Cómo saber si un testamento ológrafo (escrito a mano) es verdadero

El testamento es un documento que facilita mucho los trámites para los familiares de quien fallece en un momento tan complicado. Es algo que a menudo se pasa por alto, pero que tiene mucha importancia. 

No es más que un documento en el que una persona expresa sus deseos sobre la distribución de sus bienes y propiedades después de que fallezca. Esto no solo atañe a las implicaciones legales, es una forma de dejar por escrito las últimas voluntades y cumple un papel crucial en la planificación de la herencia y en la protección de los seres queridos.

En primer lugar, este documento permite tener el control absoluto sobre quién va a heredar los bienes, propiedades y activos, evitando otra distribución que no sea del agrado.

Otro punto fundamental es que ayuda a evitar conflictos y disputas familiares que, por desgracia, suelen surgir cuando no hay claridad sobre la herencia. 

Pero no solo queda ahí, la planificación de la herencia a través de un testamento también puede tener ventajas fiscales significativas, ya que puede ayudar a minimizar la carga impositiva que recae sobre los herederos. 

Testamento ológrafo

Es muy común que cuando se realiza la planificación de la herencia se haga un testamento ológrafo. Esto quiere decir que es un testamento escrito por la persona fallecida, sin intervención de testigo alguno, ni de notario; lo firma el testador de su puño y letra. 

Hay varias cosas que debería incluir este tipo de testamento:

• Debe estar escrito a mano: esto quiere decir que no debe hacerse a ordenador, sino ser la expresión directa y autógrafa de la persona que lo redacta.
• Fecha y firma: un testamento ológrafo debe llevar la fecha en que se escribió y la firma de la persona. Este último aspecto es fundamental para verificar la autenticidad del documento.
• Contenido claro: es importante que queden muy claras las disposiciones y deseos del testador. Se debe indicar cómo se repartirán los bienes, propiedades o dinero entre los beneficiarios.

Una de las grandes claves de este tipo de testamento es que su validez se basa en la autenticidad de la letra y firma del testador. 

Sin embargo, a veces ocurre que al llegar a la vejez, algunos cuidadores encargados de atender a la persona en cuestión buscan beneficiarse de ellos e intermediar en el reparto de la herencia. Precisamente por este motivo es muy importante poder comprobar que un testamento ológrafo es auténtico.

Claves para comprobar si su autenticidad

En estos casos se suele acudir a un perito especializado en caligrafía. Desde el portal Peritos Testamentos, explican que existen una serie de pruebas a aportar para poder validar el testamento.

Es esencial recopilar una serie de escritos del fallecido que permitan hacer una comparativa. Se realiza un análisis en profundidad de todos los aspectos de la carta: las letras, su inclinación, la separación entre letras y palabras, la fuerza con la que está escrito y, por supuesto, la firma. 

Mientras más documentación se tenga más se facilitará el trabajo, pero también es fundamental que estos estén en buen estado y sean legibles.

Con todo esto, el perito ortográfico realizará un informe probando o no la autenticidad explicando los puntos a tener en cuenta y las evidencias que ha encontrado a lo largo del estudio.

Si bien para quien lo hace este tipo de testamento resulta gratuito al no contar con gastos de notaría, si los herederos quieren comprobar su veracidad tendrán que hacer un importante desembolso que puede oscilar entre los 600 y 2.000 euros, en función de la complejidad y el perito que lo haga.