La fortuna personal de Amancio Ortega supera el valor en bolsa de Iberdrola, Santander, BBVA, Telefónica o cualquier empresa del Ibex (salvo Inditex)

En EEUU, uno de los argumentos más repetidos entre los partidarios de la libre comercialización de las armas de fuego es que precisamente su proliferación es la mejor garantía contra su uso. 

Con ello, quieren decir que no hay argumento que más persuada a una persona de no utilizar una pistola que estar delante de otra que también le está apuntando con un arma. 

Aunque discutida por los detractores de la Segunda Enmienda, que da a los estadounidenses el derecho a portar armas de fuego, esta hipótesis plantea como posible un mundo de calma tensa en el que nadie ataque a nadie, sabedores todos de que el de enfrente puede tomar represalias o incluso adelantarse a la agresión.

Salvando las distancias, se trata precisamente de la clase de equilibrios que evitan también por ejemplo que las personas más ricas se lancen en constantes ataques por adquirir las empresas de los demás. 

Temerosos de que el intento de adquisición (que puede tomar incluso la forma de opa hostil, una oferta pública de adquisición de acciones que no cuenta con la aprobación de los gestores de una entidad) de una empresa se convierta en un bumerán que golpee a sus propios intereses, los bolsillos más desahogados suelen optar la diplomacia y por evitar la guerra entre ellos.

 Y eso que, por poder, podrían batallar. Podrían batallar mucho.

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La revista Forbes, que el pasado martes publicaba la lista con los 100 españoles más ricos de 2021, estima en algo más de 153.500 millones de euros la suma de las billeteras más acaudaladas del país, lo que supone un incremento de un 17% con respecto a 2020.

La cifra es, por ejemplo, más de un 50% superior a la capitalización bursátil de Inditex, la primera empresa del Ibex 35, valorada el pasado viernes en algo más de 100.000 millones de euros.

¿Significa esto que, de hacer las 100 personas más ricas un bote común con toda su fortuna, estas podrían hacerse con Inditex? Sí y no.

La capitalización bursátil de una empresa es el resultado de multiplicar su número de acciones por el valor de las mismas en bolsa en un determinado momento. Como el precio de las acciones depende de los inversores, la capitalización bursátil es el valor percibido de una empresa. Pero no es necesariamente un espejo del valor real de una empresa.

Con Inditex sucede además algo particular. Amancio Ortega controla casi dos tercios de las acciones del gigante textil, es decir, están 'cautivas' porque permanecen estables dentro de la cartera de Pontegadea, el grupo que gestiona la fortuna personal del empresario nacido en Busdongo.

Poco más de un tercio de las acciones de Inditex cotizan libremente. De ahí que se le aplique un coeficiente reductor a Inditex en términos de capitalización bursátil a la hora de ponderar el peso de cada valor en el Ibex. En la práctica eso significa que la empresa que más pesa en el Ibex sea actualmente Iberdrola y no la propia Inditex.

Así, aun dando por buenos los 153.000 millones de euros con que cuentan los 100 más ricos de España como margen suficiente para hacerse con la entidad, aún habría que superar un escollo casi insalvable: el propio Amancio Ortega.

El empresario gallego no es solo el fundador de la propia Inditex, la cotizada con más valor de capitalización en España, sino que es, con muchísima diferencia, la persona más rica del país.

En concreto, con una fortuna valorada por Forbes en 67.000 millones de euros, Ortega aporta el 43,3% del capital que compone la hucha de oro de los más pudientes de España. 

No tiene competidor. Su bolsillo multiplica por 10 el de la siguiente clasificada en la lista, que no es otra que su hija Sandra Ortega, con una fortuna valorada en unos 6.300 millones de euros.

Sin Amancio Ortega, el fondo común de los 100 más ricos de Forbes se queda en 86.000 millones de euros. Una cantidad respetable, pero insuficiente en todo caso para alcanzar los 100.000 millones de euros de capitalización de mercado de Inditex.

