7 cosas que cambiarán en tu cuerpo al comer calabaza, la hortaliza estrella del otoño

Llega septiembre, y la calabaza afronta sus meses dorados, ya que durante el otoño la podrás encontrar más fresca, sabrosa y barata.

Hasta noviembre los españoles podremos disfrutar de una de las hortalizas más preciadas de los cultivos, y también la de mayor tamaño. Como curiosidades, la calabaza más grande de nuestro país pesó 600 kilos y se cosechó en 2016.

¿Cuáles son los beneficios para tu cuerpo de comer calabaza a menudo? En primer lugar su perfil nutricional destaca por la riqueza y variedad.

Pocas calorías, muchos nutrientes

SegúnTodoalimentos.org, 100 gramos de calabaza contienen tan solo 20 calorías, nada de colesterol y tan solo 0,07 gramos de grasa. Las calabazas son un 93% agua, y en una ración de dicho peso encontrarás en torno a 1 gramo de fibra, 5 de carbohidratos y el 192% de la cantidad diaria recomendada de vitamina A. 

Entre el resto de nutrientes de la calabaza destacan la vitamina, la vitamina B-9, el potasio, el fósforo y el calcio. También brillan pequeñas cantidades de magnesio, fósforo, zinc, ácido fólico y otras vitaminas del grupo B.

Fortalece tus defensas

SegúnEat This, Not That, la calabaza es uno de los mejores alimentos para aumentar tu inmunidad, gracias al pigmento vegetal conocido como betacaroteno y responsable de brindarle su brillante color naranja. 

La vitamina A es crucial para que los glóbulos blancos, que ayudan a protegernos de los patógenos, se produzcan y funcionen de la mejor manera. 

Pero eso no es todo: la vitamina A también es beneficiosa para nuestra vista y reduce el riesgo de padecer varios tipos de cáncer. Un estudio publicado en el Journal of Clinical Medicine señala que este poderoso antioxidante reduce la inflamación en el cuerpo. 

Sus antioxidantes reducen el riesgo de enfermedades crónicas

Healthline recoge varios estudios sobre la presencia de antioxidantes en la calabaza, que la convierten en un alimento idóneo para reducir el riesgo de enfermedades crónicas y prevenir el estrés oxidativo causado por los radicales libres.

En la calabaza destacan antioxidantes como alfa-caroteno, beta-caroteno y beta-criptoxantina, que pueden evitar el daño celular. 

Además, estudios de probeta y en animales han demostrado que dichos compuestos protegen la piel contra el daño solar y reducen el riesgo de cáncer, enfermedades oculares y otras afecciones.

Cuida tu piel, vasos sanguíneos y huesos

La calabaza es rica en vitamina C, clave en la producción de colágeno, carnitina y catecolaminas. También ayuda a mantener los vasos sanguíneos y los cartílagos, a cicatrizar bien y a blindar tu salud cardiovascular. 

100 gramos de calabaza te brindarán el 8% de la cantidad diaria que precisas de vitamina C. 

Otro componente clave es la vitamina B-9 o ácido fólico, importante para mantener tu pelo, piel, ojos y articulaciones en buen estado. 

Conserva tu vista de lince

La vista empeora con la edad, pero existen alimentos que te ayudan a conservarla, entre los que se encuentra la calabaza. La razón está en la propia vitamina A, la luteína y la zeaxantina, dos compuestos relacionados con menor peligro de degeneración macular con la edad.

De hecho, las investigaciones confirman que la deficiencia de vitamina A es una causa muy habitual de ceguera. 

En un análisis de 22 estudios se descubrió que quienes ingieren mayor cantidad de betacaroteno tenían un riesgo significativamente menor de cataratas. 

Previene el cáncer

La calabaza es una hortaliza con alto contenido de carotenoides, antioxidantes clave para prevenir varios tipos de cáncer.

Destaca un análisis de 13 estudios que descubrió que las personas con una mayor ingesta de alfacaroteno y betacaroteno tienen un riesgo significativamente menor de cáncer de estómago. 

Más estudios en humanos han vinculado el consumo de carotenoides con riesgo más bajo de cáncer de garganta, páncreas y mama, entre otros. 

Nutrientes para tu corazón 

Varios nutrientes de la calabaza mejoran tu salud cardiovascular. Entre ellos, el potasio, la vitamina C y la fibra.

El mineral está asociado a una presión arterial más baja y un menor peligro de accidentes cerebrovasculares. Consumir las cantidades recomendadas de potasio es tan importante como disminuir el consumo de sodio para paliar la hipertensión.