Me convertí en un holograma para ver cómo será el futuro en el trabajo: ni siquiera la tecnología más avanzada te salvará de las interminables reuniones

Rebecca Knight,
El futuro del trabajo con hologramas.

Jackson Wilken

  • El teletrabajo está impulsando la investigación para implantar los hologramas en sus sistemas de reuniones. 
  • ARHT Media, una empresa tecnológica global que ha desarrollado esta herramienta, ha invitado a Rebecca Knight, de Business Insider, a probarla y esta ha sido su experiencia. 

Como periodista especializada en carreras profesionales y trabajo, recibo muchas solicitudes para asistir a conferencias del sector, moderar mesas redondas y participar en seminarios online. 

Pero no todos los días me invitan a convertirme en un holograma

Así que cuando recibí el correo electrónico de ARHT Media, una empresa de tecnología global, en la que me proponía una entrevista en la que tanto el entrevistado como yo misma seríamos un holograma, no tardé más de un minuto en contestar que sí. 

La curiosidad profesional sobre cómo está cambiando el mundo del trabajo impulsó mi entusiasmo. A medida que el teletrabajo después de la pandemia se ha convertido en norma en muchas empresas, algunas de ellas están intentando implantar mecanismos para hacer la experiencia del trabajo a distancia más cercana unos de otros. 

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Para ello, las compañías que apuestan por la flexibilidad del trabajo a distancia paradójicamente están buscando métodos para hacer más cercana y real la relación con los compañeros de trabajo durante los eventos y reuniones especiales. La tecnología que hace esto posible son los hologramas. 

Por supuesto, también me atraía la novedad que puede suponer la implantación de estos sistemas en las empresas. La oportunidad de ver con mis propios ojos cómo será el futuro del trabajo era una oportunidad fantástica.

Ahora que lo he probado y puedo hablar desde la propia experiencia, admito que los hologramas son alucinantes. Pero creo que, al menos en el lugar de trabajo, el factor sorpresa se desvanecerá cuando la novedad y la chispa desaparezcan, y sea una realidad habitual. 

Un encuentro muy vanguardista

La entrevista tuvo lugar en la planta 24 en una de las oficinas de WeWork en el centro de Boston. ARHT tiene 19 estudios holográficos en los espacios de WeWork en todo el mundo, gracias a una colaboración que comenzó en 2021.

La pantalla verde en los espacios de ARHT en Boston.
La pantalla verde en los espacios de ARHT en Boston.

Jackson Wilken

La sala parecía un estudio de televisión profesional. Había una enorme pantalla verde con luces brillantes y cámaras en un extremo y el otro extremo estaba tenuemente iluminado con una pantalla de malla negra. En un rincón, un técnico llamado Billy se encargaba del sonido con ordenadores portátiles y mezcladores de audio.

Desde que entré en el estudio y durante toda la entrevista, era como estar en un mundo futurista: la pantalla negra brillaba con píxeles blancos que bailaban por todas partes y mientras, de fondo, sonaba un efecto de sonido parecido al de "transpórtame, Scotty" de Star Trek. 

A continuación, un holograma de Andrew Dorcas, vicepresidente senior de ventas y marketing de ARHT y desde las oficinas de la empresa en Toronto, se materializó ante mí como un ser humano tridimensional de tamaño natural.

Dorcas no perdió tiempo en explicarme por qué cree que la tecnología de hologramas es de vital importancia para el futuro del trabajo. "No me malinterpretes, es importante ir a los sitios y dar la mano, pero no todas las reuniones ni todos los eventos justifican un desplazamiento", explica. 

"Nuestra tecnología es para ese punto intermedio: las reuniones que importan, aquellas en las que quieres estar, pero por la razón que sea, no puedes".

Dorcas es un orador expresivo y enérgico, y se paseó por toda la pantalla mientras hablaba. Tenía un espacio limitado para moverse, de lo contrario estaría fuera de cuadro. También podía verme a través de otra de las cámaras de la sala.

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Según Dorcas, los usos más habituales de la tecnología de ARHT para las empresas y organizaciones en el lugar de trabajo son las reuniones de altos ejecutivos, los ayuntamientos, las conferencias magistrales y las entrevistas a empleados. Entre sus clientes figuran Novartis y DHL. 

La vista de los productores en los estudios de ARHT.
La vista de los productores en los estudios de ARHT.

Jackson Wilken

Los hologramas son superiores a las videoconferencias estándar porque mejoran la capacidad de interpretación del lenguaje corporal por parte de los asistentes, asegura. "Cuando estoy en directo delante de ti, hay un mayor compromiso, una mejor retención de la información y una mayor participación".

No se equivoca. El holograma de Dorcas era cautivador. La tecnología es nítida y parecía real, como una versión de Hollywood tecnicolor de un ser humano. Pero la pregunta más importante: ¿olvidé que estaba hablando con un holograma? No. 

Los hologramas no son baratos, pero la alternativa tampoco

Dorcas apuesta porque los hologramas y la tecnología relacionada con ellos se impongan algún día en las salas de conferencias, pero por ahora los costes los hacen poco prácticos para el uso cotidiano.

El holograma de Andrew Dorcas, el vicepresidente de ventas y marketing de ARHT.
El holograma de Andrew Dorcas, el vicepresidente de ventas y marketing de ARHT.

Jackson Wilken

ARHT, por ejemplo, alquila sus servicios de producción; las organizaciones pueden comprar o alquilar su tecnología. Por un día de producción –un solo presentador retransmitiendo en un solo lugar– el coste es de unos 25.000 dólares, es decir, de 23.500 euros.

Por su parte, la tecnología "capsule" de la empresa –cajas de proyección blancas e inmaculadas que parecen cabinas telefónicas hinchadas– se alquila por entre 4.000 y 5.000 dólares al mes (unos 3.700-4.700 euros). 

Estas cápsulas, que proyectan a personas para interactuar con un público en tiempo real, así como presentaciones pregrabadas, son principalmente utilizadas para demostraciones de ventas, eventos minoristas o formaciones.

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Nada de eso es barato, pero Dorcas afirma que la alternativa de que los ejecutivos viajen de un lugar a otro es incluso más cara a largo plazo y también pasa factura a los propios empleados. Muchos clientes se sienten atraídos por los hologramas por razones medioambientales, añade. "Tenemos más trabajos que nunca".

Mira, mamá, soy un holograma

Rebecca Knight como holograma.
Rebecca Knight como holograma.

Jackson Wilken

Por mi trabajo, es muy posible que nunca tuviese la oportunidad de convertirme en un holograma, sobre todo porque no soy ninguna ejecutiva de altos vuelos que va de ciudad en ciudad para asistir a reuniones, ni tampoco me dedico a las ventas o a la formación corporativa.

Así que fue un placer probar esta tecnología. Me coloqué en la zona de la pantalla verde y, segundos después, mi holograma se proyectó en la pantalla negra, pero en realidad no me llegué a sentir como si fuese la Princesa Leia.

Intenté imaginar cómo reaccionarían mis colegas si uno de los principales editores de Business Insider diera un discurso a la redacción en forma de holograma. Probablemente, se quedarían pasmados y pensarían que es una herramienta fresca y moderna para combatir la frialdad de las videollamadas habituales.

Pero después de la primera impresión, dudo que el asombro perdurara mucho en el tiempo, porque al fin y al cabo, un discurso de los mandamases no deja de ser eso: trabajo. Por muy futurista que sea. 

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