La patronal logística arremete contra la polémica 'tasa Amazon' en Barcelona: "Es discriminatoria y antisocial"

El Ayuntamiento de Barcelona lleva varios meses en pie de guerra contra las plataformas tecnológicas, y especialmente con aquellas empresas especializadas en la logística de última milla; desde los supermercados fantasma de Glovo a Amazon y los miles de paquetes que entrega cada día en la ciudad.

Este 2023 entra en vigor la llamada 'tasa Amazon', un impuesto que coge el nombre del gigante de Silicon Valley, pero que está destinado a los grandes operadores de mensajería por ocupar el espacio público para realizar sus actividades comerciales como son las entregas.

Esta medida nace como consecuencia de la explosión que vivió el comercio electrónico a raíz de la pandemia y tras la cual la actividad de reparto se ha multiplicado en los últimos meses, congestionando el tráfico de las ciudades y aumentando el número de vehículos de reparto en circulación.

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Desde el Ayuntamiento de Barcelona esperan recaudar cerca de 2,6 millones de euros con esta nueva regulación. El impuesto afecta a los grandes operadores postales que tengan una facturación superior al millón de euros al año por entregas en destinos finales indicadas por los consumidores a domicilio.

Desde la patronal del sector logístico, UNO Logística, han criticado duramente este nuevo impuesto, que consideran "discriminatorio y antisocial".

Así se ha expresado el presidente de UNO, Francisco Aranda, en un comunicado, donde denuncia que la 'tasa Amazon', es "un tributo discriminatorio y una medida antisocial, que llega en un contexto de máxima incertidumbre y tensión económica".

"Incrementa los costes de un servicio de interés económico general y reduce las alternativas de venta de empresas minoristas de todos los tamaños, grandes y pequeñas, que se verán obligados a asumir mayores costes o a repercutírselos a sus clientes”, subraya Aranda.

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“Incorporar nuevos costes lo único que hace es perjudicar a las empresas y, por tanto, frenar la creación de empleo; se trata de una medida que provocaría, en definitiva, una ralentización de la recuperación económica”, añade.

El nuevo impuesto está previsto que empiece a funcionar a finales de febrero o principios de marzo, y la cuantía que las empresas tendrán que pagar se fija de acuerdo con un porcentaje de la facturación anual del 1,25%.  

Según cálculos de El Periódico, la medida afectará a 26 empresas en Barcelona, entre las que se encuentran la propia Amazon, DHL o UPS, entre otros. Entre los 5 con más volumen de negocio suman el 62% de la facturación total, recoge el diario catalán.