Fotografías de un verano fatal por el cambio climático: Canadá se asfixia, Siberia arde, Alemania se ahoga y China se inunda

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Inundaciones en Zhengzhou (China) en julio de 2021.
Inundaciones en Zhengzhou (China) en julio de 2021.

Reuters

  • Este verano de 2021 el planeta se derrite y los fenómenos extremos ligados a la emergencia climática se multiplican por doquier, dejando centenares de muertos y territorios devastados por incendios, inundaciones y tormentas.
  • Entre los desastres de las últimas semanas sobresalen las inundaciones en Alemania, Holanda, Nueva Zelanda, Irán o Nigeria o los incendios en Canadá y Estados Unidos que han podido verse desde el espacio.
  • La inundación catastrófica más reciente ha sucedido en la localidad china de Zhengzhou, donde ha llovido en 3 días lo mismo que en un año entero. 
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Aún queda mucho verano por delante y por ahora, la temporada estival es un cóctel molotov de fenómenos extremos ligados al cambio climático, olas de calor virulentas, incendios de gigantescas dimensiones e inundaciones que se han cobrado centenares de vidas en puntos muy dispares del globo.

La última catástrofe en acontecer ha sido la del pasado martes por la noche en China, donde la región de Zhengzhou, capital de la provincia de Henan, fue sacudida por terroríficas inundaciones que convirtieron sus calles en auténticos ríos. El fenómeno comenzó el martes por la noche, atrapando en el metro a 500 personas. Hasta el momento y a la espera de más confirmaciones, ya se contabilizan 33 personas fallecidas y 8 desaparecidas. 

En la localidad, más de 3 millones de personas se vieron afectadas por la lluvia, incluidas 376.000 que fueron reubicadas en refugios, según relatan desdeLos Ángeles Times. Para hacerse una idea de la catástrofe, del 17 al 20 de julio cayó ranta agua como en un año

"Esta tormenta sucede una vez cada mil años", dijo un presentador en un vídeo de la agencia Weibo. El ejército de China tuvo que derribar una presa en la ciudad cercana de Luoyang para liberar el agua.

La semana pasada, Greenpeace East Asia publicó un informe que analiza el riesgo climático del calor extremo y las lluvias en áreas urbanas alrededor de Beijing, Shanghai, Guangzhou y Shenzhen: ambos fenómenos han aumentado en los últimos 60 años, obedeciendo al calentamiento global. 

Por el momento, el plan de China abarca reducir la cantidad de hormigón en las ciudades y restaurar las riberas naturales de los ríos y los espacios verdes para crear "ciudades esponja" que puedan absorber las inundaciones repentinas. Zhengzhou era una de estas urbes esponja, pero su capacidad se vio desbordada por el ingente volumen de agua. 

Las inundaciones se ceban con Europa

Calle inundada tras las fuertes lluvias en Erftstadt (Alemania), el 16 de julio de 2021.
Calle inundada tras las fuertes lluvias en Erftstadt (Alemania), el 16 de julio de 2021.

Reuters

 En la Vieja Europa el verano también ha comenzado cargado de disgustos a causa del calentamiento global: el 12 de julio cayó tanta lluvia en Londres como un mes entero, forzando la detención de trenes subterráneos y paralizando calles. 

Los científicos también aseveran que el calentamiento global exacerbó las condiciones de las inundaciones que devastaron Alemania, Bélgica y los Países Bajos la semana pasada, cobrándose la vida de al menos 180 personas. 

Numerosas partes de Europa occidental recibieron de golpe dos meses de lluvia en dos días, provocando desbordamientos fluviales, edificios centenarios dañados para siempre y tierras agrícolas totalmente devastadas.

"El idioma alemán apenas tiene palabras para describir la devastación que se ha causado", dijo la canciller alemana, Angela Merkel, en una conferencia de prensa celebrada tras inspeccionar el área arrasada.

Pero los alemanes, belgas y holandeses no han sido los únicos: este verano la lluvia también ha causado inundaciones en Luxemburgo, Francia, Suiza y Austria, donde varias partes de la ciudad de Salzburgo quedaron totalmente sumergidas bajo las aguas. 

El infierno en la Tierra arrasa con el hemisferio norte

Un especialista del servicio local de protección forestal trabaja para extinguir un incendio forestal cerca del pueblo de Magaras en la región de Yakutia (Rusia) el 17 de julio de 2021.
Un especialista del servicio local de protección forestal trabaja para extinguir un incendio forestal cerca del pueblo de Magaras en la región de Yakutia (Rusia) el 17 de julio de 2021.

Reuters

 Los países en teoría más frescos debido a su cercanía con el Ártico han alcanzado temperaturas propias de Bagdad o Marraketch en agosto, veinte grados por encima de lo que deberían estar sus mercurios en esta época del año. 

Las consecuencias son terribles: noches tropicales, hielo derretido, sequía histórica y especialmente, incendios. En una semana murieron 719 personas en la Columbia Británica canadiense debido al calor. 

El fuego ha sido devastador: el pequeño pueblo de Lytton en Canadá ardió completamente, quedando reducido a polvo y en donde se llegaron a registrar temperaturas de 49,6 grados centígrados antes del incendio. Durante el mismo, llegaron a 120. 

En Siberia, la región más gélida de nuestro planeta, se han registrado picos de calor históricos de 4 grados e incluso 50 en la República de Sakha, valores desconocidos desde el año 1936. A comienzos de julio se registraron más de 200 incendios separados. En su franja oriental, concretamente en Yakutia, se calcinaron 288.460 hectáreas en una catástrofe ambiental sin precedentes. El humo ha llegado a Alaska y se cree que cientos de personas temperaturas extremas. 

California ya está en camino de un año récord en incendios forestales, y Oregón ha sido asediado por el calor, la sequía y el incendio más grande del país, el incendio Bootleg, el cual ha arrasado con 360.000 acres y puede verse desde el espacio. Incluso la costa este se ha impregnado de neblina. 

Por su parte, en Finlandia han vivido el mes de junio más alto jamás registrado. Estas olas de calor, como las acontecidas en Estados Unidos y Canadá no habrían sido posibles si no existiese el cambio climático. De hecho, los científicos calcularon que el incremento de las temperaturas causado por las emisiones de gases de efecto invernadero hacen las olas de calor hasta 150 veces más probables. 

Una perra llamada Venus sse enfría en una fuente durante el clima abrasador de una ola de calor en Vancouver, Columbia Británica (Canadá) en junio de 2021.
Una perra llamada Venus sse enfría en una fuente durante el clima abrasador de una ola de calor en Vancouver, Columbia Británica (Canadá) en junio de 2021.

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Tal vez lo más desolador es que, si no lo paramos a tiempo, lo peor está por venir: la ONU prepara un demoledor informe climático para 2022, reuniendo las valoraciones de expertos desde 2014, que vaticinan para Europa un futuro negro con inundaciones, incendios y subida de las temperaturas en la parte norte y graves sequías, calor asesino y declive agrícola para la parte sur. 

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