Personas que se hicieron millonarias de la noche a la mañana y de manera inverosímil: una perdió un martillo y así encontró 3,7 millones de euros

Ya te sabes la teoría: ser millonario es un objetivo a largo plazo, no esperes hacerte rico enseguida, hay que tener tesón, resiliencia... Ahora bien, como siempre ocurre con las reglas, existen excepciones. Hay historias de personas que se hicieron literalmente millonarios de un día para otro. En algunos casos existe una leve causa anterior que puede condicionar esta fortuna, mientras que en otros nadie se lo esperaba. Aquí tienes algunas de estas historias.

Una pizza de 2 millones y medio de euros

En 1994, Chris Clark tuvo la idea de registrar en Internet el dominio pizza.com. Le costó 20 dólares (16,8 euros). Inicialmente, su movimiento fue todo un fracaso: en aquel entonces, Clark se apropió de este dominio a modo de estrategia de marketing. Esperaba que alguna marca de pizzas entrase y contratara así sus servicios. Nunca ocurrió. Seis años después, en el 2000, Clark vendió su empresa, pero se quedó con el dominio.

En 2008, 14 años después de comprar el dominio, Clark descubrió una historia de éxito que le sonaba familiar: una empresa rusa de exportación de vodka había vendido su dominio, vodka.com, por tres millones de dólares (poco más de 2 millones y medio de euros). Así que en enero de 2008, Clark anunció que vendía pizza.com.

La primera oferta fue muy desalentadora: 100 dólares. Pero entonces, tal y como explicóElMundoen su momento, llegó Sedo, una empresa intermediaria en ventas por Internet. A cambio de quedarse con el 10% de la venta, Sedo se comprometió a publicitar y mover la venta de pizza.com. Clark accedió, con desgana, y se fue de vacaciones a Disney World para olvidarse de los fracasos recientes. Eso fue el 27 de marzo, justo cuando pizza.com entró en la red de Sedo.

Un día después, 28 de marzo, alguien ya ofrecía medio millón de dólares por el dominio. El 29 la cifra ascendió a dos millones. Finalmente, Clark se encontró con 2,6 millones de dólares (2.185.00 euros) en sus bolsillos, fruto de haber pagado 20 dólares unos 14 años antes.

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Cuando el azar jugó en su favor

Hay mucho azar en los juegos de azar, ¡por eso se llaman así! Por ejemplo, en la famosa Lotería de Navidad hay un 15,304% (según El Español) de que te toque solo alguno de sus premios. Las posibilidades de que te toque algunos de los premios gordos son aún más ínfimas. 

Con la Primitiva y la Bonoloto, tienes 1 posibilidad entre 13.983.816 de acertar 6 números y 139,8 millones de conseguir el reintegro, es decir, el premio más alto. Con los Euromillones es 1 entre 139.838.160, con el Gordo de la Primitiva es 1 entre 31.625.100…

Hay más letra pequeña en este asunto: el porcentaje del premio que va al Estado, el número de participantes que también han acertado el número… todos estos factores y elementos dificultan ganar realmente un gran premio.

Así que imagina la sorpresa de una mujer australiana cuando, en septiembre de 2020, responsables de la lotería Powerball la llamaron para decir que había sido la única ganadora del bote. Para empezar la mujer, que prefirió permanecer en el anonimato, se pensó que era una broma, ya que es su marido el que jugaba a la Powerball.

Pero pronto tuvo que aceptar su nueva realidad: debido a que su marido había usado la combinación 3, 4, 5, 7, 11, 19 y 28, junto al complemento 6, la australiana había ganado de la noche a la mañana 60 millones de dólares australianos, esto es, unos 37 millones de euros (tal y como informó El Confidencial en su momento).

Otras 25 personas acertaron esa combinación. Solo el marido de la inesperada millonaria había acertado el complementario. Si hubiera sido otro número, y no el 6, se hubieran quedado con poco más de 20.000 euros.

Caprichos del azar.

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El pájaro que consiguió ganar 50 mil dólares diarios

En 2012, Dong Nguyen intentó crear un juego para móviles protagonizado por un pájaro. No le acabó funcionando y decidió cancelarlo. En mayo de 2013, un buen día tuvo una idea: un juego en el que el usuario controlaría a ese pájaro mientras intenta atravesar un laberinto de columnas. Si el pájaro toca una columna, Game Over y a empezar de nuevo. Nguyen sacó el juego para Android e iOS el 24 de mayo. Pasó sin pena ni gloria en todo 2013, hasta el desarrollador se olvidó de él.

De repente, en enero de 2014, el juego se había hecho viral. Se convirtió en el juego gratuito más descargado tanto en Android como en iOS. Cada día, Nguyen ganaba 50 mil dólares gracias a los micropagos del juego y su publicidad. Mientras tanto, ni los mismos usuarios podían explicar el éxito del juego: reconocían que era muy simple y tosco, pero querían batir sus propios récords y el de los amigos.

Seguro que te bajaste el juego. Al fin y al cabo, ¿quién ha logrado olvidarse de Flappy Bird?

Solo en enero de 2014, un inesperadamente millonario Nguyen descubrió que era el protagonista accidental de muchas historias: plagios que aparecían de la noche a la mañana, desarrolladores que le acusaron de plagio, padres enfadados porque el juego distraía demasiado a sus hijos...

Fue por ello que, a finales de febrero, Nguyen tomó una decisión. Podría haber dejado el juego funcionando y seguro que habría empezado a ganar más de 50 mil dólares al día. Secuelas, merchandising, quizás se habría estrenado una película como pasó con Angry Birds.

