He pasado 100 horas viajando 5.000 km en tren por 5 países: estos son mis 7 consejos para hacer que el tiempo vuele en los viajes largos en tren

La reportera de ‘Business Insider' ha pasado 100 horas en trenes, desde las rutas de Amtrak por la Costa Este de Estados Unidos hasta trenes-cama en Alemania, Austria e Italia.
La reportera de ‘Business Insider' ha pasado 100 horas en trenes, desde las rutas de Amtrak por la Costa Este de Estados Unidos hasta trenes-cama en Alemania, Austria e Italia.Joey Hadden/Insider
  • He pasado 100 horas en trenes de largo recorrido por todo el mundo, desde Estados Unidos a Europa y Canadá.
  • Creo que los trenes de 6 horas o más pueden ser viajes especialmente agotadores y difíciles.
  • He encontrado formas de hacerlos más llevaderos, como reservar habitaciones privadas y llevar pijamas cómodos.

Puedes considerarme una experimentada viajera de trenes de larga distancia. 

La autora toma trenes en Suiza (izda.) y Venecia (dcha.) en octubre de 2022.
La autora toma trenes en Suiza (izda.) y Venecia (dcha.) en octubre de 2022.Joey Hadden/Insider

Cojo más trenes que nadie que conozca. 

En el último año y medio, he pasado casi 150 horas viajando en tren por lugares que van desde la costa este de Estados Unidos hasta las provincias canadienses de Ontario y Québec, pasando por Alemania, Austria, Italia y Suiza.

"No puedes dar la vuelta al mundo y pensar que son vacaciones": así es la experiencia de una joven pareja española que lleva más de un año viajando

Y 100 de esas horas fueron específicamente en rutas de larga distancia, de entre 6 y 30 horas de duración cada una. 

Los viajes en tren de larga distancia son la forma más singular de viajar que he experimentado, donde se trata más del viaje que del simple hecho de llegar del punto A al punto B.

Instantáneas de la autora en 4 trenes diferentes de Amtrak en 2021 y 2022.
Instantáneas de la autora en 4 trenes diferentes de Amtrak en 2021 y 2022.Joey Hadden/Insider

Mi interés por los viajes largos en tren comenzó a finales de 2021, cuando hice 2 trayectos de 30 horas entre Nueva York y Miami en literas de Amtrak. Probé las cabinas privadas de la línea ferroviaria estadounidense en los que pueden dormir hasta 2 personas.

Era la primera vez que hacía un viaje así y, como resultado, me he aficionado a los viajes en tren de larga distancia. 

Después de esa experiencia, en 2022 volví a viajar en tren. En verano, pasé 16 horas en 2 viajes de larga distancia entre Nueva York y Montreal en trenes de Amtrak y Via Rail. Luego, en otoño, planeé un largo viaje en tren por Europa, en el que pasé un total de 24 horas en 2 trenes nocturnos de Berlín a Viena y de Viena a Venecia, en trenes OBB Nightjet de los Ferrocarriles Federales Austriacos con cabinas dormitorio. 

Después de todos esos largos viajes en tren, llegué a la conclusión de que no solo viajar en tren es una forma más sostenible de recorrer el mundo, sino que ofrece unas vistas incomparables que me permitieron ver nuevos lugares más íntimamente de lo que lo haría en un avión o en un coche. 

Aunque me gustan los trenes de larga distancia, también sé que pueden ser agotadores. Por suerte, he aprendido algunos consejos que hacen que estos viajes sean más agradables.

La autora se despierta en un tren nocturno Amtrak de Miami a Nueva York.
La autora se despierta en un tren nocturno Amtrak de Miami a Nueva York.Joey Hadden/Insider

Aunque mis experiencias en trenes de larga distancia han variado de un país a otro, he aprendido algunos consejos que creo que pueden ayudar a cualquier viajero que viaje en tren durante largos periodos de tiempo, ya sea en Canadá, Estados Unidos, Italia o cualquier otro lugar.

Cuando reserves un viaje nocturno de larga distancia, te recomiendo que, siempre que sea posible, te decantes por un espacio privado.

Interior de un dormitorio de Amtrak en ruta a NYC desde Miami en octubre de 2021.
Interior de un dormitorio de Amtrak en ruta a NYC desde Miami en octubre de 2021.Joey Hadden/Insider

En mi experiencia, los viajes en tren de larga distancia tienen una gran variedad de asientos y opciones de alojamiento, que van desde la clase turista a las habitaciones privadas.

