Un menor es hospitalizado durante 2 meses debido a su grave adicción a 'Fortnite'

Niño jugando a videojuegos
  • Los padres de un adolescente de Castellón notaron que su hijo se ausentaba cada vez más de clase, no quería salir de casa, le costaba dormir...
  • Tras ser diagnosticado con adicción a los videojuegos (específicamente a Fortnite) se creó un grupo de investigación para estudiar este caso y crear así un tratamiento para futuros adolescentes con este problema.
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Un adolescente de la provincia de Castellón tuvo que ser hospitalizado durante 2 meses debido a su grave adicción comportamental hacia el popular juego online Fortnite. Se trata del primer caso clínico en el mundo de un menor ingresado por adicción a este videojuego.

Según explica ABC, el adolescente antes de este incidente tenía un elevado rendimiento académico. No obstante, sus padres observaron desde el inicio del curso que el menor se ausentaba más y más de las clases. Poco a poco, se iba desvinculando del ritmo de las lecciones.

A este comportamiento se le sumaron otros:

  • Aislamiento en casa
  • Rechazo a las relaciones sociales
  • Escaso interés por el entorno
  • Inflexibilidad personal persistente
  • Elevada selección en gustos
  • Negativa inicial de acudir al médico
  • Alteraciones en el desempeño de las actividades básicas diarias
  • Cambio negativo en su ritmo del sueño
  • Problemas para la toma del tratamiento inicialmente prescrito

Después de que la situación empeorase pese a haber acudido al Hospital de Día, se formó un equipo de médicos del Hospital Provincial de Castellón, la Universitat Jaume I y el Hospital General Universitario para abordar la situación. Convirtieron esta adicción en concreto en un caso de estudio para ayudar a tratar este tipo de conductas.

Según explica La Información, el equipo de investigación fue formado por Silvia Márquez Arbués, del Hospital Provincial; Carla Ramos-Vidal, T. Álvarez-Núñez y Matías Real-López de la UJI y el Hospital Provincial, y Matilde Espinosa-Mata, de la UJI y el Hospital General Universitario de Castellón. Todos forman parte del Programa de Trastorno Mental Grave de la Infancia y la Adolescencia.

Fue entonces, con la formación de este equipo de profesionales, cuando se le diagnosticó al menor una adicción a los videojuegos (en concreto a Fortnite) y se decidió que permaneciera ingresado durante 2 meses. 

El tratamiento para el menor ha sido intensivo, multidisciplinar y cognitivo-conductual (enfocado hacia el comportamiento alterado por los pensamientos). Eso significa que, entre otras particularidades, los expertos trabajaron tanto con el adolescente como su familia.

Este enfoque fue necesario para descubrir cómo implementar en el entorno del menor las mejores estrategias de reestructuración cognitiva (un procedimiento para detectar formas de pensar distorsionadas que producen malestar emocional y cambiar conscientemente dichos pensamientos). 

También se trabajó en el desarrollo de habilidades personajes, el desempeño de contingencias y se establecieron pautas diarias para evitar que se repitiera el comportamiento perjudicial.

La recuperación del adolescente

Mandos consolas

Gracias a este tratamiento intensivo, los profesionales pudieron concretar las posibles causas de la adicción a los videojuegos del menor. Todo apunta a que fue un cúmulo de circunstancias: un cambio de clase en el último curso, la dificultad por procesar el duelo por la muerte de un familiar, y el estrés derivado por la elevada exigencia en el contexto educativo.

El adolescente fue "capaz de apreciar las repercusiones que el uso del videojuego estaba teniendo en su vida diaria", declara el equipo de investigadores. "Le ha permitido abordar el duelo por la muerte de su familiar y descubrir que empleó el juego como un refugio para su malestar emocional".

Después de la hospitalización, el menor mostró mejoría en su comportamiento: su uso de dispositivos disminuyó significativamente y durante una fase inicial se utilizó solo para contactar con otras personas; y en paralelo su funcionamiento personal regresó a niveles normales y sanos. 

