El realme 10 es perfecto para los que busquen pantalla, autonomía y rendimiento, aunque tiene un par de cosas que no me han convencido del todo

Realme llevaba ya mucho tiempo sin dar señales de vida en el terreno de los smartphones. 

Durante los últimos meses de 2022 estuvieron centrados en dispositivos IoT de todo tipo, como los realme Buds Air 3S o el realme Watch 3. 

Sí, es cierto que presentaron también el realme C33, un gama de entrada barato y competente, pero faltaba una interacción más potente. 

Esto responde a un movimiento de la compañía china que busca lanzar menos productos durante el año, pero más centrados y equilibrados.

Los realme Buds Air 3S son lo que buscas si quieres potencia en graves, autonomía y precio comedido

Y esto es justo lo que consigue con el realme 10, que anunciaron a finales de año, y que he tenido el placer de disfrutar durante un par de semanas: equilibrio en todos sus apartados.

El sucesor del realme 9 llega con buen diseño, pantalla competente e interesante batería, pero lo mejor que puedo decir del realme 10 es que hace bien todo lo que se propone. 

Diseño compacto, robusto y ligero, aunque se ensucia con facilidad.

Realme siempre ha dado la talla con diseños atrevidos y curiosos y, aunque aquí se arriesgan con un dispositivo con una trasera con degradado que cambia el tono en función de la luz, no me ha sorprendido tanto. 

Apuesta por un módulo de cámaras sin marco, lo que hace que la protuberancia de la cámara sobresalga más y le dé un tono único, aunque es cierto que las tecnológicas están apostando mucho por este formato. Además, toca recalcar que deja muchas huellas y se ensucia con facilidad. 

En lo que sí que da la talla es en agarre y peso. Prácticamente, se siente como una extensión de la mano gracias a sus tan solo 179 gramos y un grosor de 7,9mm. 

También toca destacar la presencia de entrada para auriculares, así como lector de huellas en el lateral y una botonera de fácil acceso. 

Pantalla perfecta para jugar gracias a su fluidez, aunque le falta algo de brillo en situaciones puntuales. 

La pantalla es uno de los puntos fuertes de este realme 10.

Cuenta con un panel de 6,4 pulgadas Super AMOLED FHD+ con una tasa de refresco de 90hz y una frecuencia de muestreo táctil de 360hz. Es decir, un auténtico goce para los gamers: extrema fluidez y respuesta prácticamente inmediata a tus acciones en pantalla. 

A esto suma un brillo máximo de 1.000 nits, que se me ha quedado algo corto en situaciones de muchísima luz, un altavoz que deja un sonido claro y nítido, que no está nada mal si lo dejas a un tono medio y protección Gorilla Glass 5 para protegerlo contra cualquier posible arañazo cuando lo llevas en el bolsillo o en el bolso. 

Toca destacar, también, un muy buen aprovechamiento del panel, a pesar de que tiene una barbilla inferior algo pronunciada y unos colores muy bien definidos y vivos.

Rendimiento competente, perfecto para situaciones del día a día, muy buena experiencia 'gaming', aunque sin alardes y sistema operativo competente.

En su interior guarda un MediaTek Helio G99. Ya es habitual que la compañía china monte un procesador de este tipo en sus dispositivos de gama media por sus fantásticos resultados y con este realme 10 no iba a ser menos. 

Lo que te vas a encontrar es un móvil francamente rápido en tareas habituales como abrir aplicaciones, navegar por el sistema con fluidez o cualquier situación que se te pase por la cabeza y todo ello sin que se caliente en exceso. 

Donde baja un poco el nivel es en el terreno gaming, pero respira tranquilo: vas a poder jugar a lo que quieras sin problemas, aunque no con todos los parámetros al máximo. ¿Lo mejor? Títulos a 40fps para experiencia fluida.

