Los conciertos se han convertido en una pasarela de Shein y otras marcas de 'fast fashion', pero gran parte de esa ropa acaba en el vertedero: estos fans quieren ponerle remedio

Harry Styles, Taylor Swift

Kevin Mazur/Getty Images para ABA; John Shearer/Getty Images para TAS Rights; Alyssa Powell/Business Insider

  • Ya no pasa solo en festivales como Coachella: la moda se ha convertido en un elemento central de los grandes conciertos de música. Las marcas de moda rápida que arrasan entre la generación Z, como Shein, están sacando provecho de ello.
  • Los conjuntos se parecen cada vez más a los que llevan los cantantes y grupos, pero no suelen utilizarse más que el día del concierto y pueden acabar en vertederos. Algunos fans se están organizando para que se convierta en una tendencia sostenible.

Cuando Taylor Swift anunció su multitudinaria gira 'The Eras Tour' el pasado otoño, miles de fans incondicionales empezaron a preparar ansiosamente planes de viaje y estrategias para la compra de unas entradas que han volado en cuestión de minutos en todo el mundo, también en España.

Pero Rosy Vega, una swiftie de 23 años de la pequeña ciudad de Biloxi (Mississippi, Estados Unidos) pensaba en otra cosa muy diferente: "¿Qué me voy a poner?".

Vega, que se describe a sí misma como una fan de la música girly-pop, no es ajena a las gigantescas giras de estadios como la de Swift, en las que los fans aúnan moda, fandom y música a gran escala.

"Tuve la suerte de ir a tres conciertos de la gira Love On Tour de Harry Styles", cuenta Vega a Business Insider. "La gente siempre estaba haciendo cumplidos a la ropa de los demás, y era increíble. Pero demasiadas veces oía a la gente decir: 'Oh, lo compré en Shein', u otros sitios por el estilo, y yo me avergonzaba en secreto".

Así que en cuanto Vega consiguió entradas para la gira ' The Eras Tour', la swiftie se centró en pensar en un atuendo digno tanto de un acontecimiento cultural a gran escala como del medioambiente.

Y cuando lo hizo, se unió a un sinfín de fans de la música que están decididos a evitar que los espectáculos en directo se conviertan en pesadillas de la moda rápida, aunque tengan que hacerlo outfit por outfit.

Fans de Taylor Swift intercambian pulseras de la amistad en un concierto de la gira 'The Eras Tour' el 3 de agosto de 2023.
Fans de Taylor Swift intercambian pulseras de la amistad en un concierto de la gira 'The Eras Tour' el 3 de agosto de 2023.

Francine Orr/Getty Images

¿Desde cuándo la ropa de concierto es tan sofisticada?

La empresa de investigación Censuswide, con sede en Londres, descubrió en un estudio de 2019 que los asistentes a conciertos británicos usaron alrededor de 7,5 millones de atuendos una sola vez para eventos musicales, y gastaron aproximadamente 307 millones de dólares en esas prendas. 

Business Insider informó en 2022 que cada año se crean más de 100.000 millones de prendas de vestir, y que alrededor de 101 millones de toneladas de ropa se envían a los vertederos al año.

Entonces, ¿cómo ha ocurrido esto? Antes de que existieran la gira 'The Eras Tour' o la gira 'Renaissance World Tour' de Beyoncé, estaban Coachella y Burning Man.

coachella 2022

Los expertos explican a Business Insider que los llamativos conjuntos de esos festivales en el desierto han influido rápida y masivamente en la cultura de los conciertos, sobre todo en la última década.

"Se impuso la idea de que cada día de Coachella se lleva un atuendo increíble", explica a Business Insider Erin Wallace, vicepresidenta de marketing del minorista de moda de segunda mano ThredUp. "Y ahora también etiquetan a esa marca en las redes sociales".

Y, conforme la moda festivalera aumentaba en popularidad, influencers, famosos y marcas de moda rápida tomaron nota, asegura Wallace.

Vanessa Hudgens en Coachella.
Vanessa Hudgens en Coachella.