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La apuesta debería ser otra. Con sus 153.000 millones de euros, los 100 más ricos podrían poner la vista en los bancos que ocupan los primeros puestos del Ibex 35, por ejemplo. 

El capital de los 100 más pudientes de España es superior al valor de cotización del Banco Santander, el BBVA y Caixabank juntos, las 3 primeras entidades bancarias del índice español.

Se trataría, de nuevo, de una operación de una complejidad extraordinaria, pues si algo abunda entre los 100 primeros puestos de los más ricos de España son banqueros que han hecho su fortuna gracias a su labor en todo tipo de entidades o gracias a su inversión en ellas.

De nuevo, conflicto de intereses a la vista.

Meterse con el imperio textil del empresario gallego es un mal negocio, en todo caso, por el ya mencionado efecto bumerán. Con sus 67.000 millones de euros, Ortega puede con cualquiera.

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De todas las empresas que componen el Ibex 35, por valor de capitalización bursátil, solo supera la fortuna de Amancio Ortega la propia Inditex (y ni siquiera, porque de esta empresa el empresario ya posee el 60%). 

Con su dinero, el dueño de Inditex podría, por ejemplo en un escenario imaginario, plantearse algún tipo de fórmula de adquisición de Iberdrola, el gigante de producción, distribución y comercialización de energía. 

El valor de todas sus acciones se iba este viernes a los 65.000 millones de euros, 2.000 millones de euros menos que el valor estimado por Forbes para el fundador de Inditex.

Pero si Ortega no viese clara su entrada en el complejísimo sector energético, tiene otras muchas opciones sin salirse ni siquiera de los primeros puestos del Ibex 35: su fortuna es superior al valor de capitalización de cualquiera.

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Podría entrar con fuerza también, por tanto, en el Banco Santander, cuyo valor andaba este viernes por los 57.000 millones de euros.

La operación, un bombazo económico a nivel nacional, destaparía viejas rencillas. En 2005, Ortega, que ya era por aquel entonces el hombre más rico de España, se enfadó bastante con Emilio Botín, entonces hombre fuerte del Banco Santander.

El motivo fue el proceso de compra de Unión Fenosa, una operación que ya tenía cerrado un consorcio gallego que pujó fuerte por la empresa dado el interés del dueño de Inditex precisamente por entrar en una empresa energética gallega. 

Con el trato cerrado verbalmente entre Ortega y Botín, pues el Santander era el dueño de la participación en Unión Fenosa que estaba en venta, Florentino Pérez entró finalmente ofreciendo todavía más dinero y en el último momento consiguió el sí del banquero del Santander.

Aquello acabó con Ortega deshaciéndose de casi todas sus participaciones en el Banco Santander como represalia contra Botín por haber faltado a su palabra, el peor pecado que se puede cometer tal y como el dueño de Inditex entiende los negocios.

Para imaginar compras de tal magnitud en el seno del Ibex 35 lejos del dueño de Inditex hay que irse a su hija Sandra Ortega y sus 6.300 millones de euros, una cantidad comparable con el valor de capitalización, por ejemplo, de la aseguradora Mapfre o Enagás, que se mueven entre los 5.000 y los 6.000 millones de euros.

Más allá de los Ortega, con sus 3.800 millones, el hombre fuerte de Ferrovial, Rafael del Pino, podría entrar con fuerza en el Banco Sabadell, cuyo valor bursátil ronda los 3.900 millones de euros. 

Juan Roig, dueño de Mercadona y poseedor de una fortuna valorada por Forbes en 3.700 millones de euros, podría hacer lo propio con Acerinox, con una capitalización de algo más de 3.000 millones de euros. 

Lejos todos, en cualquier caso, del clan de los Ortega, poseedores de un arsenal de billetes que mantiene tranquilas las huestes del ejército de los más ricos en España.