Los videojuegos con estética pixelada están viviendo una nueva época dorada: esta es la razón

Celeste
CelesteMatt Makes Games
  • Wargroove, de Chucklefish, videojuego fue rentable para la compañía en apenas tres días desde su lanzamiento. 
  • Crash Bandicoot N Sane Trilogy, remake de un clásico de los 90, estuvo en el Top 5 de los juegos más vendidos en España en 2017.
  • Celeste, un título indie con estética pixelada, estuvo nominado a mejor juego del año en los Game Awards de 2018.

Actualmente los videojuegos compiten por tener en su interior mejores gráficos, historia, frames por segundo y un sinfín de elementos que los hacen auténticas bestias del ocio electrónico. Sin embargo, desde hace varios años, han aparecido multitud de títulos que pasan de las modas y apuestan por un estilo gráfico más simple y, por raro que pueda parecer se convierten en clásicos que pelean cara a cara con las auténticas superproducciones que tenemos hoy en día.

Sorprende que títulos como Celeste, del estudio independiente Matt Makes Games, haya vendido más de medio millón de copias en todo 2018 y que en los premios The Game Awards estuviese nominado a Mejor Juego del Año frente a títulos de la talla de God of War y obtuviese el galardón de Mejor juego Independiente y el premio Juegos que Impactan.

También llama la atención que títulos como Wargroove, de Chucklefish, videojuego que se puso a la venta el pasado febrero haya conseguido ser rentable para la desarrolladora en tan solo 3 días desde su lanzamiento, como anunciaron en su blog. Ejemplos de la buena salud de este tipo de títulos que apuestan firmemente por un estilo pixelado clásicos hay demasiados: Owlboy, Crypt of the NecroDancer o Into The Breach son varios de los estandartes de esta moda y parece que la clave está precisamente en el recuerdo que suscita este estilo gráfico, ya que nos transporta a la época dorada de los videojuegos. 

Según el último informe de AEVI de 2017 (Asociación Española de Videojuegos) encontramos que en España, en el Top 5 tras los gigantes mainstream como FIFA o Call of Duty, aparece Crash Bandicoot N Sane Trilogy, un remake de una trilogía que salió en la década de los 90, juego que vendió 3,615,050 en todo el mundo. Resident Evil 2, por su parte, que salió a finales de enero, y se trata de un remake de un título que apareció en PlayStation 1 en 1998, vendió 3 millones de copias en su primera semana a la venta, según un comunicado de Capcom.

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Si ya nos fijamos en la media de edad de los jugadores españoles que arroja el informe de AEVI, parece que encontramos la clave: las personas que más juegan son los que se encuentran entre los 25 y los 34 años. Es decir, vivieron la evolución de los videojuegos en primera persona y todo lo que se acerque en la actualidad a algo que se pueda tildar de clásico o retro es una vuelta a la infancia. A esos tiempos donde presumiblemente todo era mejor. 

De todas formas, estos títulos de estética pixelada no solo triunfan entre el público por el mero recuerdo de lo clásico. Es cierto que se apoyan de una manera muy evidente en un estilo artístico retro, pero eso tan solo es una de las muchas claves de su éxito. Donde en los grandes títulos prima un estilo gráfico que pueda sacar músculo, en este tipo de títulos se apuesta por una jugabilidad más directa. Frente a una experiencia que apuesta por ser accesible para todo el mundo - quitando honrosas excepciones como el sensacional Sekiro - tenemos juegos que ofrecen preciosos desafíos y una dificultad bien medida que nos traslada a los recreativos de los 90 donde nos gastábamos la paga de la semana

Stardew Valley
Stardew ValleyConcernedApe

Grandes exponentes de este tipo de juegos los encontramos, por ejemplo, en Stardew Valley, un título con una estética preciosa en la que eres dueño de una granja y tienes que ir mejorándola poco a poco; o Enter The Gungeon, uno de los mayores exponentes de los juegos retro y un digno título a estar en una de esas máquinas recreativas del pasado

Vivimos en una generación de consolas donde prácticamente se están recuperando grandes títulos del pasado a través de fantásticos remakes y títulos retro que se cuelan en el top 20 de las listas de ventas mensuales. Como jugadores está claro, es un claro reflejo de nuestra infancia, pero la clave es que como programadores, también. Ya que esos mismos chicos que jugaban de pequeños en las recreativas son parte del equipo de desarrollo de muchos estudios pequeños de videojuegos y saben lo que quiere el sector de su generación.

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