Demanda

Abogado redactando una demanda
  • La demanda es un acto jurídico necesario para dar comienzo a un proceso judicial.
  • A continuación, se explica qué es una demanda, quiénes forman parte de ella y qué pasos debes dar para poner una.
  • Si quieres entender cómo funciona la economía, la tecnología, el mundo empresarial y descubrir el significado de la mayoría de conceptos que escuchas cada día, no te pierdas nuestra sección Qué es.
  1. ¿Qué es una demanda?
  2. Partes que intervienen en una demanda
  3. Tipos de demanda
  4. Cómo se pone una demanda
  5. Cuánto cuesta una demanda
  6. Ejemplos: casos prácticos para entenderlo mejor

¿Qué es una demanda?

Un demanda es un acto procesal que sirve para comenzar un proceso judicial.

La demanda es un documento que se presenta en el Juzgado. Se elabora indicando todas las exigencias que pide el demandante.

En la demanda deben aparecer el demandante, el demandado y el motivo por el que se quiere empezar un proceso de este calibre.

La normativa encargada de regular las demandas es la Ley de Enjuiciamiento Civil.

Partes que intervienen en una demanda

El proceso de demanda está formado principalmente por 2 partes: el demandante y el demandado.

Estas son las funciones de cada uno:

  • Demandante: es la persona física o jurídica que inicia el proceso, ya que considera que se ha visto perjudicada por los hechos que ha provocado otra persona física o jurídica; estos hechos pueden ser delictivos.
  • Demandado: es la persona física o jurídica a la que ha denunciado el demandante, ya que supuestamente está violando sus derechos.

Tipos de demanda

Cada demanda tiene unas características concretas, por lo que resulta complicado establecer un sólo tipo.

Existen tantas demandas como supuestas situaciones delictivas pueda haber. Estas suelen ser las principales:

  • Demanda ejecutiva: es la que se interpone cuando ya se tiene una sentencia a favor en un caso; de este modo, el demandante pide que la sentencia se ejecute cuanto antes.
  • Demanda de desahucio: es el tipo de demanda a la que recurren los propietarios de un inmueble que ha sido ocupado o cuyos inquilinos han dejado de pagar.
  • Demanda de cantidad: esta demanda sirve para reclamar una cantidad de dinero impagada, por ejemplo, en el caso de una deuda que no se ha abonado.
  • Demanda de hecho: consiste en pedir que la justicia obligue al demandado a hacer una acción determinada o a dejar de hacerla, si es que se trata de un hecho delictivo.
  • Resolución de contrato: a este tipo de demanda se recurre cuando el demandante quiere romper un contrato.

Cómo se pone una demanda

Para interponer una demanda hay que dar una serie de pasos. Este proceso resulta complejo y es buena idea recopilar uno por uno cada aspecto.

Estos son los pasos para poner una demanda y lo que acaba implicando el proceso:

  • Redactar la demanda con ayuda de un abogado; las personas que no son especialistas en este campo desconocen los términos y conceptos a utilizar.
  • Notificar la demanda: tienes que presentarla en el juzgado y esperar a que se admita o no a trámite.
  • Acto de conciliación: en algunos casos, el juzgado citará a las partes implicadas para un acto previo de conciliación; el objetivo es que lleguen a un acuerdo para evitar ir a juicio.
  • Audiencia previa: acuden sólo los abogados, si tampoco llegan a un acuerdo, el juzgado dará fecha para el juicio.
  • Vista oral: es el juicio propiamente dicho, aquí los abogados y las partes implicadas exponen su razones.
  • Sentencia: teniendo en cuenta los argumentos de cada parte y estudiando las pruebas, el magistrado dictará sentencia. 

Cuánto cuesta una demanda

Una de las preguntas más importantes antes de poner una demanda es la de cuánto dinero te va a costar.

Lo primero que debes saber es que si la cuantía no supera los 2.000 euros, no vas a necesitar abogado ni procurador.

Teniendo esto en cuenta, es complicado saber cuánto va a costarte ir a juicio, ya que dependerá de cada caso concreto, de los honorarios del abogado y de lo que tengas que pagar al procurador.

Algunas personas tienen derecho a acudir a juicio de forma gratuita. Tienen que cumplir los siguientes requisitos, según el artículo 3 de la Ley de asistencia jurídica gratuita:

  1. Aquellas personas físicas que, careciendo de patrimonio suficiente, cuenten con unos recursos e ingresos económicos brutos, computados anualmente por todos los conceptos y por unidad familiar, que no superen los siguientes umbrales:
  • Dos veces el indicador público de renta de efectos múltiples vigente en el momento de efectuar la solicitud cuando se trate de personas no integradas en ninguna unidad familiar.
  • Dos veces y media el indicador público de renta de efectos múltiples vigente en el momento de efectuar la solicitud cuando se trate de personas integradas en alguna de las modalidades de unidad familiar con menos de cuatro miembros.
  • El triple de dicho indicador cuando se trate de unidades familiares integradas por cuatro o más miembros o que tengan reconocida su condición de familia numerosa de acuerdo con la normativa vigente.

Además, podrán acceder a la Justicia Gratuita los trabajadores y beneficiarios de la Seguridad Social (para defender sus derechos laborales), las víctimas de violencia de género, de terrorismo y de trata de seres humanos (en juicios por su condición de víctimas), los menores de edad y las personas con discapacidad psíquica cuando sean víctimas de abuso o maltrato.

Ejemplos: casos prácticos para entenderlo mejor

Entender el proceso de una demanda y todo lo que ello implica es complejo, por eso conviene ilustrar con un ejemplo.

Este es un caso típico de demanda:

  • Un trabajador es despedido durante un período de baja por enfermedad común.
  • La empresa argumenta que el despido se debe a motivos organizativos, pero el trabajador está convencido de que se trata de una decisión tomada a raíz de su enfermedad.
  • El trabajador presenta una demanda ante el Juzgado de lo Social solicitando el despido nulo, tal y como le ha recomendado su abogado. En la demanda se incluyen todos los argumentos por los que el despido puede ser considerado de este tipo.
  • El trabajador se convierte en demandante, mientras que la empresa sería la parte demandada.
  • Se celebra un acto de conciliación en el que ambas partes no se ponen de acuerdo; se tendrá que celebrar una Audiencia Previa y posiblemente una vista oral.
  • Los abogados de ambas partes no llegan a un acuerdo, así que se celebra un juicio en el que demandante y demandado deben exponer sus argumentos.
  • El juez estudia las pruebas aportadas por demandante y demandado, y al cabo de unas semanas dicta sentencia: el despido es nulo porque la empresa no ha sabido argumentar los motivos organizativos, así que se da por sentado que el despido se debe a la situación de baja.
  • La empresa tendrá que readmitir al trabajador y además pagar los salarios de tramitación.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.