanchas bancarias. Sin embargo, parece haber ocurrido lo contrario, al menos entre los bancos regionales más pequeños. Las acciones de First Republic Bank y First Horizon, entre otros, se han desplomado estrepitosamente.

Goldman Sachs: La implicación de uno de los bancos de inversión más poderosos de Wall Street en la saga de SVB no puede pasar desapercibida. El banco asesoró a SVB en su fallido plan de oferta de acciones. Puede que SVB ya estuviera demasiado lejos en ese momento. 

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SXSW: La conferencia anual atrae a miles de asistentes, especialmente a los de la comunidad tecnológica. Pero la muerte de SVB ha ensombrecido el tradicional y concurrido evento. Siendo honestos, probablemente no sea nada que unos tacos Tex-Mex y un paseo en bote por el río San Marcos no puedan salvar.

Criptomonedas: Sé que el mercado de las criptomonedas ha pasado por un mal momento, pero esto se siente como un gran fracaso. 

¿Te imaginas los hilos de Twitter y los mensajes de LinkedIn si SVB hubiera fracasado en medio del auge de las criptomonedas en 2021? Te encontrarías reflexiones de todo tipo sobre cómo las criptomonedas podrían haber evitado este problema y por qué no se puede confiar en las finanzas tradicionales. El precio del bitcoin podría haber superado los 100.000 dólares.