Un hombre con un implante neuronal desafía al mono de Neuralink a una partida de 'Pong' usando solo la mente

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Reuters

  • Ante el gran avance de las interfaces cerebro-ordenador (BCI), Neuralink ha sido una de las compañías que más ha sonado en los últimos tiempos, consiguiendo que un mono fuese capaz de jugar al Pong.
  • Ahora, Nathan Copeland, que sufrió un accidente hace 6 años y se le realizó un implante neuronal, ha desafiado a este a una partida, una propuesta que Elon Musk aún tiene que aceptar y que recuerda a aquellas entre ajedrecistas e inteligencias artificiales.
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Los avances en las denominadas interfaces cerebro-computadora (BCI, por sus siglas en inglés), a lo largo de la última década, han sido realmente vertiginosos. Con ello, algunas personas han podido mejorar su calidad de vida, llegando incluso a escribir en un ordenador con tan solo pensarlo.

Algo parecido realizó Neuralink, la compañía de Elon Musk, que consiguió que un mono fuera capaz de jugar videojuegos con la mente. El animal consiguió terminar una partida del conocido y, parcialmente sencillo, Pong

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Paralelamente a este evento, que ha sido mediáticamente tan conocido, aparece el caso de Nathan Copeland, consultor de neurotecnología y participante de un estudio sobre BCI, de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos), a quien hace 6 años se le realizó un implante de este tipo, debido a que sufrió un accidente de coche, que le impide caminar o mover los dedos. 

Copeland, durante un programa de Science Friday en el que se trataron estos temas, retó al mono de Neuralink a una partida de Pong, en un desafío que, de aceptar Elon Musk, supondría un evento único, al igual que ya lo fueron las competiciones de ajedrez entre humanos e Inteligencia Artificial, durante el siglo XX. 

Un partido retransmitido en directo por Twitch

Copeland, según explicó en una entrevista a MIT Technology Review, es un gran aficionado de los videojuegos, como Sonic the Hedgehog, y utiliza comandos mentales para jugar a estos, más allá de que puede mover uno de sus hombros y hacer uso de un trackpad con el lateral de su puño.

"Ya nos estamos preparando y entrenando", aseguró Copeland a MIT Technology Review. "Podría darme una paliza. Pero sí, quiero jugar".

Su intención, además, es poder retransmitir dicho desafío en su canal de Twitch, el cual quiere hacer crecer, en un evento a nivel mundial y de acceso libre para toda la audiencia que esté interesada.

Aun así, Copeland es consciente de que el mono de Neuralink utiliza una tecnología muy superior, ya que él necesita un entrenamiento previo de alrededor de 10 minutos para "calentar" el algoritmo que se encarga de transmitir las señales desde sus neuronas hasta el ordenador.

El mono de Neuralink jugaría con ventaja

La partida de Pong, en un principio, no sería fácil de ganar para Copeland, ya que la BCI de Neuralink es más pequeña y no requiere de ningún tipo de cableado, sino que está conectada mediante Bluetooth.

Ocurre lo contrario con Copeland, cuyo implante tiene 6 años de antigüedad y ha de conectarse mediante cables a 2 puertos situados en su cabeza. A ello habría que añadir que los electrodos de Copeland solo registran 169 neuronas, mientras que la capacidad de Neuralink es mucho mayor, contando con 1.000 electrodos.

A pesar de ello, tal y como se especuló con la creatividad del ser humano en aquellas partidas de ajedrez, cabe la posibilidad de que Copeland gane, si Musk acepta, ya que se presume mayor ingenio, en este sentido, al ser humano. El reto, mientras tanto, ya está lanzado. Ahora, Neuralink tendrá que decidir si quiere recoger el testigo.

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