Soy de la generación Z y he dejado las redes sociales: ahora tengo menos ansiedad y aprovecho más el tiempo

George Fallon
| Traducido por: 
El autor desinstaló todas sus apps de redes sociales y después de un año no ha vuelto a ellas.
El autor desinstaló todas sus apps de redes sociales y después de un año no ha vuelto a ellas.Courtesy of the author
  • Hace un año me di cuenta del tiempo que pasaba frente a la pantalla de mi teléfono. 
  • Poco a poco empecé a eliminar aplicaciones de redes sociales: X fue la más difícil de eliminar. 

Hace un año, comprobé el tiempo de pantalla de mi smartphone y me quedé horrorizado. Tenía un trabajo a tiempo completo, varios hobbies y muchos amigos a los que veía con regularidad y, sin embargo, mi tiempo de pantalla diario era de 10 horas.

No entendía cómo podía pasar tanto tiempo en mi móvil a diario. Afortunadamente, pude dar cuenta de todo eso también. Tres horas al día en X, tres horas en TikTok, una hora en Instagram, una hora en Facebook. Todos los días.

¿Y por qué razón? Bueno, no se me ocurría ninguna. Así que lo dejé.

Me desinstalé mis apps de redes sociales

Decidí que ya había tenido suficiente y empecé a eliminar las aplicaciones. Y no de una sola vez. Empecé por Facebook: no la usaba tanto como las otras, así que no podía ser tan difícil.

Me fue bien, así que probé con Instagram. De nuevo, lo conseguí. Fue una sensación inusual hacer clic en una aplicación que ya no estaba allí y me costó trabajo dejar de hacerlo de forma mecánica.

Moví una aplicación de noticias a su lugar y la abría sin querer unas 15 veces al día, ya que mi cerebro pensaba inconscientemente que podía llegar a Instagram. Tuve que hacer esto con cada una de ellas, sustituyendo cada aplicación de redes sociales por una que al menos me diera algo que valiera la pena leer o hacer.

X fue el hueso más duro de roer, y subestimé lo difícil que sería. Cuando miro atrás, ni siquiera entiendo qué hacía allí. ¿Me preocupaba perderme una noticia importante? ¿El último meme viral?

Tengo más tiempo para hacer otras cosas

Ahora que lo he superado, no tengo la sensación de haberme perdido nada. Pero el FOMO, una aprensión generalizada de que otros podrían estar teniendo experiencias gratificantes de las que no estás formando parte, fue sin duda la peor parte de dejarlo.

Crecer como generación Z en la era de las redes sociales ha hecho que sea difícil dejarlas atrás. Todos mis amigos siguen usándolas, al igual que casi todas las personas con las que hablo. Cuando les digo que lo he dejado, suelo recibir un arqueo de ceja seguido de un "¿En serio?".

Ha sido como superar una adicción. Aunque las adicciones a las redes sociales no se consideran lo mismo que adicciones más graves, como las drogas o el alcohol, cambian el equilibrio de las sustancias químicas del cerebro de la misma manera.

De hecho, sufrí recaídas, lo que puede parecer sorprendente. Pero, de vez en cuando, volvía a descargar una de las aplicaciones. O me conectaba a mi portátil. Me llevó mucho tiempo dejarlo del todo y, a menudo, tenía que usar aplicaciones especiales que me bloqueaban el teléfono o el software del portátil.

Me parecía ridículo que fuera tan difícil dejar de usar esas aplicaciones. Pero después de haberlo hecho, ha merecido la pena.

Lo que necesitas saber para estar informado

Lo que necesitas saber para estar informado

¿Te gusta lo que lees? Comienza tu día sabiendo qué piensan y qué les preocupa a los ejecutivos de las principales empresas del mundo con una selección de historias enviada por Business Insider España a primera hora cada mañana.

Recibe la newsletter

El cambio en mis niveles de ansiedad ha sido especialmente notable. No estoy sugiriendo que sea una cura para la ansiedad, pero ahora ya no necesito saber todo lo que todo el mundo está haciendo todo el tiempo.

Instagram y Facebook, donde la gente publica constantemente lo más interesante de su vida, habían exacerbado esta situación. Las constantes comparaciones con los demás en estas plataformas causaban parte de la ansiedad, haciéndome sentir inadecuado. También he podido deshacerme de eso.

No solo eso, sino que ahora siento que tengo más tiempo para hacer cosas realmente enriquecedoras. Leo más, hago más ejercicio. Incluso cuando veo la televisión y las películas, estoy mucho más inmerso en lo que ocurre. No lo hacía por trabajo, pero ahora también soy más eficiente en eso.

No echo de menos las redes sociales y no tengo intención alguna de volver atrás.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.