El algoritmo de Instagram convierte a chicas jóvenes que suben fotos en bikini en 'influencers' de la noche a la mañana: qué piensan ellas sobre su popularidad y las propuestas publicitarias de las marcas

Tanya Chen,
Instagram / @michelle.crockett

Michelle Crockett, una estudiante de primer año de la Universidad de Indiana de 18 años, tiene casi 84.000 "me gusta" en una foto de Instagram que compartió a finales de diciembre en la que posa con un bikini verde.

Ese volumen de "likes" contrasta con la foto que publicó inmediatamente antes, que tiene unos 1.900 "likes", y con la anterior, que solo tiene unos pocos cientos.

¿A qué se debe esta repentina afluencia? En enero, esa foto en particular de Crockett fue sacada del olvido y apareció en las páginas de exploración de muchas personas.

Crockett cuenta a Business Insider que, a los pocos días de aparecer en Instagram Explore, su foto había llegado a millones de cuentas, su perfil había pasado de unos 2.000 seguidores a más de 20.000, y sus DMs estaban "inundados de oportunidades para influencers".

Crockett, estudiante de enfermería, se había convertido de la noche a la mañana en una microinfluencer, y no por elección. 

Crockett se encuentra entre una lista de usuarios que recientemente han sido destacados por la página de Exploración de Instagram, que parece favorecer en gran medida a las mujeres jóvenes y a las "thirst traps", una abreviatura común en inglés para un género de fotos sexy o coquetas, y un término que algunas de estas mujeres utilizaron.

Business Insider creó 4 nuevas cuentas de Instagram que mostraban una página Explorar por defecto muy similar para cada una. Ninguna de las cuentas había interactuado con ningún contenido, ni alimentado su algoritmo con muchos datos, aparte del género y la edad. Sin embargo, las cuatro cuentas mostraban una página de Explorar autopoblada casi por completo con fotos de mujeres jóvenes atractivas y en bikini.

La de Crockett era una de ellas. 

Ali Anderson, de 19 años, era otra. Anderson cuenta a Business Insider que no se había dado cuenta de que su foto, que también fue publicada a finales de diciembre, era una de las elegidas en Explorar hasta que "llegó a millones" en enero.

"El post había alcanzado 1,3 millones de visitas en cuestión de 30 días, y sigue creciendo", comparte Anderson. "Antes del post tenía mil seguidores y, desde entonces, mi cuenta ha crecido hasta los 12.000 seguidores". 

También asegura que empezó a recibir numerosas ofertas de marcas. Anderson, que actualmente vive en Las Vegas, cuenta que no estaba persiguiendo activamente una carrera como influencer. Pero tampoco lo descarta.

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"Ayuda a las mujeres como yo a ampliar sus oportunidades", apunta sobre los acuerdos que las marcas le han ofrecido, y añade que el hecho de ser presentada en Instagram "me presiona un poco más personalmente para publicar para que la gente vea mi cara y mi cuerpo".

Crockett comparte sentimientos similares. El repentino aumento de los "me gusta", los seguidores y las oportunidades —incluidas las toneladas de personas que le pedían que creara una cuenta de OnlyFans, señala— la incentivaron a ella y a sus amigos a publicar fotos similares. Pero también dice que le molestaba esa presión social y el precedente que sienta.

"¿Qué pasaría si solo fuera una foto mía sonriendo... no sería más guay?".

"Tengo un montón de sentimientos enfrontados al respecto", dice Crockett sobre el hecho de ser presentada por Instagram. Al principio fue emocionante, como si estuviera recibiendo una tonelada de "likes"; esto es una locura, y estoy recibiendo marcas y personas verificadas que se ponen en contacto conmigo. Pero ahora también estoy recibiendo un montón de gente espeluznante que se pone en contacto conmigo". 

Según sus análisis internos de Instagram, el 95% de las personas que ven y les gusta su foto en bikini verde son hombres, dice a Business Insider. También, sus publicaciones han llegado a más de 6 millones de personas hasta la fecha.

"Definitivamente es un poco perturbador", cuenta sobre la página de Explore que muestra principalmente fotos sexy de mujeres. "Si acabas de descargar por primera vez Instagram y eso es lo primero que ves, te muestra lo que la sociedad moderna está creando y lo que la gente está buscando". 

La joven asegura que le encantaría imaginarse una foto más cotidiana, o simplemente menos sexualizada de ella presentada en la pestaña Explorar.

Crockett comparte que ha aceptado unos 2.000 dólares (alrededor de 1.800 euros) por publicar productos y otras pequeñas ofertas que ha conseguido a través de sus DM.

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Pero no está segura de querer seguir una carrera en las redes sociales. 

"Estoy agradecida de formar parte de una gran universidad para tener una buena carrera potencial, para no tener que apoyarme en esto", cuenta. "Pero a veces pienso '¿Y si me estoy perdiendo?' Podría estar ganando 6 cifras. Una de las personas que me contactó me dijo que puedo ganar 50.000 al mes".

Su repentina fama también ha obligado a sus amigos, e incluso a su hermana menor, a publicar fotos similares con la posibilidad marginal de que las suyas sean elegidas para la lupa de Explorar. 

Todo ello se suma a las presiones a las que ya se enfrentan las mujeres jóvenes en lo que respecta a las redes sociales, e Instagram es muy consciente de ello. 

Según unos memorandos internos obtenidos por The Wall Street Journal el año pasado, los investigadores de Instagram descubrieron que el 32% de las adolescentes tenían una relación negativa con su cuerpo, e "Instagram las hacía sentir peor", según una presentación de diapositivas publicada en el tablón de anuncios interno de Facebook.

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