Eres el microbioma de tu entorno: las personas que viven a tu alrededor influyen en los microbios de tu interior

Microbioma humano

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  • Un nuevo estudio publicado en Nature apunta al gran impacto que tienen las personas de tu entorno en tu microbioma, por encima de algunos factores como el estilo de vida, la edad o incluso la genética.
  • La investigación, la más grande y diversa hasta la fecha, encuentra pruebas de que las bacterias intestinales y bucales se comparten con quienes nos rodean.

Según el National Human Genome Research Institute, el "microbioma es la comunidad de microorganismos, como los hongos, bacterias y virus, que existen en un entorno en particular". En los seres humanos, el término se emplea para aludir a la comunidad de microorganismos que viven en o sobre una zona particular del cuerpo, como la piel o el tracto gastrointestinal.

Con respecto a esta colonia de diminutos habitantes que vive en tu interior, la ciencia acaba de hacer un importante descubrimiento: se ha constatado que el microbioma humano podría ser contagioso. O explicado de otro modo, las personas de tu entorno influyen en gran medida en su composición, incluso cuando se trata de encuentros breves.

Se trata de la mayor y más diversa revisión realizada hasta la fecha, publicada en Nature y dirigida por el microbiólogo Nicola Segata, de la Universidad de Trento (Italia). Su análisis revela que las bacterias intestinales y bucales se comparten con las personas con las que vivimos y nos criamos, con un impacto mayor que otros factores como el estilo de vida, la edad, y hasta la genética.

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La principal conclusión, basada en 9.000 muestras de heces y saliva recogidas de participantes con conexiones conocidas entre sí, es que las interacciones sociales contribuyen a conformar la comunidad de billones de microbios de cada individuo, jugando un papel clave en las enfermedades asociadas al mismo. 

Según el estudio, las cepas de bacterias compartidas entre los participantes en el estudio eran "extensas". Los autores identificaron más de 10 millones de casos de cepas bacterianas compartidas entre madres y bebés, miembros de una misma casa o personas de las mismas comunidades.

Los microbios de mamá

La vía de exposición más importante fue la exposición de madre a hijo: en 711 casos, alrededor del 50% de las mismas cepas bacterianas se compartieron entre madre e hijo en el primer año de vida, y el 16% de esas cepas procedían específicamente de la madre. Esta comparte su microflora a través del parto vaginal, la lactancia materna, el intercambio salival o el tacto.

Otro dato interesante es que la misma comunidad de microorganismos podía seguir detectándose en la edad adulta, aunque en porcentajes más bajos. A los 30 años, por ejemplo, la persona media del estudio había conservado alrededor del 14% de las cepas bacterianas originales de su madre. Incluso a los 85 años, las cepas más transmisibles de la madre seguían presentes en su descendencia.

En total, entre un 12 y un 32% de las cepas bacterianas presentes en el intestino y la boca se comparten con otras personas bajo el mismo techo, algo que no podía ser explicado solamente por los factores relacionados con el estilo de vida.

 

"En la edad adulta, las fuentes de nuestros microbiomas son sobre todo las personas con las que estamos en estrecho contacto", explica Segata, tal y como recoge Science Alert. También destaca que la duración de las interacciones es aproximadamente proporcional al número de bacterias intercambiadas. 

En las comunidades más grandes la relación es menor. Menos del 1% de las cepas bacterianas parecían saltar entre hogares de la misma comunidad rural. En aproximadamente el 67% de las comunidades estudiadas, los individuos de una misma aldea, pero procedentes de hogares distintos, compartían más cepas bacterianas que con los hogares de otras aldeas.

Se trata de un descubrimiento importante teniendo en cuenta que enfermedades no transmisibles (como las cardiovasculares, la diabetes o el cáncer) guardan relación con una composición alterada del microbioma. 

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