En mi primer viaje nocturno en Amtrak de Nueva York a Miami, me gasté 500 dólares (470 euros) en una roomette, que es básicamente una habitación de hotel de 2,3 metros cuadrados con un par de sillas que se pliegan para convertirse en cama y una litera superior que se pliega desde el techo. También hay una mesa desplegable entre las sillas, controles de temperatura y una puerta corredera con cortinas para mayor intimidad. 

La habitación me pareció mucho más cómoda que el típico asiento de tren, y tener total intimidad me hizo sentir más en casa.

Pero en el viaje de vuelta a Nueva York, me impresionó aún más la habitación de 1.000 dólares (940 euros), que era parecida pero más grande y con baño privado. Según la web de Amtrak, las habitaciones miden alrededor de 4,2 metros cuadrados. La habitación tiene un sofá que se convierte en cama y otra cama que se pliega desde el techo.

Después de probar los 2 alojamientos, pensé que merecía la pena gastarse el dinero en la habitación por el espacio extra y el baño privado. En un viaje tan largo, para mí supuso una gran diferencia tener mi propia habitación personal como en un hotel. Además, estar más cómodo me ayudó a pasar el tiempo durante las 30 horas que duró el viaje. 

Si reservar un espacio privado no es una opción, creo que una cabina compartida sigue siendo mejor que un asiento normal.

Asiento normal y cabina compartida en un tren.

Joey Hadden/Insider

Cuando reservé mi viaje en tren por Europa, me enteré de que no todos los trenes nocturnos disponen de alojamientos privados como los de Amtrak en Estados Unidos. 

Los trenes Nightjet que reservé para mis viajes nocturnos tenían asientos regulares asignados en vagones cerrados de 6 plazas, así como coches litera (asientos que se pliegan para formar sofás en cabinas compartidas) y coches cama con literas de 4 o 6 plazas. Algunas rutas tienen cabinas privadas, pero ninguna de las mías las tenía.

En mi viaje de Berlín a Viena, viajé en un vagón de asientos, que era una pequeña cabina de asientos normales. Aunque los asientos eran reclinables, me pareció casi imposible dormir porque no quedaban totalmente planos, y el espacio era muy reducido para 6 personas con poco espacio para las piernas. El billete sólo cuesta unos 35,5 euros, pero llegué a Viena agotada. 

Cuando más tarde viajé de Viena a Venecia con Nightjet, viajé en un coche-cama compartido con 6 literas. Seguía sintiéndome apretada, pero al tener una cama plana era un poco más fácil dormir. Cuando llegué a Venecia seguía cansada, pero no tanto como cuando llegué a Viena. Me costó 35,5 euros más que el vagón con asientos, pero pensé que las pocas horas de sueño valían la pena.

Aprendí que si tomas un tren nocturno, es imprescindible tener preparado un plan alternativo para el día en caso de que no duermas.

The author watches the sunrise from her bed during an overnight train ride from NYC to Miami in October 2021.
Joey Hadden/Insider

Aunque me gustan los viajes largos en tren, me cuesta dormir en ellos. Los baches del trayecto suelen perturbar mi sueño, aunque esté tumbada en una litera o cama.

Este fue especialmente el caso cuando viajé en el vagón con asientos Nightjet de Berlín a Viena. 

No dormí nada durante el trayecto y llegué a Viena a las 7 de la mañana. Pensaba pasar la mañana visitando lugares de interés hasta que pudiera registrarme en el hotel a las 3 de la tarde, pero al bajar del tren me di cuenta de que mi cuerpo necesitaba descansar.

Tuve que tomar la decisión en un abrir y cerrar de ojos de aparcar todos mis planes y buscar frenéticamente un hotel de última hora donde poder dormir lo que tanto necesitaba. Después de probar en 3 hoteles para encontrar una habitación libre tan temprano por la mañana, por fin encontré una, pero no estaba cerca de donde yo estaba. No pude evitar pensar que un plan alternativo que tuviera en cuenta este resultado me habría ahorrado estrés y tiempo.

Después de esta experiencia, sé que para futuros viajes nocturnos, buscaré hoteles que estén más cerca de las estaciones de tren o que permitan el registro temprano en caso de que necesite un lugar para dormir. Y si voy a estar despierta toda la noche, reservaré un hotel por internet durante el viaje para asegurarme de no tener que esperar hasta la tarde para tener un lugar donde descansar.

Desde los viajes nocturnos hasta los de todo el día, en los largos trayectos en tren suelo sentirme apretada. Me parece que tomarse tiempo para estirarse marca una gran diferencia.