Christopher Polk/Getty Images

Vanessa Hudgens pasó de ser una estrella de Disney Channel a la reina oficiosa de la moda de Coachella. Y los influencers del mundo de la belleza, como James Charles, se han convertido en protagonistas, dejando de crear contenidos centrados en el maquillaje para asistir al evento y lucir atrevidos conjuntos.

Luego están las marcas de moda.

La tienda de ropa Revolve se ha hecho famosa —sobre todo en Estados Unidos— por acoger a grandes estrellas influencers en una fiesta a la que solo se puede asistir por invitación cada año en Coachella, y Shein se ha aliado recientemente con Stagecoach en una sección curada de su página web en la que anuncia ropa barata que los asistentes pueden llevar.

Marcas como Cider, por su parte, han etiquetado diferentes prendas con los nombres de famosas como Swift para que los compradores puedan encontrar fácilmente conjuntos de concierto y piezas diseñadas a semejanza de algo que haya llevado la propia cantante.

Una página de la web de Cider anuncia prendas que se parecen a las que ha llevado Taylor Swift.
Una página de la web de Cider anuncia prendas que se parecen a las que ha llevado Taylor Swift.

Sidra

Según Elizabeth L. Cline, investigadora, educadora y escritora especializada en moda sostenible y ética, esta tendencia se impuso gracias a la fusión de este tipo de marketing y los cambios económicos de la moda.

"La moda rápida pasó de ser barata a baratísima, y se convirtió en algo sin fricciones", explica a Business Insider. "Así que creo que es una combinación de precios extremadamente bajos, la comodidad y el anonimato de comprar cosas online, y la presión —pero también la comunidad— en las redes sociales, porque ahora es como que se espera que participes en eso".

Para muchos aficionados a la música, la gira 'Love On Tour' de Harry Styles fue el primer espectáculo itinerante que les dio esa oportunidad después de la pandemia, según cuentan algunos asistentes a los conciertos a Business Insider. Y luego, por supuesto, vinieron las giras 'The Eras Tour' y 'Renaissance World Tour'.

"Estas giras de conciertos son tan multitudinarias que tienen el peso y el impacto de todo un festival", afirma Wallace. "Ya sea Beyoncé, Taylor Swift, Harry Styles o quien sea, existe una atracción magnética que saca a todo el mundo de sus casas. Quieren vivirlo juntos, y parte de esa experiencia es vestirse a la última".

Taylor Swift, Beyoncé y Harry Styles durante sus conciertos.
Taylor Swift, Beyoncé y Harry Styles durante sus conciertos.

Kevin Mazur/Getty Images

El impacto de las boas de plumas, los atuendos brillantes y los sombreros de cowboy

Las prendas más populares hoy en día en los conciertos no son precisamente básicos del vestuario cotidiano.

"Estamos viendo lentejuelas, boas de plumas hechas de materiales sintéticos y ropa de plástico barata de todo tipo", explica Cline. "En cuanto a los materiales sintéticos, la gente compra cosas desechables y no biodegradables. Es posible que esta ropa no desaparezca en mucho tiempo. Se puede suponer que no se han hecho con mucho cuidado por el medioambiente".

Wallace, por su parte, afirma que el número de personas que van a conciertos y compran ropa de un solo uso es igualmente alarmante, sobre todo si se tiene en cuenta lo que ocurre después con las prendas.

A principios de agosto, la búsqueda 'Eras Tour outfits Shein' en TikTok mostraba docenas de vídeos con más de 1.800 millones de visitas colectivas. Mientras tanto, los vídeos con la etiqueta 'Eras Tour outfits Amazon' tenían más de 2.000 millones de visitas totales.

"¿Existe una necesidad paralela de dar a estos artículos una segunda vida o una tercera?", señala Wallace. "Si acabamos de tener un repunte tan grande en la compra de estos artículos, pero luego hay una gran cantidad de donaciones de estos artículos, ¿cuál es el siguiente gran público que los está buscando?".

Fans de Harry Styles lucen atuendos coloridos en uno de sus conciertos en Nueva York en 2022.

Alexi Rosenfeld/Getty Images

Pero eso no es culpa del consumidor, afirma.