Pero Nguyen tomó otro tipo de decisión. Retiró el juego oficialmente sin previo aviso y luego explicó que lo había hecho porque se sentía culpable de todo lo malo que había generado Flappy Bird. En eBay se pudieron encontrar móviles con el juego subastado a precios elevados, surgieron todavía más plagios…

En esta historia, hay un doble recorrido: de millonario de la noche a la mañana a regresar a la normalidad de la mañana a la noche.

Un regalo de boda que le metió en lista Forbes de lo más ricos

Pese a los regalos de amigos y familiares, lo normal es que una boda sea un gasto para la pareja que se casa. Pero hay una historia radicalmente diferente: para el joven Eric Tse (24 años en ese momento), su vida quedó resuelta nada más casarse. Y es que dicho evento le catapultó, en 2019, al puesto 550 en la lista Forbes de los más ricos del planeta.

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¿El motivo de esta fortuna inesperada? Sus padres, los dueños de Sino Bipharmaceutical (Tse Ping y Cheung Ling) regalaron a su hijo como obsequio de boda 3.8 miles de millones de dólares en acciones de la compañía farmacéutica, es decir, la quinta parte de su capital. Los miembros de la familia Tse representaban, en 2019, el 8% de los ricos en China. 

Como resultado, se calculó que, después de casarse, la fortuna de Eric Tse superaba a la de ricos hechos a sí mismos como Donald Trump o Steven Spielberg. Mientras tanto, la empresa decidió recontextualizar el regalo; oficialmente el traspaso de acciones tuvo como objetivo "refinar la gestión y la herencia de la riqueza familiar". En este sentido, Tse se convirtió además en director de la compañía y miembro del consejo de administración, lo que le reportó en aquel entonces con un sueldo de casi medio millón de dólares anuales.

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Un tanque con premio

El coleccionismo es un mundo muy amplio. Hay gente que colecciona monedas, otros videojuegos, el de más allá chapas, el de más acá cromos… Nick Mead es un fanático de los vehículos militares, como los taques, así que los colecciona. De buenas a primeras, parece una afición cara: cada vehículo debe costar lo suyo, por no hablar de almacenarlos. Pero, por pura casualidad, el coleccionismo terminó en premio.

En abril de 2017, cuando Mead ya tenía 150 vehículos en su haber, compró un tanque ruso T54/69 por 30.000 libras (34.700 euros). El azar quiso que, justo el día que iba a empezar a restaurarlo, decidiera grabar dicha restauración. Gracias a ello, en Youtube se puede ver su reacción en el momento en el que descubre que el tanque escondía no solo uno sino cinco lingotes de oro.

Cada lingote de oro pesaba unos 5 kilos, con lo que calcularon que, en total, debían costar dos millones de libras, esto es, 2.300.000 millones de euros.

Tanto Nick Mead como su compañero, el también restaurador Todd Chamberlain, creen que los lingotes deben de proceder de la Guerra del Golfo. En el vídeo se les puede ver anonadados, sin saber qué hacer y confundidos. "¿No podemos llamar al Cash Converters, no?", bromeó en una entrevista para The Sun.

Buscaba su martillo pero encontró un tesoro

¿Qué haces cuando pierdes algo y, por más que lo buscas, no lo encuentras? Si ese algo es una nimiedad como un martillo, seguramente te encoges de hombros y te vas a comprar un reemplazo. Pues bien, la próxima vez que te ocurra, piénsatelo dos veces antes de rendirte en la búsqueda porque puede que tu tenacidad tenga premio.

El 16 de noviembre de 1992, Peter Whatling, labrador de Hoxne, en Suffolk (Inglaterra), había perdido su martillo por sus tierras. Como estas eran vastas, Whatling, lejos de rendirse, llamó a su amigo, Eric Lawes. Lawes es un jardinero retirado y un detector de metales aficionado. Juntos usaron el detector de Lawes para buscar el martillo.

Mientras lo buscaban, Whatling y Lawes se toparon literalmente con un tesoro: cucharas de plata, joyas de oro y numerosas monedas de oro. El hallazgo llamó la atención de la Unidad Arqueológica de Suffolk, que fue allí y ayudó a recuperar casi todo el tesoro. 

El ahora llamado Tesoro de Hoxne es considerado el mayor tesoro de oro y plata de la Antigua Roma descubierta en Gran Bretaña y, en general, la mayor colección de monedas de oro y plata de los siglos IV y V. Consta de 14.865 monedas romanas de oro, plata y bronce así como 200 piezas de vajilla de plata y joyas de oro. También contiene objetos extraños como una cadena de oro o un pimentero de plata. Se desconoce, por eso, quién fue su propietario y por qué decidió enterrar el tesoro.

El descubrimiento atrajo a un montón de cazadores de tesoros amateurs, hasta el punto que Inglaterra tuvo que cambiar la ley sobre tesoros descubiertos para calmar el personal. Por suerte, antes del cambio de ley, Whatling y Lawes fueron debidamente recompensados: la costumbre era premiar a los descubridores de un tesoro de la antigüedad con el dinero equivalente al valor de mercado de dicho tesoro. Como el Tesoro de Hoxne se calculó que valía 3.2 millones de libras actuales, unos 3,7 millones de euros, esa fue la cifra que Whatling recibió y que compartió con su amigo Lawes.

¡Ah! ¡Y encontraron el marrillo! Fue un día completo para estos dos héroes inesperados.