Realme GT 2 vs Realme GT 2 Pro: 2 móviles que apuntan a estar entre lo mejor del año, pero con diferencias obvias en pantalla y cámara, ¿cuál es mejor?
- Realme tiene 2 versiones de su nuevo buque insignia: el GT 2 y si no tienes claro por cuál apostar, aquí te vas a encontrar con una comparativa bastante clara.
- El GT 2 Pro es mejor, no hay duda, pero lo cierto es que si no te importa pantalla y un diseño algo menos refinado, la versión normal le hace sombra y supera en algunos puntos y cuesta 200 euros menos.
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Hace ya unas semanas, realme presentó su nuevo buque insignia, el realme GT 2 Pro. Un dispositivo sencillamente excepcional que no dudo que estará en las listas de mejores móviles del año al que solo le puse un pequeño problema: su precio.
Al final no es una cosa mala, simplemente es que viene a competir en las grandes ligas. Es un smartphone de gama alta y, por tanto, tiene un precio de gama alta —salvando las distancias con otras compañías que se mueven en números todavía más altos.
Previendo esto, la compañía china presentó también una versión "básica", el realme GT 2, con menos prestaciones, pero con el mismo ADN y, cómo no, con un precio bastante más ajustado.
La diferencia entre uno y otro es evidente. La versión Pro está disponible desde 749,99 euros, mientras que la normal empieza desde 549,99 euros. Un total de 200 euros de diferencia que se notan en pantalla, diseño, cámara y rendimiento, pero tengo claro que ambos merecen, y mucho, la pena.
¿No tienes claro por cuál apostar? Sigue leyendo que te dejo las claves del realme GT 2 Pro y del Realme GT 2.
Sensacional diseño innovador con un tacto similar al de una hoja de papel, en donde sale perdiendo la versión básica por sentirse algo más pesado y menos refinado, pero ambos son comodísimos.
Ambos dispositivos cuentan con el mismo diseño, pero con algunos matices. Y esto es una extraordinaria noticia.
Ya lo dejé claro en el análisis de la versión Pro: es uno de los móviles más bonitos y originales que han salido en los últimos años y además tiene una trasera sostenible creada a base de biopolímeros que está inspirada en papel y diseñada por Naoto Fukosawa que es una delicia para la vista.
La única diferencia a la vista está en el módulo de la cámara, que reduce ligeramente su tamaño al prescindir de la microlente de 40x, pero sigue con ese tacto parecido al papel y esa firma de Naoto Fukosawa que le da un toque único y mucha personalidad.
La botonera también tiene cambios, aunque sigue alojada en el mismo sitio: volumen en la izquierda, bloqueo del dispositivo en la derecha.
El cambio está en que mientras que en el realme GT 2 Pro el botón de subir y bajar el volumen es una pieza, en la versión normal son 2 botones diferentes. Ambos responden francamente bien y aquí es más una cuestión de gustos que otra cosa.
En cuanto a la parte inferior, está la salida del altavoz, la ranura para la SIM y el puerto USB-C.
El cambio más significativo entre ambos está en el grosor y el peso, aunque a simple vista igual es difícil diferenciarlo.
El realme GT 2 cuenta con un grosor de 8,6mm y el marco de la pantalla sobresale, mientras que el GT 2 Pro es más refinado, la pantalla no tiene elevación alguna y baja hasta los 8,2mm.
En cuanto a peso y dimensiones, la diferencia está en tan solo 10 gramos —199,80 gramos para el GT 2, 189 gramos para el GT 2 Pro— pero lo cierto es que no se nota nada. Ambos dispositivos se sienten francamente cómodos, tienen un agarre delicioso y ninguno de ellas deja huellas, gracias al material utilizado en la construcción.
Ambas pantallas tienen un comportamiento ejemplar, pero la del GT 2 Pro sobresale en resolución (y algo más de tamaño).
Aquí puede venir uno de los principales quebraderos de cabeza al decidir entre uno y otro, precisamente porque, a pesar de que existen diferencias obvias entre ambos modelos, su comportamiento es tan bueno que depende de si quieres lo máximo o simplemente te conformas con lo sobresaliente.
En números, el GT 2 Pro monta un panel de 6,7 pulgadas AMOLED con resolución 2K WQHD+, 3216×1440 píxeles, mientras que el GT 2 baja un poco el listón con una pantalla de 6,5 pulgadas AMOLED con resolución FHD+ de 2400×1080 píxeles.
Llama la atención que a pesar de esa diferencia de tamaño, las dimensiones del GT 2 Pro no crecen casi nada, ya que simplemente tiene un mejor aprovechamiento del panel.