La autora pasea por un tren-cama en Berlín en octubre de 2022 (izda.) y estira las piernas durante una larga parada en un viaje de 30 horas en tren de Miami a Nueva York en octubre de 2021 (dcha.).
La autora pasea por un tren-cama en Berlín en octubre de 2022 (izda.) y estira las piernas durante una larga parada en un viaje de 30 horas en tren de Miami a Nueva York en octubre de 2021 (dcha.).Joey Hadden/Insider

Cuando estoy demasiado tiempo sentada en la misma postura, empiezo a sentirme inquieta e irritable. Por eso, cuando estoy en un tren, siempre hago un esfuerzo consciente por levantarme y mover el cuerpo cada 2 horas.

En mi experiencia en los viajes nocturnos en Amtrak, los trenes hacen una pausa de 10 minutos cada pocas paradas, lo que me permite desembarcar en el andén durante ese tiempo. He descubierto que estirar las piernas y tomar aire fresco hace que las siguientes horas en un tren sean un poco más llevaderas.

Y en los viajes largos en tren que carecen de estas paradas, en su lugar camino a lo largo del tren. Aunque no es tan refrescante como salir a la calle, creo que caminar por el tren me ayuda a deshacerme de la agitación que se acumula cuando estoy demasiado tiempo quieta.

Llevar ropa cómoda me hace sentir más a gusto en un viaje largo en tren.

La autora lleva sudadera (izda.) y pijama (dcha.) en un viaje nocturno en Amtrak entre Miami y Nueva York en octubre de 2021.
La autora lleva sudadera (izda.) y pijama (dcha.) en un viaje nocturno en Amtrak entre Miami y Nueva York en octubre de 2021.Joey Hadden/Insider

Los pantalones de chándal y los pijamas son mis prendas favoritas en los trenes de largo recorrido.

Para mí, la ropa suave y holgada facilita la comodidad en un espacio reducido, sobre todo cuando estoy sentada en un asiento de tren pequeño o descansando en una litera. Esta ropa me ayuda a relajarme y a dormir más en los viajes nocturnos.

Creo que llevar ropa cómoda también me hace sentir más a gusto en este tipo de viajes. Así que no me importa el aspecto que lleve. Y apuesto a que una vez que subas al tren, te alegrarás de estar cómodo. 

Para pasar el rato, siempre llevo mi propio entretenimiento y no dependo del WiFi ni de tener datos para usarlo.

La autora juega a las cartas con su pareja en un tren en Italia (izda.) y utiliza su iPad en un tren en Viena (dcha.).
La autora juega a las cartas con su pareja en un tren en Italia (izda.) y utiliza su iPad en un tren en Viena (dcha.).Joey Hadden/Insider

Cuando estoy encerrada en un espacio durante varias horas, los trayectos de 12 horas pueden parecerme de 20 horas, y los de 30, de casi el doble. 

Como el tiempo pasa más despacio en los viajes largos, siempre llevo conmigo actividades divertidas para pasar el rato.

 

Cuando viajo sola, descargo música, podcasts y programas de televisión en mis dispositivos, ya que he descubierto que la conexión WiFi a bordo de un tren y el servicio de telefonía móvil pueden ser irregulares.

Cuando viajo con un amigo, prefiero llevarme cartas para minimizar el tiempo frente a la pantalla.

Al igual que mi ropa cómoda, tener este entretenimiento me hace sentir más a gusto y hace que estos largos viajes sean mucho más llevaderos.

Mirar por la ventana también es una forma de entretenerme. Me recuerda que este viaje de larga distancia tiene que ver más con el trayecto que con el destino.

Vistas de Suiza desde la ventanilla de un tren en octubre de 2022.
Vistas de Suiza desde la ventanilla de un tren en octubre de 2022.Joey Hadden/Insider

A pesar de todo el tiempo que he pasado mirando fijamente una pantalla, estos viajes me han enseñado que también merece la pena mirar hacia arriba. Mis viajes en tren me han regalado algunos paisajes espectaculares, desde las campiñas de Europa hasta encantadoras ciudades de la Costa Este de Estados Unidos.

Mirar por la ventanilla es un recordatorio constante de que estoy de camino a algún sitio, lo que siempre aumenta el entusiasmo por mi viaje, sea cual sea el destino.

A fin de cuentas, creo que el hecho de considerar un viaje de larga distancia como parte de mis vacaciones me ayuda a disfrutarlo de verdad. Y mirar por la ventanilla es un gran recordatorio de ello, y mi forma favorita de hacerlo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.