Por qué YouTube puede ser una herramienta más útil que un máster universitario, según el CEO de Microwd

Alejandro de León, Fundador de Microwd.
Alejandro de León, Fundador de Microwd.

Microwd

  • Emprender y generar un impacto social ahora es mucho más posible con respecto a años atrás.
  • Alejandro de León, fundador de Microwd, cuenta a Business Insider España en una entrevista cómo fue el proceso de construcción de la compañía, así como la situación del mundo del emprendimiento y los retos que aún quedan por delante.
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Montar una empresa y generar impacto social son dos conceptos que se han erigido como unas de las grandes variables en la nueva era de la revolución tecnológica. 

El capitalismo está buscando encontrarse a sí mismo. El cambio climático, la digitalización o los nuevos modelos productivos lo están poniendo todo patas arriba. La mayor conciencia social, dentro de este avance hacia lo aún desconocido, parece que se ha convertido en uno de los elementos clave. 

El emprendimiento está pivotando hacia estos esquemas. Además de crear valores añadidos, cada vez hay más perfiles que plantean generar algo más para la sociedad. Es decir, generar recursos y crecimiento con un bien de fondo.

Ese es el caso de Microwd una empresa fintech que conecta mujeres emprendedoras en la base de la pirámide de Latinoamérica (Perú, Nicaragua y México) con inversores que buscan rentabilidad económica e impacto social.

Es una plataforma que permite 2 opciones de iniciar el proceso: entrando en la página web y financiando a las mujeres que se seleccione, creando una cartera propia, o también invirtiendo en el fondo Microwd FICC, aprobado a principios de febrero 2020 por la CMNV.

Business Insider España ha tenido la ocasión de conversar en exclusiva con Alejandro de León fundador de la compañía, para repasar cómo fue el proceso de construcción de la compañía, así como la situación del mundo del emprendimiento y los retos que aún quedan por delante. 

Centrándose en los orígenes, ¿qué provocó que De León se embarcase en una aventura empresarial que le ha llevado hasta crear Microwd? “Una sería que dentro del mundo empresarial siempre me ha llamado la atención un poco el afán de libertad”, describe. 

“Creo que vivimos en un mundo con una oferta gigante y en España, por ejemplo, que sería mi realidad, no tiene nada que ver el paradigma que vivimos ahora con el entorno que vivieron, por ejemplo, nuestros padres”, inicia De León. 

De León cuenta que se inicia, principalmente, por intuición. “Al final entro porque me gusta mucho comerciar y comprar por uno y vender por 2 y creo que eso es bastante inherente al ser humano”, describe. 

Tal y como concreta si ahora emprendiera, recurriría a otras herramientas como es YouTube. “La verdad es que tendría YouTube como una de las referencias para aprender”, explica. “De hecho, puedes aprender mucho más en YouTube que en Harvard y lo aprovecharía un montón, ya que la oferta de contenido que hay de manera gratuita es inimaginable”, añade. 

“Es más, he hecho un MBA en Brown, que es una universidad top en Estados Unidos, y he aprendido mucho más en YouTube que allí”, profundiza. 

Las ventajas de emprender en el presente con respecto a generaciones pasadas

Por otra parte, el fundador de Microwd señala que hay diferencias notables con generaciones anteriores, ya que, cuando terminaban la carrera, podían trabajar en el Santander, en el Banco Central Hispano, en Telefónica o ser funcionarios, pero ahora todo habría cambiado con el relevo generacional. 

“De repente llegamos nosotros y podemos ser estrellas: podemos trabajar en Mallorca y hacerlo para una empresa madrileña o residir en Berlín y colaborar con una empresa catalana”, enfatiza. 

Estos pilares son los que resultarían más atractivos en el mundo de la empresa. “Lo que me llama es la oferta gigante de oportunidades que hay a nuestro alcance y, luego, obviamente la suerte de haber tenido educación, saber idiomas, lo que hace que me pueda dedicar a, entrecomillas, lo que quiero”, afirma. 

