El Gobierno acaba con el impuesto al sol: qué va a cambiar a partir de ahora

Pavel Ramírez
Operario sobre paneles solares en instalación fotovoltaica de energia solar
  • El Gobierno elimina por decreto-ley el llamado 'impuesto al sol'.
  • Teresa Ribero, ministra de Transición Ecológica, destaca que la medida pretende paliar "el retraso de España en esta materia".
  • Estas son las claves del futuro del autoconsumo de energía fotovoltaica.

La decisión del Gobierno de eliminar el llamado impuesto al sol modifica por completo el panorama del autoconsumo de energía fotovoltaica en España y, además, supone un cambio sustancial en la industria energética.

El decreto-ley aprobado este viernes en el Consejo de Ministros pretende paliar "el retraso de España en esta materia", ya que no es lógico que "un país rico en sol como España cuente con 1.000 instalaciones, frente al millón que tiene Alemania", tal y como ha señalado la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, en rueda de prensa.

De este modo, la medida reconoce el derecho al autoconsumo compartido, potenciando las economías de escala, así como a autoconsumir energía eléctrica sin peajes ni cargos adicionales, ya que se deroga el cargo que se imponía al autoconsumidor por la energía generada y consumida en su propia instalación.

Por todo ello, hay una serie de cambios que entrarán en vigor con la nueva ley y que resumiremos a continuación:

Se eliminan los peajes, de manera que será más factible optar por el autoconsumo

Con la anterior legislación, el usuario que quisiese generar y autoconsumir energía solar debía pagar un peaje por estar conectado a una red externa que le abasteciese en caso de carencia de suministro propio.

Es decir, que existía un cargo por la energía autoconsumida que se calculaba en función de estos peajes de acceso a la red externa, restándole las pérdidas en las redes y sumándole los servicios de ajustes.

En la práctica, esto implicaba que el autoconsumidor pagaba este peaje, llamado "de respaldo", por la electricidad que producía para su propio consumo. Cuando la vertía a la red, debía pagar el peaje a la generación, mientras que para la electricidad que consumía desde la red, una vez calculados los saldos netos, pagaba el habitual peaje de acceso.

En teoría, ese "peaje de respaldo" se aplicaba con el argumento de que, desde el momento en el que el autoconsumidor está conectado al sistema eléctrico, está disfrutando del respaldo que le ofrece el conjunto de la infraestructura, "aun cuando esté consumiendo electricidad producida por su instalación de generación asociada", según el decreto del anterior Ejecutivo, en vigor desde 2015.

Con el decreto aprobado este viernes, el Gobierno elimina este cargo, por lo que ya no habrá que pagar peajes por estar conectado a una red externa.

A partir de ahora se podrán crear instalaciones comunitarias

Otro de los puntos más polémicos era el de la imposibilidad de crear instalaciones comunitarias de autoconsumo, debido a que el anterior decreto obligaba a que la potencia instalada no podía superar la potencia contratada.

Por ejemplo, si una persona tenía contratada una potencia de 5,5Kw, no podía instalar una potencia mayor, lo que en la práctica imposibilitaba la creación de instalaciones comunitarias para vecinos, por ejemplo.

Con el nuevo decreto, el Gobierno elimina este punto, por lo que las comunidades podrán optar a instalar energía fotovoltaica para abastecer a todos sus miembros, y no sólo a los elementos comunes (ascensor, iluminación, etc.), como sucedía hasta ahora.

Adiós a la penalización por almacenar energía que no se consume

Por otro lado, el otro cargo polémico que se elimina es el de la energía generada y no consumida al instante que se implementó con el anterior decreto.

Se trata de un cargo que se basaba directamente en la potencia instalada, pero sólo cuando la instalación contaba con baterías para el almacenaje de energía generada no consumida en el instante.

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Se aplicaba cuando el consumo pico superaba la potencia contratada a la compañía eléctrica. Este cargo se computa por euros/ kW*año generados.

Esto significa que, con la nueva ley, se eliminará la penalización por almacenar energía y no consumirla.

Deja de ser obligatorio registrarse como empresario para montar instalaciones sencillas

Entre las medidas aprobadas, se encuentra una simplificación de los trámites burocráticos y técnicos para las instalaciones de autoconsumo, lo que según la ministra Ribero ayudará a fomentar el autoconsumo.

Por otra parte, se elimina la obligación de que las instalaciones no superiores a 100 Kw se inscribiesen en el registro administrativo de instalaciones de producción de energía eléctrica.

En la práctica, esto implica que la excepción que se aplicaba hasta ahora, a quienes produjesen menos de 10 Kw, se extiende hasta diez veces más, lo que permitirá más autoconsumo.

La contrapartida: 162 millones de euros menos de recaudación para Hacienda y posible aumento del déficit de tarifa

En cuanto a la industria, la medida podría de manera doble: por un lado, se dejarán de recaudar impuestos en concepto de autoconsumo —unos 162 millones de euros, según calculó el anterior Gobierno para oponerse a la derogación del impuesto al sol—; por otro, aumentará el déficit tarifario, si tenemos en cuenta las advertencias que el PP mandaba durante su mandato.

Aunque este último punto es discutible, lo cierto es que la cantidad que se dejará de recaudar por el impuesto al sol podría suponer un incremento en el déficit recaudatorio, tras la eliminación del 7% a las eléctricas anunciado hace unas semanas.

En cualquier caso, lo cierto es que un mayor autonconsumo previsiblemente derivará en una mayor cantidad de energía procedente de este nicho en el sector: actualmente, 170 Mw anuales se generan en instalaciones de fuentes de energía renovables, una cifra que podría aumentar en los próximos años gracias a la medida aprobada este viernes.

Lo que sigue siendo una incógnita es cómo reaccionará el mercado eléctrico. Teóricamente, con más autoconsumo habría menos demanda energética; sin embargo, esto también implica que la producción se vería mermada y no resultaría descabellado que aumentasen los precios de la electricidad para compensar ese exceso de energía no consumida.

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