Esta joven pareja viaja por Europa con su propia caravana: así consiguieron hacérsela ellos mismos y cuánto dinero y tiempo les costó

Sergio y Paula son una pareja de veinteañeros acostumbrados a los viajes por la naturaleza, pero sin ninguna experiencia en el mundo de las autocaravanas.

Sin embargo, tras descubrir que había mucha gente viviendo largas temporadas en campers y que este estilo de vida no era no muy caro, se lanzaron a probarlo. 

"Pensamos: 'Vamos a ahorrar para hacernos una furgo'", comenta Sergio en una entrevista para Business Insider España. 

Además de ahorrar para la furgoneta en sí, comenzaron el viaje el pasado septiembre habiendo ahorrado dinero suficiente para algo más de un año sin tener que trabajar, aunque sí que teletrabajan algunas horas –por ejemplo, impartiendo clases online– para seguir generando dinero.

Tardaron tres años en ahorrar lo suficiente para ponerse manos a la obra, porque si algo tenían claro era que la iban a montar ellos mismos en lugar de comprarla. 

¿Por qué querría alguien meterse en ese jaleo en lugar de facilitarse la vida comprando una que se adapte a sus necesidades?

"No nos gustan mucho las distribuciones que tienen las que ya están hechas. Suelen tener un baño justo en medio de la caravana o al lado de la cama haciendo el espacio más pequeño de lo que ya es", ponen como ejemplo.

Aunque puede parecer un mal menor, no es lo mismo irse de vacaciones con este pequeño inconveniente que convivir en este pequeño espacio durante meses (o incluso años).

Probé la vida en autocaravana durante dos semanas y un aspecto del viaje me hizo preguntarme si estoy hecha para ese estilo de vida

"La hemos preparado para que nos dure mucho tiempo y no la sintamos pequeña", apunta Sergio, que menciona sus 1,85 metros de altura como uno de los principales factores a la hora de planificar la distribución de la misma.

"Al hacer tan buena planificación al principio, cuando estamos en otras furgos vemos qué problemas tienen las otras, más que cuales tiene la nuestra. Nosotros alquilamos una furgoneta un fin de semana y vimos que Sergio se iba rozando la cabeza. Entonces cogimos la más alta que vimos", explica Paula.

Así fue el proceso de camperización

Teniendo claro lo que querían, preguntaron a un amigo que se había dedicado a camperizar furgonetas por el tiempo medio que tardarían si dedicaban a esta tarea únicamente los fines de semana. Al igual que este les advirtió, acabaron siendo diez meses de trabajo duro cada fin de semana, un proceso que documentaron en sus perfiles de Instagram y TikTok, donde ahora también muestran sus aventuras.

Sin conocimientos previos de mecánica, se dedicaron a ver tutoriales de YouTube para comenzar un proceso para el que utilizaron todas las herramientas del padre de Paula. 

"Hay gente que lleva años viajando y han descubierto qué cosas funcionaban. De ellos hemos aprendido y nos han ayudado a elegir qué era mejor y qué marcas dan problemas", afirma Paula.

En total, camperizar su Peugeot Boxer –que antes había servido como furgoneta de paquetería– les acabó costando alrededor de 14.000 euros, incluyendo un frigorífico a dos voltios o una cocina con horno.

"Si quieres, puedes hacerlo mucho más barato con un camping gas. Nosotros tenemos ducha con agua caliente, calefacción, tanque, placas solares, gas GLP... Por 14.000 euros tenemos bastante buena equipación", aseguran.

Según explican, la mayor parte del dinero se va en la instalación eléctrica, ya que hay que comprar un inversor, batería y placa solar. La calefacción y el calentador de agua también son bastante caros, añaden, aunque lo más barato del proceso son los muebles y la madera.

Sin embargo, y como es lógico, avisan de que tienes que calcular dentro de tu presupuesto la posibilidad de haya piezas mecánicas que necesitarán reparación, como les ocurrió a ellos con la pantalla de la calefacción.

"Siempre pueden salir imprevistos. Las ventanas por ahora con silicona se han arreglado, pero siempre tienes que estar un poco pendiente de que se pueda romper algo", afirman.

"Lo bueno de haberla camperizado es que sabemos arreglar las cosas. Si no, no nos hubiéramos atrevido y hubiéramos ido a un taller", señala Sergio, que cuenta que ya había pasado muchas horas debajo de su furgoneta durante el proceso de camperización, por lo que no le suponía un gran reto.

Errores y aciertos de camperizar tu propia caravana

"Hay cosas que nosotros aprendimos por vídeos, pero notamos que otros se han equivocado", asegura Paula. 

Por ejemplo, explican, hay gente cuya cama se convierte en mesa y emplean mucho tiempo en hacer ese cambio. Esto, además, crea humedades, algo muy habitual en invierno cuando no puedes ventilar constantemente cuando cocinas, explican.

De viajar en invierno también han aprendido que no todo es de color de rosa cuando optas por la instalación de placas solares: "Si está nublado, no produces electricidad y el frigorífico nos consume mucho. Aunque al principio no lo veíamos como una opción, hemos aprendido que si está nublado y hace frío, lo apagamos y tenemos electricidad suficiente, porque si no tienes que buscar dónde enchufarte".

Tampoco se arrepienten de haber optado por tener calefacción, algo no tan habitual en las autocaravanas, ya que los viajeros suelen utilizarlas en verano. 

"Teniendo en cuenta que hemos pasado el invierno y hemos atravesado los Balcanes, nos encontramos algunos meses con temperaturas negativas varios días. Sin calefacción, por muy bien que esté el aislante, al final vas a tener frío. Sigue siendo una furgoneta y sigue estando en medio del bosque", advierten.

Otros consejos de la pareja a la hora de customizar tu nuevo hogar son que el baño sea independiente (y con cortina), ya que ven que mucha gente tiene el váter debajo del asiento, lo que elimina toda privacidad; y no necesitar abrir la puerta trasera para acceder a cualquier espacio de almacenaje, un error que sí han cometido y del que se arrepienten.

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