"Creo que en realidad sólo habla de la sobreproducción de artículos impulsados por súper tendencias", dice Wallace. "Desde luego, ya existen en el mundo".

Cline también señala que los conciertos no son el único momento en que la gente compra trajes de un solo uso. Halloween, las bodas y otros acontecimientos notables han generado atuendos de un solo uso durante décadas. "La moda de los conciertos es parte del problema, pero es un problema sistémico muy grande", comenta. "Una parte de mí quiere decir que la gente tiene que ir y disfrutar, y que realmente tenemos que solucionar esto a un nivel superior".

Los aficionados a la música toman las riendas de la sostenibilidad

Muchos aficionados parecen haber descubierto cómo ir a la moda —y ser sostenibles— mientras asisten a un gran acontecimiento cultural.

Brooke Taylor, una joven de 22 años de San Francisco que asiste a conciertos, deseaba ser consciente de su cartera y del medioambiente a la hora de elegir su atuendo para la Gira Eras, así que recurrió a una tienda local de segunda mano, a pequeñas empresas de Etsy y a su propio armario.

"Tengo botas vaqueras blancas y me compré un vestido rosa brillante en Poshmark por 13 dólares, que era increíble", explica. "También tengo una chaqueta vaquera que pinté yo misma y en la que pegué a mano todas las joyas, gafas que me hice y accesorios que compré en Etsy".

Brooke Taylor y Christina Blake con sus conjuntos sostenibles para ver a Taylor Swift en 'The Eras Tour'
Brooke Taylor y Christina Blake con sus conjuntos sostenibles para ver a Taylor Swift en 'The Eras Tour'

Brooke Taylor / Christina Blake

Christina Blake, una joven de 22 años de Fairfax (Virginia, Estados Unidos) hizo algo parecido.

Blake, que lleva mucho tiempo compitiendo como bailarina, sabía que tenía un montón de leotardos, así que recurrió a ellos antes de pensar en comprarse un conjunto nuevo. 

"Siempre me han gustado mucho las manualidades y me apasiona la moda sostenible", explica a Business Insider. "Así que cuando empezaron a salir fotos de los vestidos de la gira de Taylor, me enamoré por completo del body azul con flecos y cuentas que lleva durante la parte de Midnights del concierto".

Así que Blake se puso manos a la obra para recrearlo. "Durante unas dos semanas, pasé casi todo mi tiempo libre en mi pequeña zona de manualidades, poniendo pegamento y pedrería", cuenta.

Moda low cost.

Y luego está Vega, otra swiftie que estaba deseando hacerse uno de los looks icónicos de Swift. Pero a diferencia de Blake y Taylor, ella no sabía por dónde empezar.

"Sabía que, como yo, probablemente había muchas swifties que también vivían en pueblos pequeños, no sabían dónde comprar o no tenían ni idea de qué ponerse, así que decidí crear un grupo en Facebook para ayudar", explica. "Sabía que las swifties se unirían".

Y eso es exactamente lo que hicieron. Hasta ahora, más de 43.000 personas se han unido al grupo de Vega "Conjuntos de la Gira Eras".

Allí han compartido ideas para sus conjuntos, han revendido su ropa de concierto y han inspirado a otros swifties para que piensen en la sostenibilidad a la hora de preparar sus conjuntos para los conciertos.

Rosy Vega, en dos conciertos de Taylor Swift de la gira 'The Eras Tour'.
Rosy Vega, en dos conciertos de Taylor Swift de la gira 'The Eras Tour'.

Rosy Vega

Al fin y al cabo, Vega sabe que todas las elecciones de moda tienen un impacto duradero y que los grupos de Facebook como el suyo quizá no sean la solución definitiva a los atuendos de un solo uso.

Pero lo más importante para ella es que ella y muchos otros fans lo intentan.

"Es muy fácil comprar una prenda y olvidarse de ella, pero con más de 60.000 fans en cada estadio en los 146 conciertos anunciados hasta ahora, sabía que había que marcar la diferencia en algún sitio", afirma Vega. "Y es una gran oportunidad poder compartir conjuntos que sólo te has puesto una vez para hacer a otra persona tan feliz como tú lo fuiste con ellos".

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