Esta es la peor hora del día para ser productivo en el trabajo, y tiene una explicación biológica

Trabajo presencial, híbrido, teletrabajo, jornada asíncrona... No importa el modelo que empleen los trabajadores, siempre hay un momento de la jornada laboral que registra los peores datos de productividad, y normalmente suele coincidir con el final del día.

Un encuesta de Qualtrics y Slack, filial de Salesforce, realizada a 10.000 trabajadores ha determinado que las horas menos productivas corresponden a las de después de la pausa para comer. Las tres de la tarde es la peor hora para concentrarse en el trabajo y desarrollar la creatividad, según el informe.

A partir de esa hora es demasiado pronto para fichar, pero demasiado tarde para concentrarse después de haber trabajado buena parte de la jornada. El 71% de los trabajadores creen que su productividad cae en picado entre las tres y las seis de la tarde.

Los directivos y ejecutivos de grandes corporaciones tienden a ver la productividad de sus empleados como algo lineal. Si tu jornada laboral es de ocho horas, es fácil suponer que no serás igual de productivo a las ocho de la mañana que a las tres de la tarde, ha explicado Christina Janzer, vicepresidenta de investigación de Slack a CNBC Make It.

La productividad tiene una explicación biológica

La biología tiene parte de la respuesta de la caída en picado de la productividad a partir de las tres de la tarde. La causa va más allá del agotamiento mental después de horas de trabajo: se debe al ritmo circadiano o reloj corporal.

La National Sleep Foundation de Estados Unidos ha determinado que entre las dos y las cinco de la tarde se produce un periodo de somnolencia, lo cual explica la caída de la productividad de muchos trabajadores.

¿La solución? No es tomar cafeína a partir de las tres de la tarde, sino aprender a gestionar los periodos de mayor y menor actividad: adelanta el trabajo más fácil o ubica los descansos en estas horas.

Un reciente estudio ha demostrado que escuchar música en el trabajo también puede mejorar la concentración y el estado de ánimo. No hay acuerdo sobre qué género es el más adecuado, pero el músico y neurocientífico Srini Pillay ha asegurado a CNBC Make It que las canciones que más disfrutas son las que más aumentan la productividad.