He probado el truco de productividad de Elon Musk de dividir mi día entero en franjas de 5 minutos: ha sido irritantemente inflexible, pero he conseguido hacer mucho más

Elon Musk hace todo lo posible para estar al tanto de todo. Según se ha informado, trabaja entre 80 y 100 horas semanales y duerme 6 horas. Envía correos electrónicos mientras está en reuniones y cuando pasa tiempo con sus hijos, ha dicho.

Musk es conocido por ser escrupuloso con su tiempo, dividiendo sus días en franjas de 5 minutos para priorizar las cargas de trabajo entre sus empresas. A menudo renuncia a desayunar, come en 5 minutos y evita las llamadas telefónicas.

Poner a prueba la técnica del correo electrónico de Eric Schmidt me ayudó a controlar mi bandeja de entrada. Pensé que el truco de Musk para gestionar el tiempo podría tener el mismo efecto en mi capacidad para organizar mi tiempo, así que lo probé durante un par de días. 

Sin embargo, no seguí el plan de Musk por completo, sino que 'doblé' las reglas para no saltarme el desayuno ni hacer jornadas de 16 horas (lo cual es contraproducente para la mayoría de la gente). En su lugar, apliqué las franjas de 5 minutos a mi horario habitual, entre las 8:00 y las 17:00. 

Se necesitó un poco de planificación

La planificación del tiempo dedicado a tareas específicas es una técnica que muchos gurús de la productividad recomiendan. Pero la de Musk es una programación con esteroides y requiere mucha preparación.

Es casi imposible hacer algo correctamente en 5 minutos, aparte de algún que otro correo electrónico o publicación en las redes sociales. Musk dijo una vez en Y-Combinator que dedica el 80% de su tiempo a la ingeniería y el diseño, así que es poco probable que se limite a hacer las cosas en 5 minutos. 

Aun así, he organizado los días en franjas de 5 minutos pero, para la mayoría, he agrupado mis franjas. Por ejemplo, he dedicado 12 minutos seguidos a escribir una entrevista el miércoles a las 9:00. También he programado tiempo para los descansos y las tareas administrativas.

Por último, he programado algo de tiempo (6 espacios de 5 minutos) al final del día para atar tareas importantes pero no esenciales, como la lectura de un artículo con el que me topé ese día.

Me he organizado y he conseguido hacer mucho más

Tengo la costumbre de alargar las tareas más de lo necesario, por ejemplo, reescribiendo frases repetidamente. Limitar el tiempo de que disponía para una tarea específica me ha permitido realizarla más rápidamente. Saber que solo tenía una hora para hacerla me ha facilitado concentrarme.

También me ha ayudado a eliminar las distracciones innecesarias que pueden mermar la productividad, como consultar regularmente mi bandeja de entrada o navegar por las redes sociales. 

Pero ha requerido un ajuste constante, lo que ha sido molesto

A veces no puedes controlar el momento en que una empresa responde a una solicitud de comentarios, o cuando un colega se acerca a ti con una tarea inesperada. En algunos casos, también me he dado cuenta de que había sido demasiado ambicioso al planificar la rapidez con la que podía realizar ciertas tareas. 

Esto significa que he tenido que replantearme constantemente mi agenda, retrasando las tareas por un momento o para el día siguiente, ya que se colaban en el tiempo que había programado para otras. 

Esto probablemente se hace más fácil cuando empiezas a entender el tiempo exacto que llevan las cosas, pero al principio era frustrante. También empecé a dejar espacios en blanco en mi calendario para tener más flexibilidad.

Hay algunas partes con las que me quedaré

En general, como rutina diaria, la de Musk es probablemente excesiva para la mayoría de los trabajadores.

Sin embargo, seguiré realizando algunas partes. Programar un tiempo dedicado, incluso para las tareas más pequeñas, me ha ayudado a realizarlas y me ha hecho sentir más organizado al final del día.