Testamento abierto y cerrado: estas son las principales diferencias

Pareja redacta un testamento
  • Existen muchos tipos de testamentos y requieren una serie de requisitos para que sean dados por válidos.
  • Algunos requieren la presencia de testigos, médicos o incluso caducan en un par de meses.

Tanto en el momento de gestionar el patrimonio, pensando en un futuro reparto, como en el de tramitar la administración de una herencia, es esencial conocer los tipos de testamentos que existen y las diferencias entre ellos.

Un testamento siempre va a hacer más sencilla la gestión, puesto que es un instrumento jurídico que dispone cómo quiere el titular que se haga el reparto y expone las últimas voluntades. Pese a ello, no es lo mismo un testamento abierto que cerrado.

¿Qué es un testamento abierto?

Este testamento es el que se otorga ante notaría y en el cual se especifican las últimas voluntades, bien sea del puño y letra del causante o redactado por un abogado o el propio notario. 

Es el tipo más común, pero no solo tiene que otorgarlo un notario, también tiene validez si lo hacen agentes diplomáticos, oficiales del ejército, un mínimo de dos testigos o capitanes de navío, como recoge el Código Civil.

Cómo también indica el Código Civil, cualquier persona mayor de 14 años y en plenas capacidades puede hacer un testamento. En caso de que se trate de una persona incapacitada, se precisa de la presencia de dos médicos ante notario para que se pueda dar por válido.

Tipos de testamento abierto

Dentro de esta naturaleza se dan diferentes tipos de testamento abierto:

  • Ordinario: se hace mediante los procedimientos normales ante notario.
  • Extraordinario: no se hace ante notario, sino que es una manera excepcional que se aplicó mucho durante la pandemia y también en casos de una muerte inminente.

En este último caso se requiere la presencia de testigos y queda sin efecto si el titular no fallece dos meses después de haberlo hecho o a los dos meses de que cese la pandemia o epidemia.

¿Qué es un testamento cerrado?

Igualmente, en el documento se revelan las voluntades del fallecido, pero se entrega ante notario en un sobre cerrado, como su nombre indica. De este modo, la gestión del patrimonio solo se sabe una vez la persona muere.

Esto puede jugar una desventaja, puesto que el notario no ha comprobado la redacción y el testamento podría ser impugnado o haya dudas sobre la interpretación.

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