Internet no es libre y hay reglas: este es el organismo que lo controla

Internet supuso una revolución comparable con la industrial y la electricidad, igual que ahora la inteligencia artificial parece que cambiará al mismo nivel el mundo. Pero bajo esa apariencia de descentralización y libertad hay una realidad de control y regulación como el de cualquier organismo.  Se llama Internet Engineering Task Force (IETF). 

Internet ha transformado la forma en que nos relacionamos y percibimos el mundo, con más de 4.000 millones de usuarios, pero la clave para mantener este vasto ecosistema en orden y prevenir el caos es la labor de una organización poco conocida para el público en general como es la IETF. 

¿Qué es IETF y cuál es su propósito?:

IETF o Grupo de Trabajo para la Ingeniería de Internet en su traducción del inglés, es una organización internacional sin fines de lucro que juega un papel crucial en la definición de estándares que sustentan Internet. Fundada en 1986, tiene su sede en Fremont, California. Su objetivo principal es proponer estándares abiertos que promuevan la interoperabilidad y la compatibilidad en el vasto mundo de Internet. La clave es implementar una uniformidad eficiente y aceptada por todos. 

Funcionamiento y organización

La universalidad de Internet implica que múltiples entidades con diversos intereses estén involucradas. IETF actúa como un árbitro, utilizando estándares para mediar entre fabricantes de hardware, desarrolladores de software y proveedores de servicios. Organizada en áreas como Aplicaciones y Tiempo Real, Operaciones y Gestión, Seguridad y Transporte, IETF aborda la complejidad técnica mediante grupos de trabajo.

¿Quiénes forman parte de IETF?

IETF es un espacio que reúne a fabricantes, desarrolladores, proveedores de servicios, investigadores, profesores y estudiantes. La participación es libre y gratuita, fomentando la contribución de cualquier persona interesada en aportar al desarrollo de Internet. La diversidad de perspectivas fortalece la calidad y la amplitud de los estándares propuestos.

La colaboración dentro de IETF da como resultado borradores técnicos que, tras discusiones y revisiones, se convierten en RFC (Request for Comments), representando estándares técnicos probados y aceptados. Aunque la adopción de los estándares es voluntaria, la mayoría se respeta debido a su capacidad para garantizar la interoperabilidad y la compatibilidad en Internet. Los miembros se reúnen tres veces al año, pero también se promueven encuentros entre programadores y otros expertos, los llamados hackathons. Para participar no hay que pagar nada, solo apuntarse a la lista de correo, correspondiente. En este enlace están todos. 

Ya sabes de donde vienen los HTTPS o DNS

Son términos que nos son muy familiares, aunque no sepamos nada de informática. Sin ellos no podríamos acceder a la red ni a las webs. Sí, la IETF ha hecho posible todos estos estándares, con mucho trabajo, pero procurando a la vez que todo sea sencillo, como lo es la resolución de problemas, planteado a los grupos de trabajo correspondientes y buscando un estándar nuevo o mejor. Se aprueba y listo para implementarse. 

Ese borrador se llamará un RFC (Request for Comments). No es algo definitivo, siempre es mejorable y materia de discusión, pero Internet está sustentado por protocolos descritos en estos RFC. Nadie está obligado a seguirlos, pero si no se hace, no habrá operabilidad y compatibilidad, así que son acogidos por todos, porque además funcionan. 

La cruzada de IETF para erradicar términos ofensivos

Más allá de los estándares técnicos, IETF ha asumido una posición activa en temas sociales. Algunos miembros proponen eliminar términos con connotaciones racistas en la tecnología, como 'maestro', 'esclavo', 'lista negra' o 'lista blanca'. Esta iniciativa refleja la sensibilidad hacia cuestiones sociales importantes, aunque ha generado debates sobre su necesidad universal.

IETF tiene, por tanto, vocación como guardián de la estructura de Internet, desplegando estándares que sustentan su funcionamiento. Su labor va más allá de lo técnico, abordando cuestiones sociales, contribuyendo a su evolución y planificando también su futuro.