Alexa, Google, Siri y otros asistentes de voz pueden frenar el desarrollo cognitivo y social de los niños, según expertos de Cambridge

niño asistente de voz inteligente

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Los dispositivos inteligentes con asistentes de voz integrados, como Alexa (Amazon), Google o Siri (Apple), son cada vez más utilizados, y los estudios sobre sus consecuencias en el desarrollo humano van aún por detrás.

Tal es así que las compañías tecnológicas implementan nuevas funciones para que sus asistentes sean más inteligentes, pudiendo responder a preguntas absurdas, aunque también más complejas.

A pesar de que es una buena noticia que estos aparatos respondan de forma eficaz, también supone algunos inconvenientes en el desarrollo cognitivo de los más pequeños de la casa, como destacan Ananya Arora y Anmol Arora, de la Universidad de Cambridge (Estados Unidos).

En un artículo de opinión, explican las dificultades que pueden presentar estos asistentes en su interacción con los niños. Así, las dividen en 3: respuestas inapropiadas, impedir el desarrollo social y obstaculizar las oportunidades de aprendizaje.

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Para ello, los expertos de Cambridge hacen referencia a diversos estudios científicos, aunque admiten que el corpus de investigaciones aún escasea en este ámbito.

Respuestas inapropiadas

En 2021, una niña pidió a Alexa algún desafío para hacer. De inmediato, Alexa le propuso como "desafío" tocar un enchufe con una moneda. Esta peligrosa actividad había sido hallada por Alexa en TikTok y otros sitios, conocida como "el desafío del centavo".

Amazon actualizó a Alexa y nunca más se volvió a repetir, a pesar de que otros eventos sí. Por ejemplo, según relatan los expertos, un dispositivo grabó una conversación privada y la envió por correo electrónico a un contacto telefónico aleatorio, con la gravedad que implica.

Así, los investigadores retratan la dificultad de convivencia entre funciones más avanzadas y controles parentales sólidos. "Es difícil hacer cumplir controles parentales sólidos en tales dispositivos sin afectar severamente su funcionalidad", alertan.

Impedir el desarrollo social

"Gracias por tu colaboración", "perdona que te molestes", etc. No son formas propias de los asistentes, sean de la compañía que sean. Por un lado, esto es una buena función, ya que los niños no los tratarán de la misma forma que a un ser humano.

 

Esto se debe a que, si hay que regañar a un niño por un mal comportamiento, los asistentes no serían capaces de ofrecer soluciones constructivas, mientras que un humano tiene esa capacidad.

"Puede aumentar el riesgo de que los niños antropomorficen en exceso los dispositivos digitales", avisan los expertos.

Obstaculizar las oportunidades de aprendizaje

Los niños no entienden la privacidad en internet. Un estudio ya explicó que los niños no sabían de dónde provenía la información de internet y tampoco dónde se almacenaban sus datos personales.

Los asistentes de voz de cualquier dispositivo utilizan internet para su desarrollo, pero existe un peligro mayor en dejar que los niños también hagan esto, ya que necesitan de interacciones humanas.

"Se requiere una investigación urgente sobre las consecuencias a largo plazo para los niños que interactúan con dichos dispositivos", concluyen. "Interactuar con los dispositivos en una etapa crucial del desarrollo social y emocional podría tener consecuencias a largo plazo sobre la empatía, la compasión y el pensamiento crítico".

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