A todo esto suma 8GB de RAM que, si se te hacen cortos, puedes ampliar de manera virtual hasta los 16GB, así como 256GB de memoria interna ampliables a 1TB con microSD. 

En cuanto a software, el realme 10 viene con realme UI 3.0 con Android 12 y aunque funciona realmente bien y tiene infinidad de atajos y la experiencia de usuario es excelente, me hubiese gustado tener Android 13 en su interior. 

Eso sí, este tándem entre procesador y sistema operativo deja un móvil francamente equilibrado que, además de funcionar como la seda, está muy bien optimizado, dejando unos números fabulosos para la batería.

Lector de huellas en el lateral, minijack para auriculares, wifi 5, NFC para pagos móviles... aunque se olvida del 5G. 

En términos de conectividad, el realme 10 da la talla a pesar de que deja fuera el 5G.

Cuenta con NFC para pagos móviles, un sistema de sonido competente, minijack para auriculares —algo que me agrada muchísimo a pesar de la abundancia de dispositivos bluetooth— y lector de huellas en el lateral bastante rápido.

También suma reconocimiento facial fabuloso que me detectaba la cara en situaciones complejas, tanto que incluso no me daba tiempo a desbloquear el panel con el sensor de huellas.

La autonomía es otro de los puntos fuertes: batería para más de un día de uso y una carga rápida decente.

La autonomía es otro de los puntos fuertes del realme 10. Guarda en su interior una autonomía de 5.000 mAh que cumple con creces y puede darte hasta 2 días, eso sí, haciendo un uso comedido. 

Si vas a exprimirlo al máximo con juegos, redes sociales, escuchar música o lo que se te pase por la cabeza, te durará el día completo sin problemas. 

Y ojo, lleva carga rápida, incluida en la caja, de 33W que te ofrece el 50% de autonomía en unos 25 minutos y el 100% en poco más de una hora. 

Cámara competente que cumple, aunque he notado cierto retraso respecto a la anterior generación.

En cuanto al apartado fotográfico, el realme 10 cumple, aunque tampoco te esperes algo muy potente o repleto de opciones.

Aquí las especificaciones de la cámara: 

• Cámara principal de 50 megapíxeles con sensor Samsung JN1.
• Cámara selfie de 16 megapíxeles

En su interior guarda el clásico modo calle que ya acompaña a realme desde hace algunas generaciones, así como el efecto diorama y un modo noche que no está mal. 

La cámara no está nada mal, como vas a poder ver a continuación, aunque me da la sensación de que tiene menos opciones que el realme 9, el cual contaba con ultra gran angular y un ultra macro, que aquí desaparecen. 

La cámara principal arroja buenos resultados tanto en la lente principal como con un aumento de 2x.

La cámara principal consigue dar fuerza a los retratos con un color mucho más vivo y profundo que me ha convencido, aunque no me ha enamorado por un recorte con cierto índice de mejoras, sobre todo en pequeños detalles. Mira lo que hace con el pelo, por ejemplo. 

En interiores sí que me ha dado la sensación de que cumple mejor en recorte, aunque es cierto que pierde algo de consistencia. 

La cámara selfie, por su parte, sí que me ha gustado bastante tanto en interiores...

... como en exteriores.

Aquí tienes una pequeña galería para que veas de lo que es capaz el realme 10

El realme 10 es un móvil muy equilibrado que es perfecto para ti si buscas pantalla y autonomía.

El realme 10 me ha parecido un dispositivo muy equilibrado que es perfecto para los que busquen pantalla y autonomía, pero también guarda en su interior un fantástico rendimiento y un diseño atractivo. 

Creo que ha dado un paso atrás en cuestión de cámaras si se compara con la generación anterior, aunque está en la media de lo que ofrece la competencia. 

Es decir, si la fotografía no te importa mucho y lo quieres sobre todo para jugar durante horas en buena calidad de pantalla y prestaciones, sus 279 euros —229 euros como precio de lanzamiento hasta el 21 de febrero— están más que justificados.