En el Hospital de Día, el menor fue trabajando para prevenir posibles recaídas e incorporar estrategias para su regreso a los estudios. Dentro de un contexto grupal, entrenó a regular sus emociones y adquirir y/o desarrollar habilidades comunicativas.

Los profesionales detrás de este caso comentan que existe una serie de factores de riesgo que pueden indicar un abuso en el consumo de los videojuegos. Hay que tener en cuenta las siguientes señales:

  • Retraimiento social
  • Bajo rendimiento académico
  • Existencia de problemas psicopatológicos como depresión, personalidad perfeccionista u obsesiva
  • Aparición de problemas sociofamiliares como un escaso control parental o estresores externos

Además, la adicción a Fornite no es casual. Este juego de Epic Games pertenece a una serie de videojuegos relativamente nuevos que pueden provocar mayor adicción que otros debido a 2 factores:

Por un lado, Fortnite y otros juegos online actuales presentan retos semanales o de temporada que desaparecen si no se cumplen a tiempo. Completar estos desafíos desbloquea recompensas exclusivas, que normalmente son estéticas así que sirven sobre todo para fardar ante los demás. Por lo tanto, jugar a estos títulos se convierte casi en un deber.

Asimismo, Fortnite y compañía son títulos muy jugados por streamers, youtubers y creadores de contenido en general. Los adolescentes son el público mayoritario de este tipo de retransmisiones en Twitch o Youtube. Juegan a estos títulos porque así lo hacen los ídolos, que además comentan estrategias para conseguir más victorias.

Antecedentes de adicción de menores a Fortnite

'Fortnite'.
'Fortnite'.

Epic Games

No es la primera vez que un menor ha sido diagnosticado de adicción a los videojuegos debido a Fortnite. Según explicó en su momento El País, a mediados de 2018 una menor británica de 9 años tuvo que pasar por rehabilitación debido a su consumo abusivo de este título online.

Esta niña de Reino Unido presentaba algunos síntomas parecidos a los del menor de Castellón. Por ejemplo, sus notas en clase empezaron a empeorar al mismo tiempo que los profesores avisaban a los padres de que la niña se dormía mucho en clase. Ella misma se quejaba de que se sentía agotada todo el rato y rechazaba actividades como ir a clases de ballet o a la iglesia con la familia.

El padre descubrió una noche que su hija se negaba a dormir o a moverse de la cama (incluso se había orinado encima) porque quería seguir jugando a Fortnite en su Xbox. Admitió que jugaba 10 horas al día y que a veces no se iba a dormir hasta las 5 de la madrugada.

El abuso de videojuegos como trastorno adictivo

Niños con móviles

Los especialistas que han formado este equipo de investigación para ayudar al menor de Castellón además han destacado la necesidad de crear un tratamiento centrado en aquellas personas con signos de adicción comportamental, sobre todo motivado por un uso inadecuado de los videojuegos o de las nuevas tecnologías.

Este equipo pide a padres, tutores y adultos responsables en general que presten suma atención al comportamiento de los menores. Advierten que el aumento del consumo precoz de nuevas tecnologías es peligrosa debido a que los menores y adolescentes aún no han desarrollado unas funciones ejecutivas y cognitivas maduras que les permitan disfrutar del ocio con responsabilidad.

En las conclusiones de la investigación, se incentivan 2 acciones a tomar para prevenir o al menos detectar menores adictos a videojuegos.

La primera acción sería supervisar el uso que realizan los menores de pantallas o dispositivos electrónicos. En concreto habría que establecer "límites claros y bien definidos" así como fomentar la "práctica de otras fuentes de satisfacción".

Los especialistas lanzan la segunda acción en forma de reto social: apuestan por crear espacios de interacción familiar en donde se disfrute de las actividades de grupo sin necesidad de usar dispositivos (o al menos reduciendo su relevancia).

El reto podría ser algo más que social; a principios de 2019 la OMS aprobó oficialmente el abuso de videojuegos como un trastorno debido a comportamientos adictivos. La Organización Mundial de la Salud explicó en su anuncio que este tipo de patrón "aumenta considerablemente el riesgo de consecuencias perjudiciales para la salud física o mental del afectado".

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