Soy boomer y adicto a Temu: estoy obsesionado con esta aplicación por sus insistentes descuentos

Hace unos días leí a mi compañera de Business Insider que había una gran cantidad de boomers adictos a Temu y que necesitaba entender el porqué. Yo he conseguido hablar con unos cuantos para intentar dar respuesta a su pregunta porque es cierto que las personas que rondan los 60 años que hay a mi alrededor no paran de hablarme de esta app.

Esta generación, los nacidos entre 1946 y 1964, se caracterizan por priorizar lo material a las experiencias —al contrario que los de mi generación, los millennials, dos posteriores a ellos—, por lo que ya de por sí tiene cierto sentido su teoría. Son personas con poder adquisitivo (casi todos jubilados o a punto de serlo), a los que unas pequeñas compras no les descuadran el mes (esos famosos gastos hormiga que hacen sufrir a los de las generaciones posteriores), y que tienen tiempo de sobra como para poder gastarlo en lo que quieran.

"Sí, soy adicto a Temu. Descubrí la app hace un mes porque me mandaron un correo y piqué. Desde entonces, todas las semanas me gasto de 12 a 18 euros, unos 50-60 euros mensuales", comenta Arsenio, de 65 años.

El primer dispositivo que compró fueron unos auriculares inalámbricos. ¿Su precio? 4 euros. Imbatible.

"Había perdido los míos y los vi tan baratos que no pude resistirme", explica. "Se nota que no tienen una gran calidad de audio, pero por ese precio, ¿qué más quieres?".

La compra le salió bien y desde entonces adquiere de todo y muy variado: desde arneses para sus perros pasando por gafas para la presbicia (que, por cierto, no le sirven de mucho porque le "marean") hasta relojes de pared.

También ha comprado pinzas para el coche, un oxímetro, un collar luminoso (para perros), una boina, un reloj digital para el coche o bebederos para sus mascotas. "En general, cumplen mis expectativas", señala.

Lo más llamativo que ha adquirido es un llavero silbato, que, como su propio nombre indica, consiste en un dispositivo que pita cuando silbas. "Así nunca más voy a perder las llaves", dice.

Las cosas que pide le van llegando poco a poco, en pequeños paquetes. No tiene prisa porque no las necesita de forma urgente: "Si quiero algo así recurro a tiendas de barrio, al supermercado o Amazon, pero si no me importa esperar tengo Temu a mano. Tienen mejores descuentos".

Por su parte, Ana, de 68, ha adquirido varios bolsos, un anillo fitness, fundas para las sillas, un cojín de lumbares y un bastón plegable, entre otras cosas.

Ha hecho un total de tres pedidos: dos de unos 70 euros cada uno y uno de 19 euros (con una media de un 50%-70% de descuento, por lo que en la app pone que eso valdría 150 euros y 64 euros, aproximadamente). De momento solo ha recibido dos de los packs, pero no está muy contenta con algunas cosas, por eso no tiene claro si volvería a comprar en esta tienda online: "La calidad a veces no es muy buena. Me he puesto una vez uno de los bolsos y ya se me ha roto un asa, aunque me costó 4,17 euros", comenta.

"Las fotografías engañan un poco, hay uno de los bolsos que se nota demasiado que es de plástico".

También confiesa que el cojín lumbar es de peor material que el que conocía a través de su hermano —quien lo compró en Amazon—, y que el aro de pilates le resulta un poco "de mala calidad", pero cree que "cumple su función". 

Sin embargo, hay otras cosas que sí le han convencido: "Las fundas para sillas y el cojín han cumplido mis expectativas y el bastón también es bueno".

Teletienda: un antecedente que tiene algo que ver

Pero, ¿por qué Temu triunfa entre los boomers mientras que AliExpress no tanto? ¿Qué elemento mágico tiene que hace los de esta generación no puedan resistirse? La respuesta parece estar en la teletienda. 

Según Jenifer Saiz, psicóloga, la primera relación con las compras impulsivas de los boomers la tuvieron con la teletienda, lo que puede evocar cierto factor nostálgico de seguridad.

"Para nuestro cerebro es más cómodo usar ese tipo de herramientas porque nos recuerda a lo que ya sabemos. Es como esa persona que siempre va al trabajo por el mismo camino aunque le hayan abierto otro túnel para ir más rápido", explica.

La experta comenta que el cerebro de los boomers puede haberse "acomodado" por seguridad en el factor nostálgico que evoca Temu con la teletienda y las ofertas. Frases como: "Compre esto en la próxima media hora y obtendrá un 50% de descuento es algo que ya han escuchado y que era fiable: te llegaba a casa y, por lo general, eran productos de buena calidad", detalla.

Otra de las razones por las que Temu puede estar usando tantos descuentos es que a la mente de los boomers les atraen los "chollos" porque se sienten más "listos" que el resto. Al final es marketing de forma proactiva con las notificaciones.

"A mí me llegan alertas todo el día", destaca Arsenio. "Al final, siempre pico".

El peligro de los patrones oscuros

Sin embargo, la estrategia más peligrosa a nivel de adicción de esta plataforma a la hora de enganchar a sus usuarios son los conocidos como patrones oscuros, algo que la Unión Europea regulará dentro de poco.

Temu tiene infinidad de minijuegos dentro de la app que prometen "grandes descuentos" en caso de que ganes. El más popular —al margen de una ruleta que hace que se te rebaje el precio de los productos de forma automática el 100% de las veces— es una granja a la que han llamado Farmland, similar a la del Facebook de los 2010s FarmVille.

Este consiste en plantar insistentemente trigo y regarlo. A cambio, recibes un descuento dentro de la plataforma. 

Lo más preocupante de todo es que esta rebaja a la hora de recolectar el trigo va siendo cada vez más pequeño: primero ofrecen una bajada de 50 euros, luego 5 euros, 2 euros, 1 euro... y así progresivamente hasta llegar a 20 céntimos, 2 céntimos y 1 céntimo.

Cuando te queda muy poco para llegar, el descuento para... pero el usuario necesita más agua para regar y recolectar el trigo, algo que al final solo se puede conseguir diariamente invitando a familiares y amigos a los que les llega el siguiente mensaje por WhatsApp: "Por favor🥺, estoy intentando obtener mi favorito artículo por gratis. ¿Podrías ayudarme?".

Según Saiz, estas conductas de necesidad de comprar (con descuentos) a través de Temu generan sensaciones similares a la dopamina que se produce en el cerebro con la ludopatía: "Ellos piensan algo como 'Lo he conseguido y me siento mejor porque soy más listo que el resto'. Ocurre lo mismo con las rebajas o el Black Friday: no son descuentos reales, pero debido a la sensación que se siente al pensar que sí la gente corre a comprar. Esto es igual. Hay una parte de refuerzo positivo que hace que vuelvas a caer una y otra vez".