Ambas cuentan con tecnología HDR10+, así como tasa de refresco adaptativo de 120hz configurables y protección Gorilla Glass —5 para la versión normal, Victus para la versión Pro—, para proteger al dispositivo contra cualquier golpe accidental.
El resultado es una pantalla llena de colores muy vivos, francamente fluida, y que te van a ofrecer una experiencia simplemente excepcional. Sí, es posible que la definición de determinados tonos tengan una representación más fiel en la versión Pro, pero creo que durante el día a día no vas a notar mucha diferencia.
Dónde sí que he notado que el GT 2 Pro le gana la partida al GT 2 es en el brillo máximo, dejando el primero unos resultados algo más positivos en condiciones de mucha luz gracias a sus 1.400 nits de brillo máximo, frente a los 1.300 nits de su hermano pequeño.
Rendimiento excepcional para ambos dispositivos y aquí la sorpresa. Me quedo con la versión normal por un motivo muy simple: no se calienta en juegos o tareas exigentes.
Como siempre, primero los números.
El realme GT 2 Pro viene con lo último de Qualcomm, el Snapdragon 8 Gen 1, mientras que el realme GT 2 apuesta por el Snapdragon 888, que tampoco necesita carta de presentación y hasta el momento ha sido el chip habitual de muchos gama alta hasta la fecha.
Ambos procesadores dejan un rendimiento ejemplar en todo tipo de tareas, cuentan con un modo GT para exprimir al máximo el dispositivo en caso de necesidad y no te van a dar ningún problema, hagas lo que hagas.
Y sí, el GT 2 Pro se nota más rápido en determinadas tareas, pero tiene un pequeño problema —que ocurre muy pocas veces, he de añadir— que hace que me decante por el GT 2: la temperatura en la trasera en procesos exigentes.
Esto me ha pasado sobre todo probando ambos dispositivos mientras jugaba a algo exigente. Mientras que tras una buena sesión el GT 2 Pro he notado la trasera algo caliente, en el GT 2 la temperatura del dispositivo ni se ha inmutado.
Debe ser algo del Snapdragon 8 Gen 1 que, al ser tecnología nueva, puede dar lugar a este tipo de fallos. Entiendo que no es algo de realme y dispositivos siguientes se irá corrigiendo este defecto a medida que mejoren los chips.
Al final, he preferido apostar por algo ya asentado con años en el mercado que deja unos resultados sobresalientes a costa de algo de rendimiento, pero ya te aseguro que no lo vas a notar.
Magistral experiencia de usuario con un sistema operativo que lo tiene todo y cada día añade más funciones.
En este apartado no hay diferencia alguna: ambos vienen con realme 3.0 basado en Android 12 y lo cierto es que, ya desde hace tiempo, es de mis interfaces Android favoritas.
Infinidad de ajustes de personalización para adaptar el móvil a tu forma de vida, un modo Always On completísimo que se apaga solo si detecta que no estás mirando para ahorrar batería, accesos rápidos muy acertados para cambiar el tono de la pantalla o activar el modo No molestar y un gusto por el diseño exquisito.
En cuanto a conectividad y biometría, ambos vienen a por todas y no les falta nada.
Aquí tampoco hay recortes de ningún tipo y ambos dispositivos rallan a un nivel excelente.
Reconocimiento facial muy rápido y preciso —con el mismo problema de que dependen de la primera imagen que registre, por lo que adiós gafas de sol o mascarilla—, así como un lector de huellas integrado en pantalla rápido y con un sinfín de opciones de animación al gusto del usuario.
Como no podía ser de otra manera, cuentan con 5G para dar lo máximo en cobertura móvil, NFC para pagos móviles, wifi 6, bluetooth 5.0 e incorporan tecnología Dolby Atmos para ofrecer una experiencia envolvente en películas y juegos. Eso sí, fallan en lo mismo: los agudos distorsionan en niveles muy altos, pero la experiencia es francamente buena.
La batería de ambos dispositivos también está a la altura y puede llegar a los 2 días si lo usas de manera comedida.
Aquí tampoco hay cambios. Tanto el realme GT 2 como su versión Pro cuentan con 5.000 mAh de autonomía y una carga rápida extraordinaria de 65W que puede lograr el 0-100% en unos 25 minutos.
En este sentido, el realme GT 2 le gana la partida por muy poquito a pesar de contar con las mismas especificaciones gracias a una pantalla algo más pequeña y una tecnología inferior que me ha resultado algo más eficiente.
Eso sí, la diferencia es tan nimia que no vas a notarlo.
Ambos pueden llegar a los 2 días y medio con un uso comedido y si vas a exprimirlo por completo, te va a llegar al final de la jornada sin problemas.
