De la desconexión digital a las apps de gestión del tiempo: 5 tácticas para evitar trabajar demasiado de forma remota

El modelo de trabajo híbrido ha llegado para quedarse. Según el Work Trend Index 2021 de Microsoft, realizado a más de 30.000 personas en 31 países distintos, el 73% de los trabajadores encuestados desea que continúen las opciones flexibles de trabajo remoto.

El informe arroja numerosos datos interesantes: durante la pandemia, las ofertas de trabajo a distancia en LinkedIn se multiplicaron por más de 5, mientras que el 40% de la mano de obra mundial considera dejar su empresa este año. Algo menos de la mitad se plantea mudarse por las posibilidades del trabajo flexible. 

En el reverso más oscuro del teletrabajo, cada vez se trabaja más y se descansa menos, las fronteras entre hogar y vida profesional se han difuminado y la salud mental se resiente debido a la mayor carga de tareas: según nuevos datos de NordVPN Teams, las personas trabajan 2 horas más al día que antes de la pandemia, 3 en el caso de Estados Unidos.

Otra encuesta de la consultora Gartner señala que el 91% de los líderes de recursos humanos en la región de Asia/Pacífico indicaron que "el mayor desafío proviene de la falta de infraestructura tecnológica y la falta de comodidad con las nuevas formas de trabajar". 

Para evitar el exceso de trabajo como trabajador remoto existen diferentes estrategias que puedes poner en práctica. Respetar el descanso, delimitar las zonas del hogar destinadas a ocio y vida laboral, echar mano de la ayuda que proporciona la tecnología o definir una rutina estable son algunos de los cimientos para evitar echar más horas que un reloj en la jornada diaria. 

Crea una rutina definida

Delimitar la rutina, incluso aunque tu horario tenga un carácter flexible, resulta esencial para impulsar la conciliación y evitar trabajar más horas de las debidas. 

Marcar cada día el inicio y el final de la jornada, la pausa para comer, los descansos y las actividades de ocio te ayudará a moldear la estructura de tu día a día. Según seas una persona vespertina o matutina (y las opciones que te facilite la empresa), escoge el inicio y el final de tu jornada.

Los expertos recomiendan tener un horario lo más estable posible, un límite de horas para estar conectado y por supuesto, ejercer tu derecho a la desconexión digital. No consultes el correo electrónico, el LinkedIn, el chat interno de la empresa o las tareas pendientes durante el tiempo libre de la jornada.

Utiliza aplicaciones para la gestión del tiempo

Para hacer un buen seguimiento de tu trabajo, evitar la sobrecarga laboral y mejorar la productividad las aplicaciones para la gestión del tiempo son compañeras ideales de viaje. Entre sus virtudes, pueden monitorizar el tiempo destinado a cada tarea, ayudarte a restablecer prioridades o experimentar con el horario. 

Algunas de las aplicaciones más destacadas de gestión del tiempo son los temporizadores para implementar la técnica Pomodoro, alternativas como RescueTime, FocusMe, Evernote o Toggl. También puedes echar mano de extensiones para tu navegador como Calendar, Momentum, Pi Reminder o Taskforce. 

Comunicación fluida con el resto del equipo

Muchas personas se sienten más invisibles teletrabajando desde casa y optan por estar permanentemente disponibles, estirar su jornada laboral o multiplicar sus tareas para cerrar esa brecha de visibilidad. 

Contar con mecanismos para dar feedback o informar a tu responsable y compañeros de las dificultades en la realización de tareas, de la entrega y eficacia de los proyectos o de la necesidad de recursos adicionales es esencial para preservar una buena salud física y mental, evitando la fatiga ligada al trabajo remoto.

Horas extra: en casa también cuentan

Puedes (y debes) exigir a tu empresa el pago de las horas extra en el caso de que las realices. En España, según explica el blog de Cerem, el cálculo se hace añadiéndole un recargo del 75%, al valor que tiene la hora ordinaria. O lo que es lo mismo, se multiplica la hora de trabajo por 1,75. 

En este aspecto, cabe destacar que para evitar que las horas extra se abonen en negro o directamente no se paguen, hace dos años entró en vigor el Real Decreto-ley 8/2019 del 8 de marzo, en el que se establecían nuevas medidas de protección social y para combatir la precariedad laboral. 

Desde entonces existe obligatoriedad de las empresas a llevar un registro exhaustivo de la jornada laboral de los trabajadores, detallando el momento de inicio y finalización de las mismas. 

Además, el pasado otoño entraron en vigencia las sanciones por incumplimiento al Real decreto ley 28/2020 de teletrabajo en España: el registro de horas trabajadas, control horario o simplemente fichaje del trabajador sigue operando. 

"El sistema de registro horario que se regula en el artículo 34.9 del Estatuto de los Trabajadores, de conformidad con lo establecido en la negociación colectiva, deberá reflejar fielmente el tiempo que la persona trabajadora que realiza trabajo a distancia dedica a la actividad laboral", detalla el decreto, que también recoge explícitamente el derecho a la desconexión digital.

Por ello, no olvides documentar con precisión todas las horas extraordinarias que ejecutes.

Separa los espacios de trabajo y vida y personal

Si trabajas de forma remota desde casa, es crucial que tengas un espacio exclusivamente destinado a tus tareas laborales, a ser posible fuera de la habitación en la que duermes y descansas. 

Un habitáculo específico es clave para mejorar tu productividad y respetar tu tiempo libre y actividades de ocio, separándolas de la jornada de trabajo. 

Asegúrate de que el despacho donde trabajas esté habilitado para desempeñar las funciones de manera cómoda y organizada: temperatura agradable, mobiliario ergonómico, ventilación, una buena iluminación, ausencia de distracciones y un equipo que cubra tus necesidades. No es buena idea usar la mesa que destinas a comer ni tampoco teletrabajar desde el sofá.