Qué gastos puedes deducir sin factura como autónomo

Gastos deducibles como autónomo sin factura

Todo autónomo libra una constante batalla con Hacienda por desgravar el mayor número de gastos posibles para pagar menos impuestos.

Cada tres meses tendrá que liquidar el IVA y una vez al año el IRPF, como cualquier otro contribuyente pero con ciertas particularidades.

A diferencia de los asalariados, la declaración de la renta de los autónomos es un reflejo de su actividad. En ella deberás incluir tus ingresos como trabajador por cuenta propia y también tus gastos.

La mayoría de autónomos se conforma con trasladar sus declaraciones trimestrales de IVA cuando en realidad pueden ir más allá. Y es que la normativa de gastos deducibles en el IRPF es bastante más laxa que en el IVA.

En otras palabras, hay varios dispendios que sí podrás desgravar en la renta pero no en el IVA, además de que existen servicios que no incluyen IVA, como los seguros y que sí se pueden imputar como gasto.

Qué se considera un gasto deducible en el IRPF

Para que un gasto se pueda desgravarse al hacer la renta debe cumplir con tres requisitos concretos:

  • Estar vinculado a tu actividad económica. Como es lógico, sólo se podrán imputar gastos necesarios para desarrollar tu trabajo o que, por lo menos estén relacionado con él y puedas justificar.
  • Estar debidamente justificado y documentado. Hay más de un documento que Hacienda puede aceptar para justificar un gasto y no todos son iguales. El ticket de la tienda es lo que se conoce como una factura simplificada, ya que sólo incluye una serie de gastos básicos. Frente a él se encuentra la factura ordinaria, que es más detallada e incluye además los datos del receptor. A diferencia del ticket, donde sólo pone el servicio o producto y puede ser o no tuyo, una factura al uso te identificará claramente con el comprador. Además de estos documentos también están los recibos y los apuntes bancarios, que pueden servir para justificar gastos llegado el momento.
  • Estar registrado contablemente dentro de tu libro de gastos e inversiones. Es fácil confundir este registro con haberlo incluido en la declaración de IVA. Se trata de dos conceptos diferentes. Este requisito sólo dice que debe formar parte de tu contabilidad.

Los gastos que cumplan este precepto podrán deducirse en la renta, donde la normativa es más laxa que en el IVA. En otras palabras, el IVA es más estricto en el tipo de gastos que se pueden imputar y en la justificación documental.

Qué gastos del autónomo necesitan factura

Gastos deducibles que no necesitan factura

Muchos de los gastos de tu actividad como autónomo no incluyen factura propiamente dicha pero se pueden incluir en el apartado de E1 de la renta dentro de los gastos fiscalmente deducibles entre las casillas 110 y 124.

Estos son los más repetidos y que deberías tener en cuenta.

Cuota de autónomo

La cuota de autónomo incluye en la casilla 112 de la renta 207 junto con el resto de cotizaciones adicionales de los empleados a la Seguridad Social. Si cotizas por la base mínima restarás 278,8 euros por cada mes como autónomo a tus ingresos en la renta.

Cuotas de colegios profesionales

También podrás deducir las cuotas de los colegios profesionales siempre que necesites estar colegiado para poder ejercer. Este tipo de pagos no suelen incluir factura pero también se pueden desgravar.

Salarios y seguros sociales

Tienen su propia casilla en la renta, concretamente la 111. Recuerda que las facturas que te mandan tus proveedores no forman parte de los salarios. Aquí sólo debes incluir los gastos de las personas en nómina.

Seguros relacionados con la actividad

La fiscalidad de los seguros permite a los autónomos deducir como gasto de empresa cualquier póliza vinculada con su actividad. Esto afecta especialmente a los seguros de responsabilidad civil, aunque Hacienda también permite desgravar por los seguros médicos, tanto el tuyo como el de tu cónyuge e hijos hasta un máximo de 500 euros REVISAR. Para justificar el gasto podrás usar el cargo contra tu cuenta corriente.

Gastos de contratos mercantiles

Aquí se incluirían fianzas de alquiler, que no lleva aparejada factura, o un traspaso, que tampoco la incluye y que habría que justificar con el comprobante de la transferencia.

Gastos financieros

Las comisiones que pagas por mantenimiento de las cuentas corrientes que uses como autónomo, la renovación de la tarjeta de crédito, comisiones por transferencia o los intereses por préstamos empresariales pueden deducirse en la renta como autónomo.

Impuestos relacionados con el negocio

Como autónomo puedes incluir el IBI por el local donde desarrollas tu actividad y el resto de tasas que debas pagar para ejercer tu actividad. Para poder deducir necesitarás justificar este gasto con un recibo bancario donde se indique claramente el concepto. Lo que podrás restar son las multas y los recargos.

¿Qué pasa si no tienes el recibo o la factura? Salvo que puedas justificar adecuadamente el gasto podrías tener problemas con Hacienda si lo incluyes como un elemento deducible. Esto puede pasar, por ejemplo, con las compras de bienes en el extranjero si no tienes la factura.

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