7 datos que revelan que la emergencia climática está provocando una crisis de los derechos del niño, según Unicef

• "La crisis climática es una crisis de los derechos del niño", denuncia Unicef en un uniforme que acaba de presentar aprovechando la Cumbre del Clima de la ONU que se está celebrando en Madrid.
• El organismo denuncia que los niños son los más vulnerables y reclaman medidas urgentes. 
• Estos son los 7 datos más relevantes que demuestran el impacto de la emergencia climática en los derechos de los niños y las niñas. 
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"La crisis climática es una crisis de los derechos del niño", denuncia Unicef en un uniforme que acaba de presentar aprovechando la Cumbre del Clima de la ONU que se está celebrando en Madrid. 

El organismo de la ONU denuncia en un comunicado que los niños son los "más vulnerables" a la acción del cambio climático y demanda que se tomen medidas para protegerlos de las consecuencias que ya están sufriendo muchos. 

"Desde los huracanes hasta las sequías, pasando por las inundaciones y los incendios forestales, las consecuencias de la crisis climática nos rodean, afectando sobre todo a los niños y niñas y amenazando su salud, educación, protección y supervivencia", dice Gautam Narasimhan, Asesor Superior de UNICEF sobre Cambio Climático, Energía y Medio Ambiente.

"Los niños son actores esenciales en la respuesta a la crisis climática. Les debemos a ellos poner todo nuestro esfuerzo en soluciones que sabemos que pueden marcar la diferencia, como reducir la vulnerabilidad a los desastres, mejorar la gestión de los recursos hídricos y garantizar que el desarrollo económico no se produzca a expensas de la sostenibilidad ambiental", añade. 

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Estos son los 7 datos más relevantes de Unicef que revelan que la emergencia climática está afectando a los derechos de los niños, y las medidas más urgentes a adoptar. 

Alrededor de 503 millones de niños y niñas viven actualmente en zonas con un riesgo extremadamente alto de sufrir inundaciones debido a fenómenos meteorológicos extremos como ciclones, huracanes y tormentas, así como a la elevación del nivel del mar

Medidas a adoptar: Las inversiones en la reducción del riesgo de desastres, como los sistemas de alerta temprana, pueden ayudar a preparar a las comunidades para proteger a los niños durante los fenómenos meteorológicos extremos.

El número de niños desplazados por fenómenos meteorológicos extremos en el Caribe se ha multiplicado por seis en los últimos cinco años

Entre 2014 y 2018, 761.000 niños y niñas fueron desplazados internamente, un aumento con respecto a los 175.000 niños y niñas desplazados entre 2009 y 2013.

Medidas a adoptar: Las estrategias que limitan el desplazamiento forzado y acortan el tiempo de rehabilitación para que las familias puedan regresar a sus hogares son fundamentales.

Alrededor de 160 millones de niños y niñas viven en zonas que sufren altos niveles de sequía, y para 2040, 1 de cada 4 niños y niñas vivirá en zonas de extrema escasez de agua

Medidas a adoptar: Existen tecnologías para gestionar eficazmente el agua, pero una mayor inversión para ampliar las técnicas puede ayudar a localizar, extraer y gestionar el agua de forma sostenible.

Los desastres relacionados con el clima aumentan el riesgo de que las niñas abandonen el colegio y se vean obligadas a contraer matrimonio, la trata, la explotación sexual y el abuso

Medidas a adoptar: Educar a las niñas aumenta su conciencia sobre la crisis climática y fomenta su resiliencia y capacidad para hacer frente a estos impactos.

Casi el 90% de las enfermedades atribuibles al cambio climático son sufridas por niños menores de cinco años

Los cambios de temperatura, precipitación y humedad tienen un efecto directo en la reproducción y supervivencia de los mosquitos que transmiten enfermedades mortales.

Medidas a adoptar: La mejora de las capacidades de predicción, junto con el apoyo a los trabajadores y sistemas sanitarios sobre el terreno, permiten trazar un mapa de la prevalencia de la enfermedad con mayor precisión y predecir (e interrumpir) los mecanismos y las vías de transición.

Aproximadamente 300 millones de niños respiran aire tóxico, de los cuales 17 millones tienen menos de un año

Estos niños viven en zonas donde los niveles de PM2,5 superan seis veces los límites internacionales establecidos por la Organización Mundial de la Salud, lo que tiene un efecto perjudicial inmediato y a largo plazo en su salud, función cerebral y desarrollo.

Medidas a adoptar: Unas fuentes de energía más limpias y renovables, un acceso asequible al transporte público, más espacios verdes en las zonas urbanas y una mejor gestión de los residuos que evite la quema a cielo abierto de productos químicos nocivos pueden ayudar a mejorar la salud de millones de personas.

El aire tóxico, causado en gran medida por las emisiones de carbono y otros gases de efecto invernadero, tiene graves consecuencias para los niños y niñas de corta edad, y contribuye a la muerte de unos 600.000 niños y niñas menores de cinco años al año debido a la neumonía y otros problemas respiratorios

A pesar de conocer sus peligros, muchos lugares con altos niveles de contaminación no cuentan con sistemas de monitoreo a nivel del suelo para medir el problema regularmente.

Medidas a adoptar: Establecer estaciones de vigilancia a nivel del suelo para medir los niveles y controlar el problema y su área de alcance.