El realme GT 2 Pro le gana la partida a la versión normal en selfie y en unos colores más realistas, pero el básico cuenta con modo macro, algo que me encanta y que incluso me hace decantarme por esta opción.
Primero, como siempre, los números. Esta es la cámara del realme GT 2 Pro:
- Principal: sensor Sony IMX766 de 50 megapíxeles
- Ultra gran angular: 50 megapíxeles Samsung JN1 150º (ojo de pez)
- Microlente: 40 aumentos ópticos
- Selfie: 32 megapíxeles
Y esta es la cámara del realme GT 2:
- Principal: sensor Sony IMX766 de 50 megapíxeles
- Ultra gran angular: 50 megapíxeles Samsung JN1 150º (ojo de pez)
- Macro: distancia mínima de enfoque 4 cm
- Selfie: 16 megapíxeles
Como es lógico, la versión Pro le gana la partida en la cámara selfie y en esa apuesta por la microlente que te va a permitir hacer fotos de detalles minúsculos. Por lo demás, ambas cámaras tienen características muy similares y la elección es más que cuestión de gustos.
Aquí, a pesar de que la microlente de la versión Pro es un añadido curioso e innovador, he echado mucho en falta el modo macro con el que sí que cuenta la versión normal, que deja de lado este aspecto.
Los resultados, la verdad, es que son muy parecidos —tienen diferencias principales en la corrección de color una representación más fiel en la versión GT 2 Pro— pero lo veo como una cuestión de si te apetece contar con algo más raro y curioso, o apostar por una opción más conservadora, pero con más aplicaciones en el día a día.
La definición de imagen con el ultra gran angular es muy buena en ambos casos, pero la versión Pro tiene una representación de los colores más realista.
Con el zoom al máximo, los resultados son idénticos: un punto en el que realme tiene que trabajar en el futuro, pero que te puede servir para ver cosas a lo lejos.
En objetos de interior, el comportamiento del modo retrato de la cámara principal es idéntico también. Lo único en lo que le gana algo la partida la versión Pro es en algo más de iluminación de la escena.
La cámara selfie es mejor en la versión Pro y se nota mucho esa diferencia en megapíxeles con colores más definidos tanto en el modo retrato...
... como a través de la opción básica.
En exteriores la diferencia no es tan evidente, pero sí que se nota la apuesta selfie del GT 2 Pro. Mira, por ejemplo, el color del ladrillo.
Con el modo retrato activado, la diferencia es menos palpable y hay un gran trabajo detrás de recorte y protagonismo al personaje, pero tiene unos colores algo menos naturales.
En cuanto al modo nocturno, ambas cuentan con iluminación propia de la pantalla para ayudar a darle más luz a la imagen, pero la versión normal, a pesar de los buenos resultados, tiene un tono más artificial.
La gran diferencia está en el modo macro o el modo microscopio. Aquí 2 comparativas de lo que puedes alcanzar con una o con otra. Primero, el nivel máximo al que puedes llegar con la cámara principal del realme GT 2 Pro, frente al macro de la versión normal.
Y aquí una entre el modo microscopio y el modo macro de la versión Pro frente a la versión normal, respectivamente.
Por último, una pequeña comparativa para que veas qué tal se comportan ambas cámaras en el mismo escenario.
Tomes la decisión que tomes, no te va a defraudar ninguna de los 2. Si buscas pantalla y un diseño más refinado, la versión Pro es la adecuada; pero si eso no te importa tanto, el realme GT 2 creo que le hace sombra e incluso le gana la partida en algunos puntos.
No quiero que haya confusión: el realme GT 2 Pro es un dispositivo mucho más sugerente y completo que la versión estándar y tengo claro que es uno de los mejores móviles del año y estará en todas las listas en diciembre.
Sin embargo, el realme GT 2 tiene detrás un trabajo encomiable que imita muchas de sus virtudes y en algunos casos le supera, aunque en cuestión de gustos.
El realme GT 2 Pro es más rápido, pero el GT 2 normal no se calienta. La cámara es más juguetona y completa en el primer caso, pero la lente macro es un añadido en el segundo que personalmente veo diferenciador ya que durante el día a día le saco más partido.
Al final son 200 euros de diferencia entre uno y otro que pueden marcar la diferencia. Si quieres lo máximo de la compañía china, no lo dudes: el realme GT 2 Pro es la opción a elegir. Sin embargo, si no te importa tener un diseño algo menos refinado y una pantalla que se siente algo inferior ese ahorro del realme GT 2 es significativo y en muchos casos no vas a notar la diferencia.
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