De León opina, eso sí, que hay algunos obstáculos en el mundo del emprendimiento. Principalmente, relacionados con los trámites burocráticos. 

“Realmente los grandes problemas que nos encontramos son estatales o, dicho de otro modo, el gran enemigo del comercio es el Estado”, ahonda. 

En su experiencia personal el principal inconveniente es la lentitud que existe a la hora de crear una sociedad y todos los costes asociados que ello conlleva: “he tardado 3 meses en hacer cada empresa, con los 3.000 euros que se necesitan abonar, 500 euros de autónomos, los 2.000 euros que me cuesta incorporar a alguien que percibe 1.000 euros al mes, o que el IVA me lo devuelven 6 meses más tarde”, se lamenta De León. 

Al final, según cuenta, el problema es que cada vez que tiene que firmar algo ha de acudir a un notario. “Eso hace que el proceso de emprendimiento y de creatividad sea mucho más largo y, finalmente, tomando de base lo que entiendo que es una sociedad abierta resulta que es como si España no lo fuera”, indica. 

Siguiendo este hilo, De León expone que hay diferencias entre el emprendimiento de antaño y el da la actualidad: “ahora puede emprender mucha más gente que antes… Siempre pongo el mismo ejemplo, que es que una vez el fundador de Idealista me dijo al principio, cuando montó el portal, que el hosting les costaba algo así como 50.000 euros al mes. ¿Qué quiere decir esto? Que antes podía montar una empresa de esas dimensiones muy poca gente, pero ahora puede montar idealista todo el mundo”. 

Entonces, según agrega, para la gente beneficiada, para los fuertes, quizá emprender sea más difícil que antes, porque ahora existe una mayor competencia. “Cuando montas un producto tecnológico, compites con India y con China, por ejemplo, además de con Silicon Valley, mientras que el débil, ahora sí puede emprender”, ejemplifica. 

El valor diferencial de MiCrowd en un entorno que apuesta por una transformación social

Con este telón de fondo De León lanzó Microwd. Una plataforma que, efectivamente, busca generar un impacto social. “Ahora hay una oportunidad gigante de hacerlo, ya que vivimos en un estado de prosperidad desconocida: por ejemplo, en 1900 había un 90% de extrema pobreza, en 1990 pasó a un 45% y, de repente, en 2020, queda un 5% o 6%”, asegura. 

“Nosotros somos la generación que va a ver cómo se acaba con la pobreza, que es una cosa alucinante, por lo que el ser humano se plantea retos y la verdad es que por ahora se esta consiguiendo superarlos”, reconoce. 

Seguro que después de la pobreza, tal y como cuenta, quedaría la desigualdad, la pobreza relativa el cambio climático, o el feminismo, la homofobia y un largo etcétera. “Las empresas sociales sí que pueden generar un impacto para cambiar todas estas cosas y, por eso, pienso que estamos ante una gran oportunidad”, argumenta.  

Con estos mimbres, De León detectó una enorme necesidad que no estaba cubierta: que las mujeres empezaron a pedir créditos. “Simplemente empecé a financiarlas con dinero de mi bolsillo para después buscar otros inversores y, claro, como digo, no montas una página por 1.000 euros y ya te pueden entran capital, por lo que poco a poco empezamos con clientes retail, que aportaban de 100 a 4.000 euros, y después ya entró el cliente institucional, con más de 100.000 euros”, rememora. 

“Obviamente esto sigue la lógica de que el producto es rentable y que la gente busca rentabilidad, pero con un producto que a la gente le hace sentir bien a la vez que gana dinero”, asevera. 

Por último, en cuanto a desafíos De León dice que lo primero es poder batir al mercado y demostrar rentabilidad. “Nuestro desafío número 2 es no buscar demasiadas mujeres extraordinarias por metro cuadrado”, concluye.

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