El uso continuado de las redes sociales altera el cerebro de los adolescentes, según un estudio

Adolescentes y adicción al móvil

 Maria Teneva/Unsplash

  • Una nueva investigación publicada en JAMA Pediatrics apunta a que se producen cambios en los adolescentes que tienen un uso temprano de las redes sociales.
  • Los niños con conductas habituales de comprobación de las redes mostraban una mayor actividad en partes del cerebro asociadas con la anticipación social y las recompensas sociales.
  • "Quienes crecen consultando las plataformas con más frecuencia se están volviendo hipersensibles a la retroalimentación de sus compañeros", explica Eva Telzer, principal autora. 

En 2021 se registraron 34 millones de internautas en España, de los que la mayoría (96,8%) acceden a redes sociales. Según el informe Redes sociales: ángeles y demonios de la agencia Carat, son los más jóvenes utilizan internet de manera “intensiva”. Los zetas —también llamados generación Twitch— han crecido hiperconectados, nativos digitales y con acceso a múltiples aplicaciones.

Familias de niños entre 8 y 17 años revelaron una media de consumo de sus hijos de 3 horras diarias por la semana y de 5 horas los fines de semana. 9 de cada 10 menores destinan los móviles para acceder a las redes sociales por encima de la media total de la población nacional (82,1%), y acceden antes de la edad permitida (13 o 14 años), según este estudio.

¿Puede la utilización temprana de las redes sociales alterar el cerebro? Un nuevo estudio lo examina.

La reciente investigación, única en su tipo y llevada a cabo por neurocientíficos de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, se propuso centrarse específicamente en los efectos del neurodesarrollo del uso de los medios sociales en adolescentes. 

Para ello, los responsables reclutaron y siguieron a 169 escolares de centros públicos de enseñanza media de la zona rural de Carolina del Norte durante un período de 3 años. Esto es lo que salió a la luz.

Rastreando el uso precoz de las redes y los cambios cerebrales

Los resultados, publicados en JAMA Pediatrics, arrojan datos muy interesantes.

En primer lugar, los científicos separaron los diferentes comportamientos digitales. Previamente, informes como este de 2019, hallaron que la televisión y la actividad en las redes sociales se correlacionaban con un aumento de los síntomas de depresión en los adolescentes, mientras que el uso de videojuegos y ordenadores apenas tenía efectos negativos.

Los participantes, de 12 años de edad, revelaron cuántas veces al día consultaba sus redes sociales. Los que lo hacían 15 o más veces al día se clasificaron como usuarios habituales. 

Durante el tiempo del análisis, fueron sometidos a resonancias magnéticas anuales durante las cuales probaban un juego diseñado para desencadenar la actividad cerebral en regiones asociadas a las respuestas de retroalimentación social.

 

Las conclusiones revelan que los niños con conductas habituales de comprobación de las redes sociales mostraban una mayor actividad en partes del cerebro asociadas con la anticipación social y las recompensas sociales. Además, a lo largo de los tres años que duró el estudio, se incrementó la sensibilidad de esas regiones cerebrales.

Es decir, que los cerebros de los adolescentes pueden volverse más sensibles a la hora de anticipar recompensas y castigos sociales con el paso del tiempo y el aumento del uso de las plataformas. El estudio se centró en 3: Facebook, Instagram y Snapchat. 

"Los hallazgos sugieren que los niños que crecen consultando las redes sociales con más frecuencia se están volviendo hipersensibles a la retroalimentación de sus compañeros", señala Eva Telzer, profesora del departamento de psicología y neurociencia de UNC-Chapel Hill y autora correspondiente. 

¿Uso compulsivo o comportamiento adaptativo?

La mayor sensibilidad a la retroalimentación social tiene una doble vertiente. "Puede fomentar el uso compulsivo de las redes sociales en el futuro, pero también podría reflejar un posible comportamiento adaptativo que permita a los adolescentes desenvolverse en un mundo cada vez más digital", señala otra de las autoras, María Maza.

"El comportamiento en redes podría tener consecuencias importantes y duraderas para el desarrollo neuronal de los adolescentes", Mitch Prinstein, coautor del estudio y director científico de la Asociación Americana de Psicología, que insta a seguir investigando sobre estos cambios.

Esta joven ha superado su adicción al móvil creando un club con sus compañeros del instituto

"No sabemos si esto es bueno o malo: si el cerebro se está adaptando de una forma que permite a los adolescentes navegar y responder al mundo en el que viven, podría ser algo muy bueno", señala Telzer a MedicalXpress.

Por su lado Jeff Hancock, del laboratorio de Medios Sociales de Stanford, indica que no está claro si los medios sociales causan estos cambios cerebrales específicos, sino que el estudio podría apuntar al desarrollo de ciertas características de la personalidad que hacen que algunos niños sean más propensos a usar de forma más habitual o compulsiva las redes sociales. 

"Podrían estar captando el desarrollo de la extroversión, y los extrovertidos son más propensos a revisar sus medios sociales", apostilla el investigador, recordando que "no todos somos iguales".

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