"La deuda será cada vez más frecuente": las alternativas de las startups españolas para captar dinero en pleno invierno inversor

Ilustración sobre dinero

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  • Revel y Payflow constituyen dos de las primeras excepciones en un contexto en el que los fondos permanecen inmóviles por el enfriamiento de la economía.
  • Aunque por motivos distintos, ambas han recurrido a la deuda para financiarse, un mecanismo que, anticipan, se repetirá cada vez más.

En cuestión de apenas un par de semanas, septiembre ha traído consigo tantos días grises que, con el otoño todavía por llegar oficialmente, uno siente ya la necesidad de pensar más en el invierno que está por venir que en un verano al que, sobre el papel, aún le quedan unos cuantos días.

De forma análoga, las primeras operaciones del ecosistema emprendedor después del parón de agosto remiten más a lo que cabe esperar de los próximos meses que a un verano poco menos que desértico.

Dos de los primeros en abrir fuego este mes de septiembre han sido Revel, una plataforma de servicio de coches bajo suscripción, y Payflow, una startup dedicada a prestar servicio de remuneración bajo demanda.

Ambas han cerrado acuerdos que introducen en la ecuación un elemento apartado durante años por la mayoría de las startups que buscaban financiarse: la deuda.

Mientras que Revel ha estructurado una deuda por valor de hasta 100 millones de euros con el fondo KKR para, entre otras cosas, mejorar y ampliar la flota de vehículos que pone a disposición de sus clientes, Payflow ha hecho lo propio con BBVA Spark, que le permite acceder a 20 millones de euros. 

Con esta cantidad, la empresa espera poder adelantar el salario de una cartera de clientes cada vez más amplia.

"Tuvimos el lujo de poder elegir, porque había otra gente muy interesada. El proceso inicial de encontrar interés fue rápido, dos o tres semanas. Elegir el mejor socio nos llevó un mes. Luego, la due dilligence llevó 4 o 5 meses, algo más de lo normal, aunque en este tuvo que ver el que el socio fuera una entidad como BBVA, explica sobre el proceso a Business Insider España Avinash Sukhwani, cofundador de Payflow.

Aunque no achaca al contexto las dificultades de su proceso de negociación, sí cree que el ecosistema atraviesa un duro invierno.

"Ahora obtener financiación se ha vuelto más difícil, pero realmente sí que hay fondos para las startups con buenas ideas. Antes todo el mundo conseguía rondas. Si eras muy bueno, lo único que cambiaba es que elegías. Ahora muy poca gente elige, pero sigue habiendo dinero, los fondos siguen buscando sus rentabilidades", ahonda Sukhwani.

Su vaticinio es que, tras años en los que parecía que la única forma de obtener financiación era la venta de parte del capital de la empresa, ahora, con las valoraciones más bajas en años debido al encarecimiento del precio del dinero, habrá que acostumbrarse cada vez más a la deuda.

"Veremos cada vez más la estructura de deuda más capital en las rondas. El equity está más caro porque las valoraciones son más bajas, así que hay startups combinando uno y otro para no diluirse tanto. En nuestro caso, más que por no diluirnos, recurrimos a la deuda porque era un instrumento que nos venía bien para la operativa diaria", añade Sukhwani.

"Como business angel [inversor en solitario] suelo hacer apuestas pequeñas en fases semilla [sin producto comercial] en las que ni siquiera hay due dilligence porque no hay mucho que investigar. Aun así, a la hora de decidir si invertir o no, nos lo pensamos mucho más", relata el cofundador de Payflow.

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"He visto ideas malas con equipos regulares que conseguían financiación, rondas presemilla que levantaban 30 millones de euros, cosas así… Aunque lógicamente estos excesos se notaban más en etapas más tardías, lo presencié como inversor y como emprendedor. Vamos a muchos eventos, nos conocemos, es un mundo pequeño en el que la información se mueve mucho".

El suyo es un caso parecido al de Revel, que invirtió todo un año en negociar y sacar adelante su último acuerdo de financiación.

"Estructuramos así la deuda porque dedicamos mucho tiempo a pensar qué tipo de financiación podía ser mejor para nosotros. Queríamos una financiación diferencial, hacerlo realmente bien. No me atrevo a hablar por todo el ecosistema, pero sí parece que la deuda es una herramienta que se está redescubriendo", comenta a Business Insider España Enrique de Mateo, cofundador de Revel.

"La deuda tiene ventajas e inconvenientes"

Las bajas valoraciones a causa de los altos tipos de interés y el sobrevenido interés de los inversores por las empresas capaces de mantener saneadas sus cuentas después de años de pontificar casi lo contrario ha puesto a muchos ante un dilema: ¿financiarse y correr el riesgo de dejar buena parte de la empresa en manos de malas compañías a cambio de poco dinero o jugársela a crecer sin esa clase de impulsos?

En EEUU, la segunda opción tiene nombre: bootstraping. Aunque cada vez más de moda en el país norteamericano, a la práctica no le han faltado adeptos en España, ni siquiera en los años de vino y rosas del capital riesgo.

Pero cuidado, porque el juguete no es para todas las edades: "Si desde el minuto uno tienes un producto que puedes comercializar, el bootstrapping es estupendo. Pero no todas las empresas pueden hacerlo. Hay startups con muy buenas ideas que necesitan un tiempo para desarrollar su tecnología", explica de Mateo.

Y ahí entra la financiación, un juego en el que conviene no hacerse trampas porque la deuda, naturalmente, no deja de ser un tipo de ayuda externa.

 "Para empezar, hay que considerar que muchas veces se trata de deuda que, al menos en parte, es convertible en capital. En segundo lugar, la deuda no deja de ser un dinero que hay que devolver. Tiene ventajas e inconvenientes, como todo", recuerda el cofundador de Revel.

"La clave va a estar en que las empresas piensen qué les puede convenir más. Creo que la deuda se utilizará para cosas específicas", comenta de Mateo. "Aunque tampoco me atrevo a decir que las valoraciones hace un tiempo fueran tan excesivas, el sentimiento general sí es que los due dilligence [investigación de un fondo o entidad antes de apostar por una empresa] buscan caminos más claros hacia la rentabilidad. También seguían antes una estrategia. Es una cuestión de oferta y demanda".

Oferta y demanda, paradójicamente el mismo mecanismo que ha tirado finalmente por los suelos las valoraciones de las startups y ha recuperado del baúl de los recuerdos un invento tan antiguo como la propia economía: pedir prestado.

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